TRADICIÓN VENEZOLANA






La verdadera historia del Pan de Jamón
Miro Popic


Muchos creen que el pan de jamón se ha comido toda la vida en Venezuela y no es así.


Es más, aunque les duela a algunos Bolívar no comió pan de jamón. No pudo hacerlo porque en su época simplemente no existía.


Sobre el origen del pan de jamón existen muchas historias (la mayoría equivocadas debido a su carencia de rigor histórico e investigativo): desde su origen colonial y mestizo, hasta la de que fue el invento de un panadero italiano por allá en 1940 quien, en medio de una borrachera decembrina, le dio por confeccionar un cachito gigante.


Lo realmente cierto del origen del pan de jamón, es que no nació en la época colonial ni en el patio trasero de las casas de la época pues no existe registro histórico que lo avale.


No es entonces, una receta que se ha legado de generación en generación y que haya sufrido los cambios propios de su paso por el tiempo.


Es una creación de comienzos del Siglo XX, que poco a poco se 
fue transformando en una costumbre navideña hasta hacerse imprescindible cada diciembre.

Por si no lo saben, el pan de jamón es exclusivo de nuestro país, se inventó aquí, se come sólo aquí y lleva el sello de nuestra identidad.


Me pasé dos años investigando sobre su origen y al fin todo quedó plasmado en “El Libro del Pan de Jamón”, actualmente agotado, publicado hace casi 30 años y del que todavía estoy esperando los derechos de autor que nunca me pagaron.


El pan con jamón, así lo llamaban al principio, se inventó en 1905 en la Panadería “Ramella”, que quedaba en la esquina de Gradillas y originalmente llevaba sólo jamón.


Se hacía con masa de pan sobado que se rellenaba con los restos del jamón de coleto que se planchaba luego de dejarlo remojando en 
una preparación que incluía vinos, clavos, piñas, canela, papelón, etc. Luego, las panaderías de la competencia, que eran muchas, imitaron esta creación y le fueron agregando pasas y aceitunas.


“Fue Ramella la que comenzó con el pan de jamón y luego siguieron las otras panaderías -me dijo don Luis Morales en 1982, cuando todavía era secretario de la Asociación de Industriales de Panadería, que él había fundado en 1955-. Este pan se hacía con jamón “Ferry”, que venía forrado en una capa que llamábamos “chapapote”. Después de los años 40 el pan de jamón comenzó a hacerse con jamón en lonja. Pero ya no era el mismo, ni la masa ni el relleno. Ahora todo es más industrial, tiene menos sabor, antes se hacía con verdadero arte”.


Otra panadería famosa era la “Solís” de F. Banchs & C.A., y algunos creen que fue allí donde se elaboró por primera vez y quien lo hizo fue el viejo Francisco Banchs, de origen catalán, llegado a Venezuela en 1890. Pero no es así. 



“Mi abuelo llegó de España en 1890 – me confesó su nieto, el Dr. Francisco Banchs- y era de profesión panadero, pero él no inventó el pan de jamón. Es más, en España no se conocía en esa época”.






Panadería Solís

En la panadería de “Solís” comenzó a fabricarse a principios de siglo, pero no fuimos nosotros quienes lo inventamos, ya otra panadería lo había hecho antes, debe haber sido “Ramella”, como usted dice. Se hacía con jamón “Ferrys” y se picaba en cuadritos de un centímetro.



“Recuerdo muy bien porque yo era el encargado de cortarlo y pesarlo, yo era el pesador. Al pan de Bs. 1 se le ponían 30 gramos de jamón y 5 gramos de pasas, al de Bs. 2, 60 gramos de jamón y 10 gramos de pasas, y al de Bs.4, 120 gramos de jamón y 20 gramos de pasas. Eran panes por encargo”.

“Recuerdo que todos los 24 de diciembre, entre las 4 y las 7 de la noche, la panadería se llenaba de gente buscando el pan de jamón. Hubo un año que cayó un tremendo palo de agua y muchos panes se nos quedaron fríos”.


Normalmente las grandes recetas han nacido en las cocinas hogareñas y de allí han pasado a la cocina pública, a los restaurantes. Con el pan de jamón ocurre lo contrario. Desde sus orígenes fue un producto industrial que se transformó en tradición navideña.

