viernes, 31 de marzo de 2017
¿SOY REACTIVO O PROACTIVO?
Hay dos tipos de persona. Los que dirigen su vida y a los que se la dirigen. Una persona que dirige su vida sabe lo que quiere, y trabaja cada día en obtener lo que quiere. Una persona a la que le dirigen la vida generalmente no tiene objetivos, y trabaja cada día para darle a quienes le dirigen lo que ellos quieren obtener.
Así es como se configura el mundo. Las personas reactivas "reaccionan" ante los estímulos que les llegan de las personas proactivas. Por ejemplo, una persona proactiva puede diseñar un programa de televisión para que muchas personas reactivas pasen las tardes sentados en su sillón viendo su programa.
Las personas que dirigen su vida son proactivas, van hacia lo que quieren, deciden qué hacer con su tiempo, tienen planes para conseguir lo que quieren y están siguiendo sus planes. Saben que existe el riesgo de que sus planes no salgan bien, pero entonces cambiarán su plan y volverán a probar. Una persona que dirige su vida ha aceptado que es responsable de su situación y de cómo cambiarla. Una persona proactiva, a la larga, avanza en su vida como consecuencia de sus estrategias.
Una persona a la que le dirigen la vida trabaja en modo reactivo la mayor parte de su tiempo. Simplemente alguien decide qué es lo que tiene que hacer con su tiempo y se ponen inmediatamente manos a la obra. Una persona reactiva no tiene planes, ellos forman parte de un plan de otra persona. Una persona reactiva cree que su situación no depende de sus actos y que sólo los demás podrán cambiar su situación. Una persona reactiva, a la larga, no avanza, se mantiene donde está como consecuencia de carecer de objetivos y estrategias.
La pregunta que puedes hacerte es: ¿estoy reaccionando a mi entorno o yo transformo mi entorno? o en en otras palabras ¿soy reactivo o proactivo?
@gantillano
jueves, 30 de marzo de 2017
miércoles, 29 de marzo de 2017
LA ECOLOGÍA DE LA ACCIÓN
No es posible asumir posiciones éticas en nuestra vida cotidiana si no consideramos todas las posibles consecuencias de nuestras acciones en el entorno. Y esto en pensamiento complejo equivale a pensar con la ecología de la acción. La ecología de la acción consiste en que cuando comienza una acción determinada, ésta entra en diversas interacciones en uno mismo, en el medio ambiente, en los otros y en la sociedad en general, que pueden llevar a que se produzcan resultados contrarios o muy diferentes a la intención o intenciones iniciales con las cuales se puso en juego la acción inicial.
Entonces, pensar complejamente es pensar en todas las posibles consecuencias de nuestras acciones en los diversos entornos, teniendo en cuenta los dos polos: el de la intención y el de los resultados.
Para actuar de forma ética es esencial prevenir las consecuencias negativas de nuestras acciones. Cuando pensamos complejamente, tenemos un pensamiento multidimensional, global y sistémico, y de esta manera entendemos que todo está interrelacionado, donde el bienestar nuestro es el bienestar de los demás, de la especie y del ambiente, y que a la vez, el bienestar de los demás es el bienestar del ambiente, de la especie y de nosotros mismos, ya que hay un bucle individuo-sociedad-especie-ambiente.
Actuamos éticamente cuando reconocemos con prontitud y en toda su significación los errores que como seres humanos cometemos cada día. Pensar complejamente es trascender nuestros esquemas mentales con flexibilidad y reflexión sobre nuestros actos, dialogando de forma continúa con nuestras ideas y percepciones, para tener en cuenta los contextos y a los demás, y así podernos percatar de errores en nuestra forma de vivir.
Cuando se tiene un pensamiento simple, se tiende a pensar que somos perfectos y que no nos equivocamos, o se nos dificulta dialogar con nosotros mismos y reflexionar sobre nuestras acciones teniendo en cuenta el ambiente y a los demás.
En la ética, en caso de cometer algún error, es preciso repararlo en el menor tiempo posible y de la manera más integra, evitando otros efectos negativos en el entorno. Tener compromiso ético es reparar nuestros errores y sus consecuencias negativas hasta donde sea posible, de lo contrario no se puede hablar de acción ética. Y aquí de nuevo entra el pensamiento complejo.
Pensar complejamente es reparar los errores de nuestras acciones en un plano ecológico, que significa tener en cuenta que si no las reparamos, o si nos demoramos en repararlas, o si la reparación no es integral, se tendrán efectos negativos, y, en algunos casos catastróficos, que afectan el bienestar personal, social, ambiental y de la especie, por el bucle existente entre todas estas dimensiones que conforman una sola totalidad. Esto trasciende el planteamiento tradicional de la responsabilidad por los actos como esencia de la ética. Se puede ser responsable de los actos y, sin embargo, no ser éticos en la forma de vivir, por repetir los mismos errores o por no repararlos, o por repararlos de forma no integral.
En la gestión del conocimiento, en cualquier campo y quehacer laboral - profesional, se nos plantea entonces el compromiso de actuar con ética, pero con un ética integral, multidimensional, al servicio del bienestar personal, pero también al servicio del bienestar colectivo y del medio ambiente, con proyección futura. Y esa es la ética que se tiene cuando se piensa y actúa de forma compleja. El mundo se moverá en una dirección ética, sólo si queremos ir en esa dirección, y si queremos hacerlo necesitamos desarrollar el pensamiento complejo, para tener conciencia ecológica de nuestro ser en la sociedad, en el mundo y en el cosmos. De lo contrario, seguiremos en el error de gestionar el conocimiento al servicio de intereses egoístas que son los que nos tienen en una altísima contaminación, pérdida del sentido humano de realización, crisis del tejido social y familiar con los consecuentes actos de violencia, y el imperio de la política en general sin regulación ética y sin la visión del hombre íntegro e integral.
@gantillano
martes, 28 de marzo de 2017
HABLEMOS DE ÉTICA
Hay cosas que parecen y otras que son. Distinguir cabalmente la apariencia de la esencia, la imagen de la ética, no es tarea fácil, pero sí provechosa.
¿Es posible diferenciar la crítica honesta de la vituperación maliciosa, la indignación de la ira, el desdén de la envidia o el rechazo legítimo de los celos? A estas actitudes las distingue únicamente la textura del alma, porque la acción es siempre mecánica y responde a una fuerza soberana que la anima. Así lo que en un hombre íntegro es sana indignación, en el mezquino puede ser cólera impotente. Todo se reduce a un juego de intenciones.
No hay espectáculo más patético que el que ofrece quien pretende ser lo que no es. Condenándose a la hipocresía y a la mentira se exilia de sí mismo para errar de por vida en un universo ficticio, desconectado de su propia realidad y carente de toda consistencia.
