FRIEDRICH NIETZSCHE





“El individuo ha luchado siempre para no ser absorbido por la tribu. Si lo intentas, a menudo estarás solo, y a veces asustado. Pero ningún precio es demasiado alto por el privilegio de ser uno mismo”





“La función del cerebro que más se altera con el sueño es la memoria, no porque se suspenda enteramente, sino porque durante él se halla en un estado de imperfección semejante al que debió tener el hombre en los primeros tiempos de la humanidad, en la vigilia. Caprichosa y confusa como es, confundo perpetuamente las cosas por razón de los puntos de semejanza más insignificantes, pero tan caprichosamente como los pueblos inventaban sus mitologías; aun hoy, los viajeros pueden observar la tendencia de los salvajes a olvidarlo todo; que su espíritu, después de pequeño esfuerzo de memoria, comienza a vacilar, y que, por puro decaimiento, no da de sí sino mentiras y absurdos. En el sueño nos asemejamos todos a los salvajes. El reconocimiento imperfecto y la asimilación errónea son la causa del mal razonamiento de que nos hacemos culpables en el sueño, hasta el extremo de que ante la lúcida representación de un sueño tenemos miedo de nosotros mismos, ocultamos tanta y tanta locura”

Humano, demasiado humano.
F. NIETZSCHE



Friedrich Nietzsche

VÍCTOR HUGO


“TE DESEO”
Te deseo primero que ames, y que amando, también seas amado. Y que, de no ser así, seas breve en olvidar y que después de olvidar, no guardes rencores. Deseo, pues, que no sea así, pero que sí es, sepas ser sin desesperar.

Te deseo también que tengas amigos, y que, incluso malos e inconsecuentes, sean valientes y fieles, y que por lo menos haya uno en quien puedas confiar sin dudar. Y porque la vida es así, te deseo también que tengas enemigos. Ni muchos ni pocos, en la medida exacta, para que, algunas veces, te cuestiones tus propias certezas. Y que entre ellos, haya por lo menos uno que sea justo, para que no te sientas demasiado seguro.

Te deseo además que seas útil, más no insustituible. Y que en los momentos malos, cuando no quede más nada, esa utilidad sea suficiente para mantenerte en pie. Igualmente, te deseo que seas tolerante; no con los que se equivocan poco, porque eso es fácil, sino con los que se equivocan mucho e irremediablemente, y que haciendo buen uso de esa tolerancia, sirvas de ejemplo a otros.

Te deseo que siendo joven no madures demasiado de prisa, y que ya maduro, no insistas en rejuvenecer, y que siendo viejo no te dediques al desespero. Porque cada edad tiene su placer y su dolor y es necesario dejar que fluyan entre nosotros.

Te deseo de paso que seas triste. No todo el año, sino apenas un día. Pero que en ese día descubras que la risa diaria es buena, que la risa habitual es sosa y la risa constante es malsana.

Te deseo que descubras, con urgencia máxima, por encima y a pesar de todo, que existen, y que te rodean, seres oprimidos, tratados con injusticia y personas infelices.

Te deseo que acaricies un gato, alimentes a un pájaro y oigas a un jilguero erguir triunfante su canto matinal, porque de esta manera, sentirás bien por nada. Deseo también que plantes una semilla, por más minúscula que sea, y la acompañes en su crecimiento, para que descubras de cuántas vidas esta hecho un árbol.

Te deseo, además, que tengas dinero, porque es necesario ser práctico. Y que por lo menos una vez por año pongas algo de ese dinero frente a ti y digas: “Esto es mío”, sólo para que quede claro quién es el dueño de quien.

Te deseo también que ninguno de tus afectos muera, pero que si muere alguno, puedas llorar sin lamentarte y sufrir sin sentirte culpable.

Te deseo por fin que, siendo hombre, tengas una buena mujer, y que siendo mujer, tengas un buen hombre, mañana y al día siguiente, y que cuando estén exhaustos y sonrientes, hablen sobre amor para recomenzar.