La mayoría de la población se alimentaba con poco y solo en diciembre se daban el gusto de comer algo sabroso o de preparar las trabajosas hallacas.

El pan de jamón ha sufrido últimamente algunas alteraciones que 
van más allá de la receta original. Ciertas panaderías en vez de jamón de cerdo utilizan pavo, lo que es muy respetable en caso de aquellos que por cuestiones religiosas o prescripciones médicas, no pueden comer cochino.

Otros preparan versiones con masa de hojaldre, rica en mantequilla y más quebradiza.

También algunos lo hacen vegetariano.


He comido también panes rellenos con salmón ahumado, pero eso 
es ya otra cosa.

Para darle brillo, se pinta con huevo. Por mi parte, le pongo un melado de papelón cuando está dorándose en el horno. Le da ese toque dulzón que tanto nos gusta.


La primera prueba de que en Caracas existía el pan de jamón, la encontramos en el Nº 1826 del periódico “El Constitucional”, del 21 de diciembre de 1906, en un aviso a 3 columnas que dice: “Pan con jamón. Especialidades de la casa para los días de Pascuas, a 2, 4, 6, 8 reales, etc. Panadería de Sociedad Montaubán & C.A.”

No es sino a partir de los años ochenta, con la publicación de las primeras recetas en revistas y periódicos, que el pan de jamón comienza a hacerse en casa. En verdad no tenemos costumbre de preparar el pan en el hogar, salvo algunas familias andinas. Es más fácil adquirirlo en la panadería de la esquina.


Pero poco a poco esto ha ido cambiando y cada día son más los que se atreven a enharinarse las manos, entrarle de lleno a la cocina y hornearlo en casa justo el mismo día de la fiesta, para comerlo bien calentito, que sabe a gloria.



“…el pan de jamón es el único pan venezolano que recorre la fibra social de nuestro país, es decir desde las clases más pudientes hasta las más desposeídas o menos favorecidas comen pan de jamón en navidad, unos más costosos otros más económicos, pero todos los venezolanos comemos este pan en navidad, y así como recorre de arriba hacia abajo y se devuelve de abajo hacia arriba la fibra social, también atraviesa geográficamente de norte a sur y de este a oeste nuestro hermoso país, ese hecho en si mismo convierte al pan de jamón en un identificador de nosotros los venezolanos como pueblo, culturalmente el pan de jamón nos une en torno a una patria, a una nación con la que nos identificamos y de la cual nos sentimos orgullosos…”.





lunes, 4 de diciembre de 2017

4 DE DICIEMBRE DÍA DE SANTA BÁRBARA





Todos los 4 de diciembre de acuerdo con el calendario o santoral católico se celebra en muchos países de América y Europa el día de Santa Bárbara, fecha en la cual se presume su padre le quitó la vida hace más de 1700 años. 

Santa Bárbara es conocida como patrona de los artilleros, mineros, carpinteros, ingenieros, militares, bomberos, arquitectos, constructores, entre otros, suele ser invocada cuando se conoce un incendio, durante las tempestades o al haber una muerte súbita, lo que la convierte en una figura legendaria que va de generación en generación

Santa Bárbara forma parte de los 14 Santos Auxiliadores de la Iglesia Católica, y es una de las santas que cuenta con mayor devoción en Venezuela. Pero curiosamente, también quienes tienen conocimientos esotéricos la invocan como protectora, sobre todo quienes se hallan en peligro de muerte y no tienen sacramento.

En la santería, la identificación a menudo tiene que ver con las vestimentas o las razones por las que el santo o la Virgen son conocidos. Así Santa Bárbara, vestida de rojo y con espada en las imágenes católicas se identifica con el dios Changó, guerrero a quien se le atribuye la fuerza.

Manzanas y rosas rojas, vinotinto y un manto color carmín son algunas de las ofrendas que se le presentan en su día. Se trata de un momento de alegría en el cual muchos organizan fiestas o suculentas cenas en su honor.

Sobre su vida y muerte se ha obtenido información en su gran mayoría de un antiguo manuscrito propiedad del escritor griego Simeón de Metafrasto, dado a conocer a mediados del siglo VII, DC.