No es fácil el oficio de vivir dignamente, no. Uno ha de crear su propio personaje y dotarle de verosimilitud y altura, lo que implica una renuncia constante a la ventaja en aras de la ética, que es algo así como el "fair play" del espíritu. Desde luego, resulta mucho más tentador revestirse de una ética aparente y jugar sucio tras el parapeto de la imagen.
Muchos son los males de nuestra sociedad y muchas las soluciones que se aportan en el mayor despliegue de frivolidad que han conocido los siglos, pero hay un paso esencial que dar para recuperar la dignidad y la autoestima de la especie y terminar con el nefasto culto a la imagen, es el rearme ético.
¿Y en qué consiste la ética? Ante todo, en la autenticidad. ¿Y qué es la autenticidad? La transparencia del espíritu, la verdad. Hay que ser idénticos en el pensamiento, la palabra y la obra. No es posible convivir pensando de una manera, hablando de otra y actuando de una tercera.
Habría que citar también la no violencia, como estilo ético de vida. No puede haber ética en la violencia, que es la grosera reacción del ego desairado, como tampoco la hay en las formas engañosamente blandas con que muchos esconden su pavor a aceptar responsabilidades y mantener unos principios. La no violencia requiere la mayor bravura porque implica no deponer la firmeza del criterio y la postura, aún ante la injusticia, la intransigencia y la provocación. Para muchos, hoy, la no violencia se reduce a otra moda, a una mera cuestión estética, pero para quien bien la entiende llega mucho más lejos; es el resultado de una eco-visión en la que nada ni nadie se considera aislado del resto ni, por tanto, es susceptible de ser juzgado, condenado y destruido con abstracción del contexto. Es la sabiduría de deshacer los nudos contra la furia de romper las cuerdas.
Finalmente, la templanza, es la virtud que modera la pasión y encauza el empuje desbordante de los deseos. Si estos no se frenan, toda ética es ficticia. Nadie está libre de impulsos acuciantes, cuyo oscuro y primitivo origen se esconde en las profundidades del subconsciente. Esa posesividad que nos empuja a apropiarnos de cuanto nos place (¿tal vez porque albergamos un Rey Supremo en lo más recóndito del Ser?) debe ser templada con el ejercicio de la discriminación. Dar rienda suelta a las fuerzas desatadas del hombre sólo lleva al caos y a la destrucción. La civilización consiste precisamente en dominar las fuerzas inferiores con el desarrollo de la razón y otras facultades superiores.
De acuerdo, la represión a ultranza es traumática e indeseable, pero una convivencia ética obliga a un esfuerzo razonable para someter los oscuros instintos egoístas y potenciar las actitudes generosas.
Nuestra sociedad permisiva ya está dando suficientes muestras de hastío y alarma ante la hecatombe que ha supuesto la necia implantación de una ética descabellada y acomodaticia, tal vez como reacción pendular a la hipócrita represión sufrida en recientes tiempos pretéritos. ¿Habremos aprendido ya que la ética no puede imponerse, puesto que es una actitud soberana e individual?
No es preciso escuchar sólo la voz de las Instituciones. Todo individuo es plenamente libre y capaz para reconciliarse consigo mismo y renunciar al desasosiego de un espíritu a la deriva, tomar las riendas de su propia existencia e imponerse la disciplina ética que canalice su esfuerzo hacia metas generosas de bienestar individual y colectivo, recuperando así su dignidad humana.
Paralelamente, el culto a la imagen, la hipocresía y la apariencia mentirosa que blanquean muchos sepulcros han de quedar, finalmente, de manifiesto y morir por sí solos.
¿Es posible diferenciar la crítica honesta de la vituperación maliciosa, la indignación de la ira, el desdén de la envidia o el rechazo legítimo de los celos? A estas actitudes las distingue únicamente la textura del alma, porque la acción es siempre mecánica y responde a una fuerza soberana que la anima. Así lo que en un hombre íntegro es sana indignación, en el mezquino puede ser cólera impotente. Todo se reduce a un juego de intenciones.
No hay espectáculo más patético que el que ofrece quien pretende ser lo que no es. Condenándose a la hipocresía y a la mentira se exilia de sí mismo para errar de por vida en un universo ficticio, desconectado de su propia realidad y carente de toda consistencia.
No es fácil el oficio de vivir dignamente, no. Uno ha de crear su propio personaje y dotarle de verosimilitud y altura, lo que implica una renuncia constante a la ventaja en aras de la ética, que es algo así como el "fair play" del espíritu. Desde luego, resulta mucho más tentador revestirse de una ética aparente y jugar sucio tras el parapeto de la imagen.
Muchos son los males de nuestra sociedad y muchas las soluciones que se aportan en el mayor despliegue de frivolidad que han conocido los siglos, pero hay un paso esencial que dar para recuperar la dignidad y la autoestima de la especie y terminar con el nefasto culto a la imagen, es el rearme ético.
¿Y en qué consiste la ética? Ante todo, en la autenticidad. ¿Y qué es la autenticidad? La transparencia del espíritu, la verdad. Hay que ser idénticos en el pensamiento, la palabra y la obra. No es posible convivir pensando de una manera, hablando de otra y actuando de una tercera.
Habría que citar también la no violencia, como estilo ético de vida. No puede haber ética en la violencia, que es la grosera reacción del ego desairado, como tampoco la hay en las formas engañosamente blandas con que muchos esconden su pavor a aceptar responsabilidades y mantener unos principios. La no violencia requiere la mayor bravura porque implica no deponer la firmeza del criterio y la postura, aún ante la injusticia, la intransigencia y la provocación. Para muchos, hoy, la no violencia se reduce a otra moda, a una mera cuestión estética, pero para quien bien la entiende llega mucho más lejos; es el resultado de una eco-visión en la que nada ni nadie se considera aislado del resto ni, por tanto, es susceptible de ser juzgado, condenado y destruido con abstracción del contexto. Es la sabiduría de deshacer los nudos contra la furia de romper las cuerdas.
Finalmente, la templanza, es la virtud que modera la pasión y encauza el empuje desbordante de los deseos. Si estos no se frenan, toda ética es ficticia. Nadie está libre de impulsos acuciantes, cuyo oscuro y primitivo origen se esconde en las profundidades del subconsciente. Esa posesividad que nos empuja a apropiarnos de cuanto nos place (¿tal vez porque albergamos un Rey Supremo en lo más recóndito del Ser?) debe ser templada con el ejercicio de la discriminación. Dar rienda suelta a las fuerzas desatadas del hombre sólo lleva al caos y a la destrucción. La civilización consiste precisamente en dominar las fuerzas inferiores con el desarrollo de la razón y otras facultades superiores.
De acuerdo, la represión a ultranza es traumática e indeseable, pero una convivencia ética obliga a un esfuerzo razonable para someter los oscuros instintos egoístas y potenciar las actitudes generosas.