Si todas estas cosas llegaran a pasar, no tengo más nada que desearte.

Víctor Hugo

FRASES PARA PENSAR





“Es más fácil luchar por unos principios que vivir de acuerdo con ellos”


ALFRED  ADLER




“Todo idealismo frente a la necesidad es un engaño”


FRIEDRICH  NIETZSCHE






 “Los únicos ideales que vale la pena tener son los que puedes aplicar a la vida diaria. Y al mundo”


BONO



             

“Ningún ejército puede detener la fuerza de una idea cuando llega a tiempo”


VICTOR  HUGO 






“El ideal está en ti; el obstáculo para su cumplimiento también”


THOMAS  CARLYLE






“Las ideas son capitales que sólo ganan intereses entre las manos del talento”

ANTOINE  RIVAROL






“No hay cínicos, no hay materialistas. Todo hombre es un idealista, sólo que sucede con demasiada frecuencia que tiene un ideal equivocado”


GILBERT KEITH  CHESTERTON




           
                 
“Cada dogma tiene su día, pero los ideales son eternos”


 ISRAEL  ZANGWILL





TOLERANCIA


"Concede a tu espíritu el hábito de la duda, y a tu corazón, el de la tolerancia"


Georg Christoph Lichtenberg (1742-1799)
Profesor de física y científico alemán.


DAY AND NIGHT - PIXAR




GRANDES VERDADES III


Ranchitos de Darwin – Correo del Caroní
(28/05/2011)


EL CÁNCER MÁS DAÑINO



El Cancer más Dañico
Posted: 19 junio, 2009 by Jose R. in MIS ESCRITOS


Se dice que el amor es ciego o que no hay mayor ciego que aquel que no quiere ver. Pero probablemente la peor ceguera y de mas difícil curación, es la que nos crea un exceso de orgullo.

Consigue crear en nosotros mismos una visión poco real de las cosas llevándonos a menudo a creer que no hay vida mas allá de como nosotros mismos vemos las cosas.

El problema mayor es cuando se topan dos personalidades con exceso de orgullo, llevando sin querer hasta las ultimas consecuencias sus respectivas “razones”.

Pero llega un momento que dará igual quien tuviera la razón.

Por su postura inflexible, sin importarles si dejaron victimas por el camino, perdieron cualquier viso de razón que tuvieran en su día.

Un iluminado en su día dijo “mi patria con razón o sin ella” dando a entender que daba igual si tenia razón o no, tenia razón siempre.

Por otro lado, están los que no desean ver las evidencias claras y defienden a muerte a sus seres amados. A menudo les importa poco a quien tengan que aplastar o humillar con tal de mantener una reputación , que la propia persona, a la que se defiende, perdió hace tiempo ya.

Lo cierto es que el tiempo es juez y parte, y acaba colocando al debido tiempo a cada uno en su lugar.

Da igual cuan fuertemente apoye uno sus ideas, si intenta imponerlas, perdió ya la razón.

De una manera u otra, el exceso de orgullo o el insistir en negar lo que todo el mundo ve menos uno mismo, solo nos deja en un lugar bastante cuestionable.

A veces es mejor quedarse callado, y dejar que el tiempo diga.

La impaciencia se puede decir que es el peor cáncer de la inteligencia. Y poner las manos en el fuego por alguien, como reza la expresión, y mas cuando hay sentimientos muy fuertes envueltos, nos expone a mas disgustos que alegrías.

Definitivamente el orgullo es necesario en su justa medida, pero si nos gobierna hasta hacernos perder la razón o negar lo evidente, acabaremos presos de un mundo irreal donde la mentira, que tan solo nosotros nos creemos, reinará como emperatriz.

Recuerda unas palabras que se escribieron mucho tiempo atrás “El orgullo esta antes de un ruidoso estrellarse y contra toda sabiduría practica estallará.”