Según la tradición cristiana, Santa Bárbara, era hija de un Rey sátrapa de nombre Dióscorus, quien la encerró en una torre para impedir que los hombres admiraran su belleza y la sedujeran, o para evitar que fuera devota del cristiano.

Pese a la negativa de su progenitor continuó cultivando su fe y espíritu hacia el amor de Jesucristo, por lo que mandó construir tres ventanas en su torre, simbolizando la Santísima Trinidad. El padre de la bella joven se enteró del significado sus acciones, se enfadó y quiso matarla.

Por varios días fue martirizada con las peores formas de la época y torturada física y emocionalmente. Cuando ya su cuerpo se vio en las peores condiciones es trasladada a una montaña donde su progenitor sin piedad lleva a cabo su decapitación, dejando caer la espada para ver rodar la cabeza de su hija. Sin embargo, como un castigo divino, cuando Dióscorus regresaba de tan monstruoso crimen, un rayo que partió del cielo lo atravesó convirtiendo su cuerpo en cenizas.








domingo, 3 de diciembre de 2017

A CARACAS LLEGÓ PACHECO





“Llegó el Pacheco” es una de esas frases clásicas que decimos los venezolanos cuando pega el frio. Seguramente alguna vez nos hemos preguntado del porque y donde viene la costumbre de usar esta frase.

“Pacheco” tiene su origen en un floricultor galipanero que vivía en el Parque Nacional El Ávila, accidentes geográficos que se separa el clima caraqueño del que tiene la costa de Vargas. En la “Caracas de los techos rojos”, todos los diciembres el señor Pacheco llegaba a la Plaza Bolívar de Caracas huyendo del tremendo frío que pegaba en las montañas del Ávila.

Llegaba a la Ciudad por el Camino de los Españoles y entraba por la Puerta de Caracas en La Pastora, vendía sus flores frente a la famosa Iglesia de esa zona y descansaba de su difícil viaje, de esta manera la gente comenzó a asociar la llegada del vendedor de flores con la época más fría, desde Noviembre hasta Enero. Estas flores que solamente crecían en la montaña en esas épocas de frío

Cuando llegaba el señor se escuchaban los gritos “Llegó Pacheco!, Llegó El Fríoooo, Los Claveles de Galipán por 1 Centavo”. Este señor con el paso de los años se fue haciendo muy popular y muy querido.

Los caraqueños al ver a este hombre exclamaban “Allí viene Pacheco”, “Bajó Pacheco” o “Llegó Pacheco”, de esta forma sabían que las temperaturas estaban bajando en la montaña y que también bajarían a los pocos días en Caracas. La llegada del Pacheco era sinónimo de que se acercaba la Navidad.

Un año al llegar noviembre el señor no bajó a la ciudad y cuenta la historia que ese fin de año casi no hizo frío  Los habitantes de la ciudad decían “No vino Pacheco y tampoco vino el frío  Entonces se empezó a asociar pacheco con el frío y de ahí es que viene ese famoso dicho de “qué pacheco”.

Sin Duda el Cerro el Ávila es un lugar mágico, lleno de mitos y cuentos, quizás “Llegó Pacheco” sea la más arraigada entre los habitantes de la Ciudad de Caracas. Lo que es definitivo es que cada vez se ausenta el frio o bajas temperaturas en nuestra capital, duran muy pocos días. La Temperatura mas Baja registrada en Caracas fue de 8°C en un Enero.

El clima de Caracas es cálido de tipo intertropical de montaña con precipitaciones que varían entre los 900 y 1300 mm anuales, en la propia ciudad, y hasta los 2000 mm en algunas partes de la cordillera; la temperatura media anual es de 22,5 °C, siendo la media del mes más frío (enero) de 21 °C y la media del mes más cálido (mayo) de 24 °C, lo que da una amplitud térmica anual escasa, de sólo 3 °C. En los meses de diciembre, enero y febrero aparecen abundantes nieblas, además de un repentino descenso de temperaturas nocturnas que llegan a bajar hasta los 12 °C o algo menos. Además, las temperaturas nocturnas en cualquier época del año no suelen superar los 20 °C.

