sábado, 28 de febrero de 2015
NO TE RINDAS
No te rindas, aun estas a tiempo
de alcanzar y comenzar de nuevo,
aceptar tus sombras, enterrar tus miedos,
liberar el lastre, retomar el vuelo.
No te rindas que la vida es eso,
continuar el viaje,
perseguir tus sueños,
destrabar el tiempo,
correr los escombros y destapar el cielo.
No te rindas, por favor no cedas,
aunque el frió queme,
aunque el miedo muerda,
aunque el sol se esconda y se calle el viento,
aun hay fuego en tu alma,
aun hay vida en tus sueños,
porque la vida es tuya y tuyo también el deseo,
porque lo has querido y porque te quiero.
Porque existe el vino y el amor, es cierto,
porque no hay heridas que no cure el tiempo,
abrir las puertas quitar los cerrojos,
abandonar las murallas que te protegieron.
Vivir la vida y aceptar el reto,
recuperar la risa, ensayar el canto,
bajar la guardia y extender las manos,
desplegar las alas e intentar de nuevo,
celebrar la vida y retomar los cielos,
No te rindas por favor no cedas,
aunque el frió queme,
aunque el miedo muerda,
aunque el sol se ponga y se calle el viento,
aun hay fuego en tu alma,
aun hay vida en tus sueños,
porque cada día es un comienzo,
porque esta es la hora y el mejor momento,
porque no estas sola,
porque yo te quiero.
Mario Benedetti
viernes, 27 de febrero de 2015
lunes, 23 de febrero de 2015
domingo, 22 de febrero de 2015
¿QUÉ VALE MÁS?
¿Qué vale más?
que una mirada de tus ojos.
¿qué vale más?
en el camino de la noche.
¿qué vale más?
si mi razon desorientada
o esta cancion desesperada
¿qué vale más?
¿qué vale más?
¿qué vale más?
gacela triste del camino
¿qué vale más?
la salvación de mi destino.
¿qué vale más?
si presentirte ya perdida.
o que me dejes una herida
¿qué vale más?
¿qué vale más?
nada, comparable contigo..nahh
nada, con tus labios nocturnos.
y tus caricias.
¿qué vale más?
gacela triste del camino.
¿qué vale más?
la salvación de mi destino.
¿qué vale más?
si presentirte ya perdida
o que me dejes una herida
¿qué vale más?
dime, ¿qué vale más?
Nada comparable contigo.
nada, con tus labios nocturnos
y tus caricias
¿qué vale más?
gacela triste del camino
¿qué vale más?
la salvación de mi destino.
¿qué vale más?
si presentrite ya perdida
o que me dejes una herida.
¿qué vale más?
dime. ¿qué vale más?
Simón Díaz
sábado, 21 de febrero de 2015
viernes, 20 de febrero de 2015
jueves, 19 de febrero de 2015
“LAS PREGUNTAS DE LA VIDA”
“Da que pensar...
¿Cuál es la pregunta previa a las restantes preguntas de la vida? ¿De dónde nos viene lo que creemos saber? ¿Podemos estar medianamente seguros de tales conocimientos? ¿A qué llamamos razón? ¿Cuál es la relación entre la razón y la verdad? ¿Cuánto hay en la razón de subjetivo y cuánto de objetivo? ¿Se puede compartir la razón y la verdad con otros, quizá con todos? ¿Cuáles son los argumentos de los escépticos y cómo se les puede responder? ¿En qué consiste el relativismo? Si todo es relativo, ¿será el relativismo relativo también? ¿Podrá llegarse a la Verdad sin utilizar la razón, por fe o por intuición, quizá por una corazonada? ¿Por qué no puede haber una razón muda y qué tiene que ver «conversar» con «razonar»? ¿Tiene implicaciones políticas el método racional de llegar a la verdad? Para utilizar correctamente la razón ¿basta con ser racional o hay que ser también razonable? Puedo ser racional contra mi prójimo pero ¿puedo ser razonable contra los demás? ¿Consiste la democracia en el derecho a defender públicamente las propias opiniones o en la obligación de tenerlas a todas por igualmente válidas? ¿Es irracional o humillante dejarse convencer por los argumentos racionales?”
Fernando Sabater
“Las preguntas de la vida” /Editorial Ariel
Capítulo Segundo /Las verdades de la razón/Página 23
miércoles, 18 de febrero de 2015
MIÉRCOLES DE CENIZA
El miércoles de Ceniza es el primer día del tiempo que denominamos Cuaresma. Se celebra cuarenta días antes del inicio de Semana Santa, es decir, del Domingo de Ramos. Este día se realiza la imposición de la ceniza a los fieles que asisten a Misa.