O lo dominas tú o te domina él. Solo tuya es la elección.



martes, 24 de mayo de 2011

"EL PRINCIPITO"

Antoine Marie Roger de Saint Exupery
Escritor y aviador francés. Nació el 29 de junio de 1900 en Lyon. Huérfano desde que tenía dos años pasó, junto a sus cuatro hermanos, buena parte de su infancia en el castillo de sus abuelos maternos. Fue educado en escuelas Jesuitas y más tarde, estudió en la Universidad de Friburgo, Suiza. Obsesionado con la aviación desde muy temprana edad, cumplió el servicio militar en las Fuerzas Aéreas francesas en 1921.



Presionado por la que entonces era su prometida, dejó la aviación dedicándose a otros oficios menos peligrosos, entre ellos periodista, y descubre una nueva pasión: la escritura.
Después de conseguir ser readmitido en el ejército en año 1943 se incorpora a las tropas de la Francia Libre. El 31 de julio de 1944 el comandante Saint-Exupéry, antes de despegar desde Corcega en una misión de reconocimiento, dejó escrito en su mesa de trabajo: "Si me derriban no extrañaré nada. El hormiguero del futuro me asusta y odio su virtud robótica. Yo nací para jardinero. Me despido, Antoine de Saint-Exupéry".
Nunca regresó. Se especuló con la posibilidad de que hubiese sido abatido por un caza enemigo, de un fallo mecánico o incluso el suicidio.


El 30 de diciembre de 1935 a las 14:45, después de un viaje de 19 horas y 38 minutos, Saint-Exupery junto con su navegador (Andre Prevot) tuvieron un aterrizaje forzoso en la parte de Libia del desierto del Sáhara en camino a Saigón. El equipo estaba tratando de volar desde París a Saigón en menos tiempo que cualquier piloto lo había hecho por un premio de 150,000 francos. Ambos sobrevivieron al aterrizaje pero sufrieron los estragos de la rápida deshidratación en el Sahara. No tenían idea de su ubicación. De acuerdo a sus memorias, lo único que tenían para alimentarse eran uvas, dos naranjas y una pequeña ración de vino. Ambos experimentaron alucinaciones visuales y auditivas. Para el tercer día estaban tan deshidratados que dejaron de sudar. Finalmente, al cuarto día, un beduino en camello los descubrió, salvándoles la vida. La fábula de Saint-Exupery El Principito, es una referencia a esta experiencia.



FRASES CÉLEBRES DE “EL PRINCIPITO”
ANTOINE DE SAINT EXUPÉRY

Las frases escritas por Antoine de Saint-Exupéry paraEl Principito” hablan por sí solas, esconden muchos significados, son únicas e irremplazables, son un tesoro para quien las toma como propias y siempre, siempre, es bueno releerlas


“Todas las personas mayores fueron al principio niños. (Aunque pocas de ellas lo recuerdan)”




“Las personas mayores nunca son capaces de comprender las cosas por sí mismas, y es muy aburrido para los niños tener que darles una y otra vez explicaciones”




“Cuando el misterio es demasiado impresionante, es imposible desobedecer”




“Caminando en línea recta no puede uno llegar muy lejos”




“Pero nosotros, que comprendemos la vida, nos burlamos de los números”




“A los mayores les gustan las cifras. Cuando se les habla de un nuevo amigo, jamás preguntan sobre lo esencial del mismo. Nunca se les ocurre preguntar: “¿Qué tono tiene su voz? ¿Qué juegos prefiere? ¿Le gusta coleccionar mariposas?” Pero en cambio preguntan: “¿Qué edad tiene? ¿Cuántos hermanos? ¿Cuánto pesa? ¿Cuánto gana su padre?” Solamente con estos detalles creen conocerle” 




“Es una cuestión de disciplina, – me decía más tarde el Principito -. Cuando por la mañana uno termina de arreglarse, hay que hacer cuidadosamente la limpieza del planeta” 




“Conozco un planeta en el que vive un señor muy colorado. Nunca ha olido una flor. Nunca ha contemplado una estrella. Nunca ha amado a nadie. Nunca ha hecho otra cosa que sumas. Se pasa el día diciendo, como tú: “¡Soy un hombre serio! ¡Soy un hombre serio!”, lo que le hace hincharse de orgullo. Pero eso no es un hombre, ¡es un hongo!”