Nuestra sociedad permisiva ya está dando suficientes muestras de hastío y alarma ante la hecatombe que ha supuesto la necia implantación de una ética descabellada y acomodaticia, tal vez como reacción pendular a la hipócrita represión sufrida en recientes tiempos pretéritos. ¿Habremos aprendido ya que la ética no puede imponerse, puesto que es una actitud soberana e individual?
No es preciso escuchar sólo la voz de las Instituciones. Todo individuo es plenamente libre y capaz para reconciliarse consigo mismo y renunciar al desasosiego de un espíritu a la deriva, tomar las riendas de su propia existencia e imponerse la disciplina ética que canalice su esfuerzo hacia metas generosas de bienestar individual y colectivo, recuperando así su dignidad humana.
Paralelamente, el culto a la imagen, la hipocresía y la apariencia mentirosa que blanquean muchos sepulcros han de quedar, finalmente, de manifiesto y morir por sí solos.
@gantillano
QUE FUERTE RESUENAN LAS PALABRAS DE REINALDO ARENAS
Voluntad de vivir manifestándose
Ahora me comen.
Ahora siento cómo suben y me tiran de las uñas.
Oigo su roer llegarme hasta los testículos.
Tierra, me echan tierra.
Bailan, bailan sobre este montón de tierra
Y piedra
Que me cubre.
Me aplastan y vituperan
Repitiendo no dé qué aberrante resolución que me atañe.
Me han sepultado.
Han danzado sobre mí.
Han apisonado bien el suelo.
Se han ido, se han ido dejándome bien muerto y enterrado.
Este es mi momento.
No es el muerto quien provoca el estupor
No es el muerto quien provoca el estupor
es la sorpresa de ver como olvidamos
su propia muerte, nuestro gran dolor.
Queda el muerto, nosotros nos marchamos.
No es el muerto, no, quien se retira.
Somos nosotros que vamos discutiendo,
sobre el cadáver que mudo nos mira,
la posibilidad de seguir sobreviviendo.
Cuando en la memoria al muerto divisamos
(juegos del tiempo, macabro escanciador)
no es pues al muerto a quien estamos viendo:
Somos nosotros que tétricos quedamos
al ver como miramos sin horror
al que en el gran horror se va pudriendo.
(La Habana, 1970)
Introducción del símbolo de la fe
Sé que más allá de la muerte
está la muerte,
sé que más acá de la vida
está la estafa.
Sé que no existe el consuelo
que no existe
la anhelada tierra de mis sueños
ni la desgarrada visión de nuestros héroes.
Pero
te seguimos buscando, patria,
en las traiciones del recién llegado
y en las mentiras del primer cronista.
Sé que no existe el refugio del abrazo
y que Dios es un estruendo de hojalata.
Pero
te seguimos buscando, patria,
en las amenazas del nuevo impostor
y en las palmas que revientan buldoceadas.
Sé que no existe la visión
del que siempre parece entre las llamas
que no existe la tierra presentida.
Pero
te seguimos buscando, tierra,
en el roer incesante de las aguas,
en el reventar de mangos y mameyes,
en el tecleteo de las estaciones
y en la confusión de todos los gritos.
Sé que no existe la zona del descanso
que faltan alimentos para el sueño,
que no hay puertas en medio del espanto
Pero
te seguimos, buscando, puerta,
en las costas usurpadas de metralla,
en la caligrafía de los delincuentes,
en el insustancial delirio de una conga.
Sé
que hay un enorme torrente de ofensas aun guardadas
y arsenales de armas estratégicas,
que hay palabras malditas, que hay presiones
y que en ningún sitio está el árbol que no existe.
Pero
te seguimos buscando, árbol,
en las madrugadas de cola para el pan
y en las noches de colas para el sueño.
Te seguimos buscando, sueño,
en las contradicciones de la historia
en los silbidos de las perseguidoras
y en las paredes atestadas de blasfemias.
Sé
que no hallaremos tiempo
que no hay tiempo ya para gritar,
que nos falta la memoria,
que olvidamos el poema, que, aturdidos,
acudimos a la última llamada
(El agua, la cola del cigarro).
Pero
te seguimos buscando, tiempo,
en nuestro obligatorio concurrir a mítines,
funerales y triunfos oficiales,
y en las interminables jornadas en el campo.
Te seguimos buscando, palabra,
por sobre las charlas de las cacatúas
y el que vendió su voz por un paseo,
por sobre el cobarde que reconoce el llanto
pero tiene familias… y horas de recreo.
Te seguimos trabajando, poema,
por sobre la histeria de las multitudes
y tras la consigna de los altavoces,
más allá del ficticio esplendor y las promesas.
Que es ridículo invocar la dicha
que no existe ‘la tierra tan deseada’
que no hallaran calma nuestras furias.
Todo eso lo sé.
Pero te seguimos buscando, dicha,
en la memoria de un gran latigazo
y tras el escozor de la última patada.
Te seguimos buscando, tierra,
en el fatigado ademan de nuestros padres
y en el obligatorio trotar de nuestras piernas.
Te seguimos buscando, calma,
en el infinito gravitar de nuestras furias
en el sitio donde confluyen nuestros huesos
en los mosquitos que comparten nuestros cuerpos
en el acoso por sueños y aceras
en el aullido del mar
en el sabor que perdieron los helados
en el olor del galán de noche
en la idea convertida en interjecciones ahogadas
en las noches de abstinencia
en la lujuria elemental
en el hambre de ayer que hoy hambrientos condenamos
en la pasada humillación que hoy humillados denunciamos.
En la censura de ayer que hoy amordazados señalamos
en el día que estalla
en los épicos suicidios
en el timo colectivo
en el chantaje internacional
en el pueril aplauso de las multitudes
en el reventar de cuerpos contra el muro
en las mañanas ametralladas
en la perenne infamia
en el impublicable ademan de los adolescentes
en nuestra voracidad impostergable
en el insolente estruendo de la primavera
en la ausencia de dios
en la soledad perpetua
y en el desesperado rodar hacia la muerte
Te seguimos buscando
te seguimos
te seguimos.
Central ‘Manuel Sanguily’, Consolación del Norte, Pinar del Rio.
Mayo de 1970.
Reinaldo Arenas (Holguín, 1943 – Nueva York, 1990). Novelista y poeta cubano. Su vida y su obra están marcadas por la insurrección castrista desde 1958. A pesar de haber participado en algunas de las políticas gubernamentales de Fidel Castro, en 1960 fue víctima de las medidas del gobierno en contra de los homosexuales. Fue encarcelado en la prisión de El Morro.En 1980, por una amnistía gubernamental, se exilió a Miami y posteriormente a Nueva York, ciudad en la que continuó escribiendo, hasta que, enfermo de sida, decidió suicidarse en 1990.
lunes, 27 de marzo de 2017
LOS ERRORES DE UNA DIRECCIÓN SIN LIDERAZGO
La experiencia y los años de trayectoria suelen convertir a un líder en un jefe exitoso. Por el contrario, aquellas personas con limitadas herramientas técnicas y sin un buen bagaje, suelen cometer graves errores, poniendo en riesgo el éxito de sus gestiones, con la consiguiente burla, descrédito y menosprecio tanto de su equipo de trabajo como de otros niveles de la organización.