Estas cenizas se elaboran a partir de la quema de los ramos del Domingo de Ramos del año anterior, y son bendecidas y colocadas sobre la cabeza o la frente de los fieles como signo de la caducidad de la condición humana; como signo penitencial, ya usado desde el Antiguo Testamento; y como signo de conversión, que debe ser la nota dominante durante toda la Cuaresma. La imposición de la ceniza es realizada por el sacerdote sobre los fieles. El sacerdote puede hacer una cruz con la ceniza en la frente de los fieles o dejar caer un poco de ceniza en su cabeza. Mientras lo hace puede emplear una de las siguientes frases extraídas de las Escrituras: “Concédenos, Señor, el perdón y haznos pasar del pecado a la gracia y de la muerte a la vida” (Gén. 3:19) “Recuerda que polvo eres y en polvo te convertirás” (Mc. 1:15) “Conviértete y cree en el Evangelio” (Mc. 1:15).
La ceniza no es un rito mágico, no nos quita nuestros pecados. Es un signo de arrepentimiento, de penitencia, pero sobre todo de conversión. La ceniza es un símbolo de Cuaresma, es decir de un tiempo de oración, penitencia y ayuno, de conversión del corazón.
Comenzamos el camino de la Cuaresma con el objetivo de acompañar a Jesús desde su desierto hasta el día de su triunfo, que es el Domingo de Resurrección. Debe ser un tiempo de reflexión de nuestra vida, de entender a donde vamos, de analizar como es nuestro comportamiento con todos los seres que nos rodean. En estos momentos, al reflexionar sobre nuestra vida, debemos asemejarla, de ahora en adelante, en un seguimiento a Jesús, profundizando en su mensaje de amor.
martes, 17 de febrero de 2015
EL CARNAVAL CONTINÚA ..
“PAYASO"
En cofre de vulgar hipocresía
ante la gente oculto mi derrota
payaso con careta de alegría
pero tengo por dentro el alma rota.
En la pista fatal de mi destino
una mala mujer cruzó el camino
soy comparsa que juego con mi vida
pero siento que mi alma está perdida.
Payaso, soy un triste payaso
que oculto mi fracaso
con risas y alegrías
que me llenan de espanto.
Payaso, soy un triste payaso
que en medio de la noche
me pierdo en la penumbra
con mi risa y mi llanto.
No puedo soportar mi careta
ante el mundo estoy riendo
y dentro de mi pecho
mi corazón sufriendo.
Payaso, soy un triste payaso
que en medio de la noche
me pierdo en la penumbra
con mi risa y mi llanto.
No puedo soportar mi careta
ante el mundo estoy riendo
y dentro de mi pecho
mi corazón sufriendo.
Payaso... payaso...
Javier Solís
lunes, 16 de febrero de 2015
CARNAVAL EN VENEZUELA
El Carnaval es tiempo de libertad y libertinaje que alcanza
su plasmación el Miércoles de Ceniza. Tras el desenfreno y la locura, llega el
período de cuaresma y los tristes días de la semana.
La historia del Carnaval es la historia de una lucha por la
libertad o, lo que es lo mismo, una lucha por la supervivencia. Repasar las
disposiciones que salen desde el poder del Carnaval es leer una larga relación
de prohibiciones y cortapisas que tratan de hacer desaparecer o controlar una manifestación
popular que sólo se desarrolla en un marco de libertades públicas.
Cuando el poder sociopolítico comprende la imposibilidad de
terminar definitivamente con el Carnaval, tiende a controlarlo, a
reglamentarlo. Y, al mismo tiempo, a ofrecer alternativas de diversión que
conduzcan al pueblo hacia unos lugares concretos para así supervisarlo.
Cuando se ha tratado de señalar el origen del Carnaval, la
historia se remonta hasta precedentes de distintas civilizaciones que, sin usar
el mismo concepto de fiesta con que se conoce al Carnaval, sí han utilizado
objetos y utensilios similares. En este sentido, la utilización de máscaras en
celebraciones y ritos de origen pagano se ha interpretado como la existencia
del Carnaval en cualquier tipo de cultura que nos ha precedido.