Señores “A Caracas llego Pacheco”




PRIMER DOMINGO DE ADVIENTO





Señor, ayúdame a estar vigilante
y no dejarme confundir
con el ruido del mundo...
quiero estar atento y preparado
para el momento de tu llegada.
Preparar mi alma y mi corazón con la
oración, para mantener viva
mi fe y mi esperanza
y hacer de mi un hombre nuevo
según sea tu voluntad.

Amén.

TRADICIÓN DE LA CORONA DE ADVIENTO






La palabra ADVIENTO es de origen latín y quiere decir VENIDA. Es el tiempo en que los cristianos nos preparamos para la venida de Jesucristo. El tiempo de adviento abarca cuatro semanas antes de Navidad. 

La realización de la Corona de Adviento es una significativa tradición para el pueblo cristiano, que anuncia el inicio del tiempo de Navidad. Esta ancestral costumbre tiene como finalidad prepararnos espirutualmente para celebrar el nacimiento del hijo de Dios. El Adviento de este año comienza hoy 3 de Diciembre.


Origen

La corona de adviento encuentra sus raíces en las costumbres pre-cristianas de los germanos (Alemania). Durante el frío y la oscuridad de diciembre, colectaban coronas de ramas verdes y encendían fuegos como señal de esperanza en la venida de la primavera. Pero la corona de adviento no representa una concesión al paganismo sino, al contrario, es un ejemplo de la cristianización de la cultura. Lo viejo ahora toma un nuevo y pleno contenido en Cristo. El vino para hacer todas las cosas nuevas.


Actualidad

Los cristianos supieron apreciar la enseñanza de Jesús: Juan 8,12: «Yo soy la luz del mundo; el que me siga no caminará en la oscuridad, sino que tendrá la luz de la vida.». La luz que prendemos en la oscuridad del invierno nos recuerda a Cristo que vence la oscuridad. Nosotros, unidos a Jesús, también somos luz: Mateo 5,14 «Vosotros sois la luz del mundo. No puede ocultarse una ciudad situada en la cima de un monte."

En el siglo XVI católicos y protestantes alemanes utilizaban este símbolo para celebrar el adviento: Aquellas costumbres primitivas contenían una semilla de verdad que ahora podía expresar la verdad suprema: Jesús es la luz que ha venido, que está con nosotros y que vendrá con gloria. Las velas anticipan la venida de la luz en la Navidad: Jesucristo.

La corona de adviento se hace con follaje verde sobre el que se insertan cuatro velas. Tres velas son violeta, una es rosa. El primer domingo de adviento encendemos la primera vela y cada domingo de adviento encendemos una vela más hasta llegar a la Navidad. La vela rosa corresponde al tercer domingo y representa el gozo. Mientras se encienden las velas se hace una oración, utilizando algún pasaje de la Biblia y se entonan cantos. Esto lo hacemos en las misas de adviento y también es recomendable hacerlo en casa, por ejemplo antes o después de la cena. Si no hay velas de esos colores aun se puede hacer la corona ya que lo más importante es el significado: la luz que aumenta con la proximidad del nacimiento de Jesús quien es la Luz del Mundo. La corona se puede llevar a la iglesia para ser bendecida por el sacerdote.


Simbolismos

La forma circular: El círculo no tiene principio ni fin. Es señal del amor de Dios que es eterno, sin principio y sin fin, y también de nuestro amor a Dios y al prójimo que nunca debe de terminar.

Las ramas verdes: Verde es el color de esperanza y vida. Dios quiere que esperemos su gracia, el perdón de los pecados y la gloria eterna al final de nuestras vidas. El anhelo más importante en nuestras vidas debe ser llegar a una unión más estrecha con Dios, nuestro Padre.

Las cuatro velas: Nos hacen pensar en la obscuridad provocada por el pecado que ciega al hombre y lo aleja de Dios. Después de la primera caída del hombre, Dios fue dando poco a poco una esperanza de salvación que iluminó todo el universo como las velas la corona. Así como las tinieblas se disipan con cada vela que encendemos, los siglos se fueron iluminando con la cada vez más cercana llegada de Cristo a nuestro mundo. Son cuatro velas las que se ponen en la corona y se prenden de una en una, durante los cuatro domingos de adviento al hacer la oración en familia.