He aquí algunas de los errores más comunes que suelen cometer los funcionarios inexpertos o inseguros en el desempeño de sus funciones al frente de los equipos de trabajo:
La excesiva preeminencia de los mecanismos de control sobre el estimulo al logro.
La indecisión para la acción y la inseguridad para la fijación de criterios y lineamientos.
La intransigencia al creer que siempre se tiene la razón, desestimando opiniones contrarias.
La falta de visión orientada al logro del equipo y la gestión orientada solo al logro de los intereses individuales.
Centrar la acción según esquemas de visión unipersonales e inflexibles.
La subestimación y sobrestimación sin fundamentos reales.
Utilizar el miedo y la coerción como forma de gestión.
Utilizar el favoritismo como estrategia para la manipulación y control del grupo de trabajo.
Toma decisiones basadas en suposiciones en lugar de tomar en cuenta la información disponible.
Incapacidad para reconocer el contexto en el cual se toman las decisiones.
Es negligente para formar formar equipos.
El peor tipo de jefe es el que no comprende la importancia de la cultura organizacional para los beneficios de la empresa. Si tratas a tus empleados con respeto y los haces felices, ellos trabajaran más duro y con mayor compromiso.
Fomentar una conducta positiva ayuda a que los empleados creen hábitos que mejoren la cultura a largo plazo. Fomentar la confrontación y el conflicto te conducirá inevitablemente al fracaso.
@gantillano
domingo, 26 de marzo de 2017
sábado, 25 de marzo de 2017
viernes, 24 de marzo de 2017
jueves, 23 de marzo de 2017
miércoles, 22 de marzo de 2017
MANIFIESTO REDARQUÍA
Necesitamos nuevas palabras para representar la nueva realidad. La redarquía es la estructura organizativa natural para la innovación en redes colaborativas, abiertas y transparentes, basadas en la confianza y el valor añadido de las personas; organizaciones que nos permitan dar una respuesta colectiva –la única posible– a los nuevos retos a que nos enfrentamos.
La ruptura progresiva entre la ciudadanía y las élites extractivas, que ostentan el poder en muchas de nuestras instituciones y partidos políticos de forma arbitraria y personalista, están poniendo en riesgo los valores y principios básicos sobre los que hemos constituido el estado de bienestar y nuestra convivencia durante los último años. Cuanto más nos aferramos a las jerarquías de poder tradicionales, más nos alejamos de las enormes posibilidades que nos brinda la nueva Era de la Colaboración para crear nuevas organizaciones verdaderamente centradas en las personas, transparentes, ágiles y flexibles, donde verdaderamente podamos dar lo mejor de nosotros mismos creando valor económico y social de forma sostenible.
La realidad nos muestra cada día que la jerarquía tiene un coste muy elevado en términos de valores, transparencia, iniciativa, creatividad y compromiso. Y es que desde su lógica fundamental —como maquina de poder— tiende al clientelismo premiando la lealtad, al mismo tiempo que sobrevalora el legado y las experiencias anteriores a expensas de la innovación y la adaptabilidad a los nuevos desafíos.
Las estructuras jerárquicas están fracasando en sus intentos para ajustarse a una nueva realidad mas global, compleja e incierta. Necesariamente tenemos que repensar cómo queremos que sean nuestras organizaciones en el futuro. Todo apunta a que las estructuras jerárquicas y altamente burocratizadas no podrán adaptarse. Cada día es mas evidente que necesitamos nuevos modelos organizativos para la coordinación de los esfuerzos colectivos.
La redarquía ya está aquí
“Las élites y las estructuras dominantes se verán sobrepasadas por los nuevos movimientos sociales, que basan su legitimidad en la transparencia y la confianza.” Manuel Castells (2002)
Los resultados electorales de las recientes elecciones europeas han puesto en evidencia que la redarquía social, adoptando la forma de nuevas movilizaciones y partidos políticos como Podemos, constituye un nuevo orden social específico de la sociedad red imperante en nuestra era. Esta redarquía social emerge como resultado de las nuevas relaciones sociales de comunicación horizontal y global entre ciudadanos, que no solo manifiestan su frustración, sino que han comenzado a movilizarse desde la realidad de sus problemas cotidianos: la sanidad, los desahucios, la educación, etc. Finalmente han comenzado a interesarse por la política y a participar en ella de forma activa ocupando las calles, haciendo oposición y buscando respuestas colectivas y solidarias a las diferentes problemáticas cuya solución hasta ahora dejaban en manos de la administración pública.
La crispación de los ciudadanos ha derivado en una clara desafección, y esta los ha conducido a la redarquía social, a la movilización política para buscar soluciones a sus problemas de forma colectiva.
Los ciudadanos han descubierto su poder para cambiarlo todo. Las redes sociales han cambiado para siempre la forma de hacer política; la web social como medio para la difusión de las nuevas ideas tiene un alcance multiplicador, y como plataforma colaborativa permite la coordinación de la acción política sin necesidad de las estructuras tradicionales de los partidos. Y es esta implicación directa de los ciudadanos en la acción política la gran esperanza para la regeneración de nuestro sistema político.
Los nuevos medios de comunicación social tienen el potencial de transformar radicalmente nuestras organizaciones en base a los propios valores de la web social: colaboración, autenticidad y transparencia. Nuestros jóvenes no comprenden las estructuras cerradas y opacas de las instituciones y partidos políticos actuales, y se preguntan, no sin razón, por qué no coordinar el esfuerzo colectivo en base a estructuras más transparentes y abiertas a la participación como las que ellos mismos utilizan cada día en la Web Social. Para cualquiera de nuestras instituciones, incluyendo la monarquía, el riesgo de no hacerlo es convertirse en irrelevantes en un futuro no muy lejano.
El Manifesto Redarquía es una lista de diez desafíos críticos a los que se enfrentan nuestras organizaciones en la búsqueda de este nuevo equilibrio. Cada punto del manifiesto llama la atención sobre un desafío específico de la nueva Era de la Colaboración.
1. Más propósito, menos retórica
En la mayoría de las organizaciones la realidad de sus valores no está a la altura de su retórica. Decimos una cosa y hacemos otra. La mayoría de las compañías afirman que las personas son su activo más importante, pero lo cierto es que su preocupación fundamental es maximizar la riqueza de los accionistas, algo inaceptable si lo que queremos es movilizar la energía humana. Los jóvenes de hoy quieren que su trabajo sea vida, que tenga un sentido.