Los orígenes remotísimos podrían suponer en las bacanales,
las saturnales y las lupercales, fiestas en honor a los dioses Baco, Saturno y
Pan, respectivamente. En el mismo sentido, también se ha hablado del mes de
Phaljova en la India, la fiesta de Falo en Egipto o la Axura árabe.
El Carnaval es un hijo del cristianismo; mejor dicho, sin la
idea de cuaresma, no existiría en la forma concreta en que ha existido desde
fechas oscuras de la Edad Media europea.
Don carnal
Don carnal
Dentro de estos ciclos que explican perfectamente los
comportamientos de los individuos y de las masas, comportamientos
inencasillables dentro de una estructura simplista que no tiene en cuenta los
enfrentamientos entre la moral y los impulsos más dionisíacos, hay que
encuadrar el Carnaval dentro de los tiempos de invierno.
El Carnaval es tiempo de desenfreno, que alcanza su
plasmación más conocida en los tres días previos al Miércoles de Ceniza. Tras
el desenfreno carnavalesco, llega la represión de la cuaresma y después la
tristeza de la Semana Santa. El Carnaval está personificado por Don Carnal que
simboliza la libertad para comer carne y termina con las carnestolendas (carnes
prohibidas).
Principalmente autoriza la satisfacción de todos los
apetitos de la moral cristiana que reconoce también los derechos de la carne,
la carnalidad. El Carnaval encuentra así, además de su significación religiosa,
una significación social y sicológica.
Su función equilibradora en todos los aspectos resulta
evidente, se permite la inversión de lo cotidiano. Se rompe con los esquemas de
cada día, se olvida y pierde la personalidad propia en la búsqueda de algo
propio oculto. Se suspende el orden establecido. Es el momento en que se
realiza y se consiente la inversión de las jerarquías sociales y se expresa la
opinión y la oposición política, que normalmente no tiene posibilidad de
manifestación legal. Es, sobre todo, el tiempo en que el hombre suelta la carga
que soporta diariamente, dejando libre ese otro yo que todos tenemos.
El historiador Arístides Rojas, recordando los carnavales
caraqueños de 1700, dice que "la ciudad tenía que cerrar puertas y
ventanas, las autoridad, las fuentes públicas y la familia debían esconderse
para no ser víctimas de la turba invasora. La noches del Carnaval de entonces
eran lúgubres y la ciudad parecía un campo desolado". Hoy, lo parece
también, pero por la delincuencia imperante. Ya en Caracas, no hay carnavales.
El juego del Carnaval con agua, harina y otras sustancias nocivas,
era de una violencia considerable, además de los bailes callejeros, entre los
que resaltaban el fandango, la zapa y la mochilera que permitían entre hombres
y mujeres contactos físicos inaceptables para la moral entonces vigente.
Gobierno tras gobierno
En cada gobierno se ha protagonizado un carnaval diferente.
En tiempos de Gómez y tal como lo cuenta el escritor Salvador Garmendia, los
carnavales eran un alarde de solemnidad y todos salían a la calle a ver los
desfiles, cual si se tratara de una procesión.
Durante el mandato de Guzmán Blanco, la fiesta adquirió
características diferentes, se organizaron desfiles de disfraces, comparsas,
carrozas y concursos y se pretendió sustituir la ya arraigada forma de jugar
con agua, por confettis y perfumes.
Durante la dictadura de Pérez Jiménez, las fiestas eran de
gran tronío en calles, templetes, clubes y hoteles. Miles de mujeres
disfrazadas de negritas acudían al grito de llamada que decía "en el Avila
es la cosa". Por lo menos, 40 orquestas extranjeras visitaban la ciudad.
No había desorden y todos los días se protagonizaban desfiles por las calles de
la ciudad.
Si bien en Caracas los carnavales quedaron sólo para los
niños, en la mayoría de los pueblos esta fiesta ha conservado su tradición. Son
famosas las celebraciones carnestolendas de Carúpano, El Callao, Maturín,
Cumaná y Coro.
Podríamos decir que el más tradicional y famoso es el de El
Callao, donde las comparsas llegan a formarse con 300 y más personas. Los
preparativos comienzan desde enero. Cada comparsa tiene su propio conjunto
musical, igual que en Brasil, y todos se identifican con una vestimenta
especial para presentarse el día martes que es la fecha especial para salir a
bailar calipso a las calles.
La fiesta, pues, tiene su razón de ser, sólo que Caracas, la
ciudad que lo ha perdido todo, se ha venido quedando a la deriva en materia de
fiestas de Carnaval.