Las manzanas rojas que adornan la corona: Representan los frutos del jardín del Edén con Adán y Eva que trajeron el pecado al mundo pero recibieron también la promesa del Salvador Universal.

El listón rojo: Representa nuestro amor a Dios y el amor de Dios que nos envuelve.


BENDICIÓN DE LA CORONA DE ADVIENTO 

En algunas parroquias o colegios se hace la bendición de las Coronas de Adviento. Si no sepuede asistir a estas celebraciones, se puede hacer la bendición en familia con la siguiente oración:

Señor Dios, bendice con tu poder nuestra corona de adviento para que, al encenderla, despierte en nosotros el deseo de esperar la venida de Cristo practicando las buenas obras, y para que así, cuando Él llegue, seamos admitidos al Reino de los Cielos.

Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.

Todos: Amén.

La bendición de Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre esta Corona y sobre todos los que con ella queremos preparar la venida de Jesús.





PRIMER DOMINGO


LLAMADA A LA VIGILIA.

ENTRADA. 

Se entona algún canto. 
Saludo. 
Guía: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. 
Acto de Contrición. 
Guía: Reconozcamos ante Dios que somos pecadores. 
Todos: Yo confieso ante Dios todopoderoso...

LITURGIA DE LA PALABRA. Lectura del santo evangelio según san Marcos 13,33: “Estén preparados y vigilando, ya que nos saben cual será el momento”. Palabra del Señor. (Breve pausa para meditar) 
Reflexión. 

Guía: Vigilar significa estar atentos, salir al encuentro del Señor, que quiere entrar, este año más que el pasado, en nuestra existencia, para darle sentido total y salvarnos.

ENCENDIDO DE LA VELA. Oración. 

Guía: Encendemos, Señor, esta luz, como aquel que enciende su lámpara para salir, en la noche, al encuentro del amigo que ya viene. En esta primer semana de Adviento queremos levantarnos para esperarte preparados, para recibirte con alegría. Muchas sombras nos envuelven. Muchos halagos nos adormecen.

Queremos estar despiertos y vigilantes, porque tú traes la luz más clara, la paz más profunda y la alegría más verdadera. ¡Ven, Señor Jesús!. ¡Ven, Señor Jesús!

PADRE NUESTRO
Guia: Unidos en una sola voz digamos: Padre Nuestro... 

CONCLUSION

Guía: Ven, Señor, haz resplandecer tu rostro sobre nosotros. 
Todos: Y seremos salvos. Amén.


SEGUNDO DOMINGO

ENTRADA. Se entona algún canto. Guía: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

Acto de Contrición. 
Guía: Reconozcamos ante Dios que somos pecadores. 
Todos: Yo confieso ante Dios todopoderoso...

LITURGIA DE LA PALABRA.
Lectura de la II carta de San Pedro 3,13-14: ”Nosotros esperamos según la promesa de Dios cielos nuevos y tierra nueva, un mundo en que reinará la justicia. Por eso, queridos hermanos, durante esta espera, esfuércense para que Dios los halle sin mancha ni culpa, viviendo en paz". Palabra de Dios. 
Breve pausa para meditar

Reflexión
Guía: ¿Qué va a cambiar en mí, en nosotros en este Adviento? ¿ Se notará que creemos de veras en Cristo?

ENCENDIDO DE LA VELA. Oración. 

Guía: Los profetas mantenían encendida la esperanza de Israel. Nosotros, como un símbolo, encendemos estas dos velas. El viejo tronco está rebrotando se estremece porque Dios se ha sembrado en nuestra carne... 

Que cada uno de nosotros, Señor, te abra su vida para que brotes, para que florezcas, para que nazcas y mantengas en nuestro corazón encendida la esperanza. ¡Ven pronto, Señor! ¡Ven, Salvador! 

PADRE NUESTRO. 
Guía: Unidos en una sola voz digamos: Padre nuestro... 

CONCLUSION. 
Guía: Ven, Señor, haz resplandecer tu rostro sobre nosotros. 
Todos: Y seremos salvados. Amén.