El problema no está en lo que decimos como gestores, sino en lo que hacemos. Hablamos de dar mas autonomía a las personas, pero las decisiones siguen tomándolas unos pocos; hablamos de aplanar las jerarquías, pero no hemos cambiado sus estructuras de poder; hablamos de dar mas transparencia a nuestras organizaciones, pero las decisiones siguen siendo opacas. Resulta evidente que el verdadero problema no está en lo que dicen nuestros líderes, sino en lo que hacen.
2. Más colaboración, menos competencia
La colaboración se ha convertido en la clave para dar un paso más en el nivel de productividad de nuestras organizaciones. Es a través de la colaboración como podemos poner en práctica las nuevas formas de trabajo, la ruptura de los silos verticales y las nuevas formas de relacionarnos con los clientes. Tanto es así que, en la actualidad, una organización solo puede ser realmente competitiva si aprovecha al máximo las herramientas y modelos que la Era de la Colaboración pone a nuestro alcance.
Los nuevos medios de comunicación social y los modelos mentales que los acompañan nos permiten acercarnos a los clientes de una manera diferente y nos ayuda a potenciar la comunicación interna de la organización; facilita que reforcemos las relaciones y el compromiso, que encontremos y retengamos el talento que necesitamos.
La innovación abierta solo puede prosperar en organizaciones redárquicas en base a la confianza y con un alto nivel de transparencia entre todos los agentes involucrados.
3. Más emergencia, menos planificación
Ante un entorno disruptivo como el actual, la experimentación es la nueva planificación. La estrategia real en las organizaciones no es algo que se planifica, sino que emerge como resultado de la experimentación y la búsqueda de alternativas en un futuro que ya está aquí.
Así como la planificación deliberada depende de los líderes para establecer metas y desarrollar planes y estrategias a 3-5 años para alcanzarlos, las estrategia emergente surge de todos los eslabones de la empresa. La Estrategia emergente esta orientada a responder a los cambios, experimentar y lograr los mejores resultados con los medios disponibles. Requiere que la empresa genere continuamente una amplia gama de hipótesis, ponerlas a prueba en base a mínimos proyectos viables, escalar los experimentos mas exitosos y descartar los experimentos fracasados. La estrategia emergente no es la estrategia por predicción, es la estrategia por descubrimiento.
4. Más confianza, menos control
Los estilos administrativos de control de mando refuerzan las luchas de poder y una cultura general de paranoia, y aunque están pensados para asegurar un alto nivel de cumplimiento y predictibilidad su coste es muy elevado en términos de la autonomía, la creatividad y el compromiso de las personas que forman la organización.
Los sistemas de mando y control reflejan una enorme desconfianza hacia el compromiso y las competencias de los empleados. La colaboración solo puede prosperar en un entorno de confianza y transparencia, estos valores son esenciales para conectar a las personas emocionalmente con la organización.
La falta de confianza desmoraliza y el miedo paraliza. La adaptabilidad, la innovación y el compromiso requieren un ambiente de trabajo donde la información sea compartida, la diversidad de opiniones puedan ser expresadas con total libertad se hagan las preguntas valientes y se promuevan conductas dispuestas a asumir riesgos.
En las redarquía el control se realiza en base a la transparencia de las contribuciones individuales y la evaluación que los demás miembros de la red hagan de tus propias aportaciones.
5. Más innovación, menos miedo
En este nuevo contexto ya no podemos basar nuestra estrategias en una mera innovación continua de nuestros productos y servicios para asegurar su competitividad en el mercado. Ya no solo se trata de defender nuestra posición en el mercado; hoy es igualmente importante explorar nuevas oportunidades, experimentar y expandirse en nuevos mercados.
El proceso de innovación lleva siempre una dosis de improvisación, por lo que es importante que lo tolere la organización, sobre todo durante las fases iniciales de ideación y prototipado. Asimismo, es importante contar con personas creativas, pero a la vez persistentes que luchen para que las cosas sucedan a pesar de las resistencias internas. Es importante ser tolerante a los fallos y trabajar por emergencia, creando el entorno que haga posible que las nuevas experiencias ocurran de forma natural en vez de intentar planificar y controlar cada paso del proceso.
Una de las grandes ventajas de la redarquía como arquitectura natural para la innovación, es que tiende de forma natural, como los mercados, a asignar los recursos en función de sus capacidades y motivaciones reales, por lo que las personas acaban en los puestos de mayor contribución a la organización.
6. Más influencia, menos autoridad
La necesidad de prepararnos para un mundo digitalizado ha puesto de manifiesto la necesidad de nuevos modelos de liderazgo. En la Era de la Colaboración el nuevo rol del líder como arquitecto social será encontrar el equilibrio necesario entre las necesidades de productividad de las organizaciones y las necesidades de propósito de las personas.
Este nuevo tipo de liderazgo se ejercerá en base a la influencia, la autenticidad, la credibilidad personal y el valor añadido que el líder aporta a la comunidad, y no de la habilidad de acumular poder posicional.
La redarquía es dirigida por líderes auténticos, personas con capacidad para energizar y ensanchar la comunidad en lugar de manejarla desde arriba, lo que requiere una gran capacidad de credibilidad personal para conectar con la inteligencia colectiva de la organización, movilizar y coordinar los esfuerzos humanos.
7. Más comunidad, menos fronteras
La Web Social nos permite participar, crear y aprender de forma colaborativa en estructuras abiertas y basadas en la confianza. Las fronteras de nuestras organizaciones se están volviendo líquidas. Los procesos de decisión deben estar libres de prejuicios, y deben aprovechar el conocimiento colectivo de toda la organización.
Los “silos” funcionales no aportan valor a las organizaciones y la pirámide organizativa tradicional debe ser complementada por una redarquía emergente donde el estatus y la influencia se correspondan con el valor añadido y la contribución a la comunidad. Los nuevos modelos de negocio se basan cada vez mas en la creación de redes informales, la colaboración en masas y ecosistemas de producción que traspasan las fronteras de la organización.
8. Más transparencia, menos opacidad
La Era de la Colaboración está triturando a velocidad acelerada, y para siempre, el telón que siempre ha ocultado la realidad de las organizaciones de la vista pública. Sin embargo, todavía son pocas las empresas dispuestas a aceptar y manejar este nuevo escrutinio. Para la mayoría, la transparencia es un elemento costoso y perturbador que amenaza su supervivencia.
La transparencia es una nueva fuerza que está desencadenando, ahora mismo, cambios profundos en todos los ámbitos; cambios que van a afectar de manera definitiva a la viabilidad futura de todas las organizaciones.
La redarquía nos ha descubierto un aspecto crucial: la validez de nuestra reputación y proposición de valor de nuestras organizaciones está “a un solo clic de distancia”, como nunca antes, de los clientes y usuarios de nuestros servicios, que pueden emitir su veredicto, positivo o negativo, al instante.