“Es tan misterioso el país de las lágrimas…”

 
“No se debe nunca escuchar a las flores. Sólo se las debe contemplar y oler. La mía perfumaba mi planeta, pero yo no era capaz de alegrarme de ello.”




“Si yo ordenara -decía frecuentemente-, si yo ordenara a un general que se transformara en ave marina y el general no me obedeciese, la culpa no sería del general, sino mía”




“Se debe pedir a cada cual, lo que está a su alcance realizar”




“Bebo para olvidar que soy un borracho”




“Fue el tiempo que pasaste con tu rosa lo que la hizo tan importante.”


“Lo hermoso del desierto es que en cualquier parte esconde un pozo”




“Los hombres ocupan muy poco lugar sobre la Tierra… Las personas mayores no les creerán, seguramente, pues siempre se imaginan que ocupan mucho sitio”




"No era más que un zorro semejante a cien mil otros. Pero yo le hice mi amigo y ahora es único en el mundo” 




“Para los vanidosos todos los demás hombres son admiradores” 




“Si alguien ama a una flor de la que sólo existe más que un ejemplar entre los millones y millones de estrellas, es bastante para que sea feliz cuando mira a las estrellas 




“Sólo se conocen bien las cosas que se domestican”



“No se ve bien sino con el corazón, lo esencial es invisible a los ojos”




“Tú no eres para mí todavía más que un muchachito igual a otros cien mil muchachitos. Y no te necesito. Tampoco tú tienes necesidad de mí. No soy para ti más que un zorro entre otros cien mil zorros semejantes. Pero si me domesticas, entonces tendremos necesidad el uno del otro. Tú serás para mí único en el mundo, yo seré para ti único en el mundo…” 




“Y cuando te hayas consolado (uno siempre termina por consolarse) te alegrarás de haberme conocido” 




“¿Y de qué te sirve poseer las estrellas?
-Me sirve para ser rico.
-¿Y de qué te sirve ser rico?
-Me sirve para comprar más estrellas”
 




“Me creía rico con una flor única y resulta que no tengo más que una rosa ordinaria” 




“Me pregunto si las estrellas se iluminan con el fin de que algún día, cada uno pueda encontrar la suya” 




“Si vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde; desde las tres yo empezaría a ser dichoso” 




“Únicamente los niños saben lo que buscan. Pierden el tiempo con una muñeca de trapo que viene a ser lo más importante para ellos y si se la quitan, lloran…”






EL JUEGO EN QUE ANDAMOS - JUAN GELMAN

Juan Gelman
Poeta y periodista argentino, Premio Cervantes 2007.  Calificado como "el mayor poeta vivo de habla hispana". Actualmente reside en México en donde recibió (Guadalajara) en el año 2000 el Premio de Literatura Latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo. También ha recibido los premios iberoamericanos de poesía Ramón López Velarde, en 2003, Pablo Neruda, en 2004 y Reina Sofía, en 2005.



El juego en que andamos

Si me dieran a elegir, yo elegiría
esta salud de saber que estamos muy enfermos,
esta dicha de andar tan infelices.

Si me dieran a elegir, yo elegiría
esta inocencia de no ser un inocente,
esta pureza en que ando por impuro.

Si me dieran a elegir, yo elegiría
este amor con que odio,
esta esperanza que come panes desesperados.

Aquí pasa, señores,
que me juego la muerte.
de "El juego en que andamos"

Juan Gelman