9. Más dialogo, menos imposición
“El mercado son conversaciones”. Esta frase, repetida hasta la saciedad por cientos de conversos, y que es la base para entender cómo están cambiando los clientes, todavía suena nueva en muchas organizaciones. Los clientes quieren hablar con gente real, con cara y ojos que realmente representen a las organizaciones, y no que se les grite en los oídos como hace la publicidad tradicional.
En la redarquía todos podemos participar activamente en las conversaciones con nuestros compañeros, con nuestros clientes, y con nuestros suministradores. Solo así podremos saber qué hay que hacer y qué hay que dejar de hacer; qué nuevos productos y servicios demandan nuestros clientes; y qué tipo de organizaciones debemos diseñar para atraer y retener el nuevo talento digital. Son estas conversaciones las que nos permiten cultivar la inteligencia colectiva y crear valor económico y social.
10. Más redarquía, menos jerarquía
La web social no muestra cada día como las medios de comunicación social hacen posible coordinar el esfuerzo humano sin sacrificar la creatividad y la pasión de las personas. Y a la vez hacen posible nuevas organizaciones abiertas donde las ideas puedan competir en igualdad de condiciones, las personas puedan contribuir en las áreas que más les interesan, la autoridad esté en consonancia con el valor que se aporta a la organización y el liderazgo y la innovación sea el trabajo de todos.
Mientras que la jerarquía ha dado la escalabilidad a nuestras organizaciones, su coste ha sido elevado en términos de iniciativa y creatividad. Hoy en día, gracias a las tecnologías sociales hay una alternativa: la redarquía.
Cada día surgen en la Web Social nuevas organizaciones capaces de escalar sin necesidad de un control jerárquico y centralizado de la gestión. Las nuevas tecnologías sociales nos permiten abordar la complejidad sin necesidad de grandes estructuras jerárquicas, lo que nos hace pensar que en un futuro no muy lejano vamos a poder superar la paradoja histórica de la gestión entre control y confianza. Vamos a ser capaces de construir organizaciones escalables y eficientes sin incurrir en el alto coste de las burocracias centralizadas.
Preparar nuestras organizaciones para abordar el futuro requiere dotarlas de unos atributos muy similares a los que vemos cada día en la web social. La redarquía como nuevo orden emergente en nuestras organizaciones no está basada en el poder y la autoridad de la jerarquía formal, sino en las relaciones de participación y los flujos de actividad que, de forma natural, surgen en redes sociales de colaboración, basadas en el valor añadido de las personas, la autenticidad y la confianza.
La redarquía, como estructura complementaria a la jerarquía, no necesariamente excluyente, hace posibles nuevos marcos de contribución en las organizaciones, no necesariamente ligados a ocupar posiciones de poder y autoridad en el organigrama, sino a la credibilidad y valor añadido de las personas. La redarquía si es incompatible con el uso arbitrario y personalista del poder, y con la utilización que muchas personas han hecho de la burocracia para obtener un provecho propio. Estos abusos destruyen valor, crean organizaciones injustas y desmotivan a las personas.
De hecho, creo que la mayoría de los conflictos entre redarquía y jerarquía, surgirán en la línea que separa a los que quieren preservar los privilegios y el poder de las èlites extractivas, de aquellos que aspiramos a construir un mundo menos orientado al poder, más justo, equitativo y sostenible.
Esta es la verdadera frontera entre redarquía y jerarquía. ¿De qué lado estás?
José Cabrera
PROFÉTICO ORWELL
George Orwell es considerado uno de los grandes críticos sociales de la era moderna. Algunas de sus citas, con más de medio siglo de antigüedad, muestran una profunda comprensión del futuro, que solo una mente iluminada como la suya podía llegar a tener. Aquí les dejo 10 de las más célebres.
1
Muchas personas, actualmente tienen la voluntad de enterrar la cabeza en la arena cuando se trata de asuntos políticos, pero por mucho que se esfuercen, jamás conseguirán aislarse de la realidad.
Aunque alguien consiga evitar la política, en algún momento los efectos de las decisiones políticas que ha tratado de evitar, llamarán a su puerta y le afectarán plenamente.
2
“Toda la propaganda de guerra, todos los gritos, las mentiras y el odio, provienen, invariablemente, de gente que no está luchando”
Lo podemos ver cada día en las noticias, donde constantemente aparecen líderes políticos, expertos analistas o tertulianos opinadores, clamando por la necesidad de hacer fluir la sangre por las calles de alguna ciudad o región de nombre impronunciable.
Siempre en forma de bombardeos “selectivos y humanitarios”, en forma de lucha “legítima” contra tiranos o terroristas en nombre de la democracia, la paz, la seguridad o la ley internacional o en defensa de las patrias, las creencias o las ideologías más variopintas. Y a medida que caen las bombas y vuelan las balas, ellos siguen embutidos en sus cómodos trajes, hablando tranquilamente ante las cámaras, lejos del campo de batalla que ellos mismos han generado.
Ellos nunca luchan en sus guerras…
3
“La guerra contra un país extranjero sólo ocurre cuando las clases adineradas piensan que van a beneficiarse de ella”
Ésta es una idea difícil de aceptar para mucha gente. Pero solo hace falta ver quién se benefició de las recientes guerras libradas por los Estados Unidos para comprender que ésta es la auténtica realidad que se esconde detrás de la mayoría de conflictos actuales.
4
“El propio concepto de verdad objetiva está desapareciendo de nuestro mundo. Las mentiras pasarán a la historia”
Podemos verlo constantemente en libros de historia de todo el mundo.
Por ejemplo, hay un libro de historia iraquí que narra la “gloriosa victoria de Saddam Hussein sobre los Estados Unidos” en 1991.
Existen, a su vez, múltiples libros de historia, de naciones diferentes, que afirman que alguno de sus ciudadanos fue el primero en volar o en realizar un mismo invento.
La historia siempre es escrita por el vencedor o por el que tiene el poder…y a éste nunca se le pregunta si está diciendo la verdad.
5
“En una época de engaño, decir la verdad es un acto revolucionario”
Cada vez está más claro: las revoluciones del futuro no se librarán con balas y explosivos, sino con pequeños fragmentos de datos que viajen por las redes de todo el mundo destruyendo las falsas narraciones con las que los gobiernos engañan a sus ciudadanos.
Ahí estan los ejemplos (aunque discutidos) de Assange, Manning o Snowden…
6
“El periodismo consiste en decir cosas que alguien no quiere que digas: todo lo demás son relaciones públicas”
No nos equivoquemos al respecto; si un artículo no enoja a alguien, no es auténtico periodismo.
La mayor parte de lo que actualmente es considerado “una noticia”, es poco más que un anuncio oficial de un producto, un servicio, o una creencia.
Es decir, pura propaganda al servicio de algún interés.
El auténtico periodismo consiste en desvelar la verdad. Y la verdad siempre molesta a alguien…
7
“En la vida real es siempre el yunque el que rompe al martillo…”
En todos los conflictos, tal y como podemos ver actualmente por todo el mundo, el bando vencedor no es el que puede infligir un mayor daño, sino el que es capaz de soportar mayores daños.
El que resiste, es el que acaba imponiéndose en última instancia.
La historia está repleta de situaciones en las que poderosas fuerzas militares “ganaron las batallas pero perdieron la guerra”.
¿Recuerdas Vietnam?
8
“El nacionalista no sólo no desaprueba las atrocidades cometidas por su propio bando, sino que además tiene una notable capacidad para ni siquiera oír hablar de ellas”
Que se lo digan a los ciudadanos norteamericanos.
Lanzarán el grito al cielo si les hablan de las torres gemelas…pero ni tan solo han oído hablar de Haditha, Panjwai, el distrito de Maywand o de Mahmudiya.
En todos estos incidentes, los que cometieron las atrocidades y los actos de brutalidad llevaban una bandera norteamericana en su hombro.
Y así con todos los países…
9
“Las amenazas a la libertad de expresión, de escritura y de acción, aunque a menudo parecen triviales cuando las vemos aisladamente, son acumulativas en su efecto y siempre conducen a una falta de respeto generalizado hacia los derechos del ciudadano”
Todos los días aparece una nueva forma de censura o un nuevo método de forzar a la gente a que se autocensure y la gente no reacciona ante ello, ya que cada vez que aparece un nuevo método de represión, sólo se aplica a una pequeña minoría.
Cuando las personas se percatan de que su libertad de expresión y su capacidad para disentir ha sido completamente restringida, ya es demasiado tarde.
Y eso nos lleva a la cita más inquietante de Orwell…
10
Una vez que las personas son adoctrinadas con creencias nacionalistas y una vez que se ha creado la infraestructura necesaria para protegerlos de algun tipo de “enemigo” constantemente cambiante en nombre y forma, ya no hay ninguna posibilidad de que las personas recuperen la libertad.
En el momento en que todas estas piezas están en su lugar, se pierde toda oportunidad de recuperar la libertad y no solo eso, sino que se evapora la voluntad de las personas de alcanzar dicha libertad.
Llegados a este punto, las personas verdaderamente aman al Gran Hermano.
¿No es lo que está sucediendo actualmente con gran parte de la población de todos los países?
CHAINS - FRIGYES KARINTHY
En 1929 un escritor húngaro llamado Frigyes Karinthy basó la trama de un breve cuento titulado Chains, en la siguiente idea: partiendo de un pequeño número de contactos se puede ir construyendo una cadena de crecimiento exponencial que puede llegar a unir a la humanidad entera. Esta fue la base de lo que más tarde se conoció como teoría de los seis grados.
Aquí les dejo el cuento original que inspiró la Teoría de los Seis Grados y que también contribuyó al desarrollo de la Teoría de Sistemas, base de todo el desarrollo tecnológico que hoy nos permite interactuar a través de las redes sociales.
CADENAS
Frigyes Karinthy (1929)
Nos encontrábamos discutiendo animadamente acerca de si el mundo actual evoluciona en una particular dirección, o si por el contrario el universo perduraría en una constante renovación por toda la eternidad –Hay algo de crucial importancia, pero no se como expresarlo de la mejor manera – Dije en medio de la conversación; y repentinamente, me odie por decirlo.
Déjenme ponerlo de esta forma - el planeta tierra nunca ha sido tan pequeño como en la actualidad, el acelerado desarrollo de las comunicaciones lo ha reducido - por supuesto hablando en términos relativos. El tema había estado presente con anterioridad en nuestras conversaciones, pero nunca con tanto detalle como en esta oportunidad.
Hablamos de lo rápido que cualquiera en la tierra, puede saber en pocos minutos lo que yo o cualquier persona piensa, lo que hace, lo que quiere o lo que le gustaría hacer. Si hace años alguien me hubiera dicho que esto seria una realidad, habría pensado que solo seria posible con magia.
Hoy vivimos en una tierra de fantasía, pero me decepciona un poco que esta tierra sea más pequeña de lo que pudiera ser el mundo real.
Chesterton quien retrato el mundo como un pequeño e íntimo universo, siempre estuvo negado a considerar al cosmos como algo realmente grande. Creo que esta idea es muy particular a la luz de los acontecimientos que vivimos en esta nueva era de las comunicaciones. While Chesterton quien renegó de la evolución y la tecnología, tuvo finalmente que verse en la obligación de admitir que el país de fantasía que soñaba podría llegar a través de la revolución científica a la que tan vehementemente se opuso.
Todo se renueva, va y viene. La diferencia esta en como se ha acelerado inusitadamente el tiempo y el espacio. Ahora mis pensamientos pueden darle la vuelta al mundo solo en minutos y todos los acontecimientos de la historia hubieran podido suceder en tan solo un par de años.
Algo debemos sacar de esta cadena de pensamientos. Si solo lo supiéramos! ( Sentí que tenia todas las respuestas sobre el tema, pero creo que las he olvidado, al final parece que mis certezas fueron superadas por la duda. Quizás estuve demasiado cerca de la verdad, como cuando estamos cerca del Polo Norte y la aguja de la brújula gira en círculos descontroladamente. Parece que lo mismo ocurre cuando nuestras creencias están demasiado cerca de Dios).
Un juego fascinante surgió esta discusión. Uno de nosotros propuso realizar el siguiente experimento para demostrar que la población de la tierra está ahora más cercana que nunca antes. Hay que seleccionar a una persona de los 1,5 billones de habitantes de la tierra – cualquiera, en cualquier lugar-. La apuesta realizada consistió en tratar de contactar a esta persona a partir de no más de cinco individuos de los cuales solo uno de ellos puede ser un conocido personal. Por ejemplo “Usted conoce al Señor XY, pídale por favor que se ponga en contacto con el Señor QZ” y así sucesivamente de persona en persona. Cada persona debe preguntar a un amigo de su círculo si conoce al Señor XY y trasmitir el mensaje.
Una idea interesante! – dijo alguien - Vamos a intentarlo ¿Podríamos contactar a Selma Lagerlöf?" (1)
Bien, que sea Selma Lagerlöf
Quien propuso el juego respondió - Pero sería demasiado fácil - y en tan solo dos segundos dio al traste con la propuesta - Selma Lagerlöf acaba de ganar el Premio Nobel de literatura, el cual fue anunciado por el rey Gustavo de Suecia, quien por regla general es quien le habría entregado el premio. Es bien sabido que al rey Gustavo le encanta jugar tenis y es un asiduo participante en los torneos internacionales, donde seguramente ha Jugado con el Sr. Kehrling(2) , por lo que debemos suponer que ambos se conocen. Y resulta que yo también conozco bastante bien al Sr. Kehrling. (Quien habla es un buen tenista). Fíjense que en este caso solo necesitamos dos de los cinco enlaces, lo que no es sorprendente ya que siempre es más fácil encontrar a alguien que conoce una figura famosa o popular que alguna persona corriente, insignificante. ¡Venga, denme uno más difícil de resolver!
Propuse un problema más difícil: encontrar utilizando uno de mis contactos la vinculación con un anónimo trabajador en la Compañía Ford Motor - y lo logré en tan solo en cuatro pasos. El trabajador conoce a su capataz, quien conoce al Señor Ford, quien es buen amigo del Director General del Imperio Publicitario Hearst. Yo tengo un amigo cercano el Señor Árpád Pásztor, quien recientemente habría entablado amistad con el Director de la Publicidad Hearst. Yo podría pedirle como favor a mi amigo que enviara un telegrama al Director de Hearst pidiéndole contactar al señor Ford, quien entraría en contacto con el capataz quien le solicitaría al trabajador ensamblar un nuevo automóvil, el cual estoy necesitando.
Y así prosiguió el juego. Nuestro amigo estaba en lo correcto: nadie del grupo necesito más de cinco eslabones de la cadena para llegar a relacionarse con una persona y sólo utilizando como método el conocimiento.
Pero esto nos llevó a otra pregunta: ¿Existió alguna vez en la historia humana algún momento en el que esto hubiera sido imposible? Julio Cesar, por ejemplo, era un hombre popular, pero si a él se le hubiera ocurrido la idea de contactar con un sacerdote de una de las tribus mayas o aztecas que vivían en las Américas, en ese momento, no podría él haberlo logrado – ni en cinco pasos, y ni siquiera en trescientos. Los europeos en esos días sabían menos sobre América y sus habitantes que ahora nosotros sabemos acerca de Marte y sus habitantes.
Así es que aquí algo importante está pasando, hay un proceso de contracción y expansión que va más allá de los cambios o las transformaciones. Algo se comprime, se reduce en tamaño, mientras que algo más fluye hacia afuera y crece. ¿Cómo es posible que toda esta expansión y crecimiento material pueda haber comenzado con una pequeña y brillante Chispa que estalló en el entramado de nervios del cerebro de un ser humano primitivo hace millones de años? Y ¿cómo es posible que por ahora, este crecimiento continuo tenga la capacidad de inundarnos y reducir a cenizas el mundo físico que conocemos? ¿Es posible que la energía puede conquistar la materia, que el alma sea una verdad más poderosa que el cuerpo, que la vida tenga un significado que sobrevive a la vida misma, que perdure más allá de la muerte, que Dios, después de todo, sea más poderoso que el diablo?
Me da vergüenza admitirlo –puede parecer absurdo- pero me he descubierto jugando este juego, conectando seres humanos como si fueran simples entidades. Me he vuelto muy bueno en eso. Es un juego inútil, por supuesto, pero creo que me he convertido en un adicto, soy como el jugador que apuesta todas sus ganancias, sabiendo que las perderá, solo por el gusto de ver las cartas de su oponente. Este extraño juego sacude constantemente mi de mente: ¿Cómo puedo encadenar, con tres, cuatro, o un máximo de cinco eslabones lo trivial, lo cotidiano de la vida? ¿Cómo puedo vincular un fenómeno con otro? ¿Cómo puedo unir lo conocido y lo efímero con cosas constantes, permanentes? ¿Cómo puedo enlazar la pieza con el todo?
Sería agradable vivir, divertirse y tomar nota de la utilidad de las cosas sólo por el placer o el dolor que me causen. Por desgracia, no es posible. Espero que este juego me ayude a buscar otra cosa en los ojos que me sonríen o en lo primero que me llame la atención, algo más allá de la necesidad de acercarme a su realidad.
Una persona me ama, otro me odia. ¿Por qué? ¿Por qué el amor y el odio?
Hay personas que no se entienden, pero supongo que yo si las entiendo ¿Cómo?
Alguien está vendiendo uvas en la calle mientras mi hijo está llorando en la otra sala. La esposa de un conocido lo ha engañado, como a una multitud de cientos, mientras cincuenta mil relojes Dempsey se sincronizan. La última novela de Romain Roland es criticada, mientras mi amigo Q cambia de opinión sobre el señor Y. “Ring-a-ring o' roses, a pocketful of posies….”.(3)
¿Cómo puede uno construir cualquier cadena de conexiones entre estas cosas al azar, sin llenar treinta volúmenes de filosofía haciéndolo sólo con suposiciones razonables. La cadena comienza con el asunto y su último vínculo conduce a mí como la fuente de todo.
Bien, al igual que este señor, que se acercó a mi mesa en la cafetería donde ahora estoy escribiendo, quien interrumpe mis pensamientos con algún problema insignificante haciéndome olvidar lo que iba a decir. ¿Por qué tiene que venir aquí y molestarte?
Mi primer enlace: A el realmente no le importa lo que pueda estar pensando la gente que se encuentra escribiendo. Mi segundo enlace: En este mundo no se aprecia el conocimiento escrito como solía hacerse hace un cuarto de siglo. La nueva cosmovisión no valora las importantes ideas que marcaron el final del siglo XIX Pensar es en vano, hoy se desdeña el intelecto. El tercer enlace: Este desprecio es la fuente de la histeria, el miedo y el terror que hoy arrasa a Europa. El cuarto enlace El orden del mundo está destruido Bien, “Dejemos que un nuevo orden mundial aparezca! Dejemos que el nuevo Mesías venga al mundo! Que el Dios del universo se nos muestre una vez más a través de la zarza ardiente! Dejemos que haya paz, guerra, revoluciones. Y finalmente aquí está el quinto enlace:
Que nunca más se le ocurra a alguien atreverse a molestarme mientras juego, cuando configuro los fantasmas de mi imaginación……. cuando creo!
FRIGYES KARINTHY
1 Novelista sueca Selma Lagerlöf (1858-1940). Recibió el Premio Nobel de literatura en 1909, fue la responsable del retorno del contemplativo romanticismo sueco. También escribió novelas para niños.
2 Béla Kehrling, (1891-1937) fue un destacado deportista húngaro. Jugador de fútbol, tenis de mesa y tenis. Reclutado por Suecia, salió victorioso en los campeonatos de tenis en 1923, tanto en interiores como al aire libre y ocupó el tercer puesto en la modalidad de dobles de Wimbledon. También jugó fútbol y hockey sobre hielo.
3 Ring-a-ring o' roses, a pocketful of posies. Canción infantil inglesa de principios de siglo XIX ( Al corro corrito. Ramos en el bolsillo. Cenizas, cenizas, nos caemos toditos!)
(Me disculpo por la traducción, no ha sido nada fácil, el texto original fue escrito en húngaro, traducido al inglés con muchos errores y luego al castellano, todavía corrijo la gramática en la traducción del inglés al castellano, cualquier ayuda será bien recibida) gantillano.