TERCER DOMINGO

ENTRADA.
Se entona algún canto. Saludo. 
Guía: En el nombre del Padre y del Hijo Y del Espíritu Santo. Acto de Contrición. 
Guía: Reconozcamos ante Dios que somos pecadores. 
Todos: Yo confieso ante Dios todopoderoso...

LITURGIA DE LA PALABRA.
Lectura de la Primera carta a los Tesalonicenses 5,23: ”Que el propio Dios de la paz los santifique, llevándolos a la perfección. Guárdense enteramente, sin mancha, en todo su espíritu, su alma y su cuerpo, hasta la venida de Cristo Jesús, nuestro Señor”. Palabra de Dios. 
Breve pausa para meditar. Reflexión.

Guía: Los hombres de hoy no verán en persona a Cristo en esta Navidad. Pero sí verán a la Iglesia, nos verán a nosotros. ¿Habrá más luz, más amor, más esperanza reflejada en nuestra vida para que puedan creer en El?

ENCENDIDO DE LA VELA. Oración.

Guía: En las tinieblas se encendió una luz, en el desierto clamó una voz. Se anuncia la buena noticia: ¡El Señor va a llegar! ¡Preparen sus caminos, porque ya se acerca! Adornen su alma como una novia se engalana el día de su boda. ¡Ya llega el mensajero!. Juan Bautista no es la luz, sino el que nos anuncia la luz.

Cuando encendemos estas tres velas cada uno de nosotros quiere ser antorcha tuya para que brilles, llama para que calientes. ¡Ven, Señor, a salvarnos, envuélvenos en tu luz, caliéntanos en tu amor!

PADRE NUESTRO. 
Guía: Unidos en una sola voz digamos: Padre nuestro... 

CONCLUSION. 
Guía: Ven, Señor, haz resplandecer tu rostro sobre nosotros. 
Todos: Y seremos salvados. Amén


CUARTO DOMINGO

Todos hacen la señal de la cruz.
Guía: "Nuestro auxilio es en el nombre del Señor"
Todos: "Que hizo el cielo y la tierra"

Liturgia de la Palabra:
Primera lectura: Rm 13,13-14 "Conduzcámonos como en pleno día, con dignidad. Nada de comilonas y borracheras, nada de lujuria ni desenfreno, nada de riñas ni pendencias. Vestios del Señor Jesucristo". "Palabra de Dios"
Todos: "Te alabamos Señor".

Segunda lectura: 2 Tes. 1,6-7 "Es justo a los ojos de Dios pagar con alivio a vosotros, los afligidos, y a nosotros, cuando el Señor Jesús se revele, viniendo del cielo acompañado de sus poderosos ángeles, entre las aclamaciones de sus pueblo santo y la admiración de todos los creyentes." -"Palabra de Dios"
Todos: "Te alabamos Señor".
Guía: "Ven, Señor, y no tardes.
Todos: "Perdona los pecados de tu pueblo".

SE ENCIENDEN LAS CUATRO VELAS
Guía: "Bendigamos al Señor"
Todos hacen la señal de la cruz mientras dicen: "Demos gracias a Dios".

Humildad y gloria
El Nacimiento de Jesús

Guía: Lectura del Evangelio según San Lucas (2:6-7)
"Y sucedió que, mientras ellos estaban allí, se le cumplieron
los días del alumbramiento, y dio a luz a su hijo primogénito,
le envolvió en pañales y le acostó en un pesebre, porque no tenían sitio en el alojamiento."
"Palabra de Dios"
Todos: "Te alabamos Señor".

MEDITACION

La Virgen y San José, con su fe, esperanza y caridad salen victoriosos en la prueba. No hay rechazo, ni frío, ni oscuridad ni incomodidad que les pueda separar del amor de Cristo que nace. Ellos son los benditos de Dios que le reciben. Dios no encuentra lugar mejor que aquel pesebre, porque allí estaba el amor inmaculado que lo recibe.

Nos unimos a La Virgen y San José con un sincero deseo de renunciar a todo lo que impide que Jesús nazca en nuestro corazón.

Tiempo de silencio / Tiempo de intercesión
Padre Nuestro / Ave María.

ORACIÓN FINAL

Derrama Señor, tu gracia sobre nosotros, que, por el anuncio del ángel, hemos conocido la encarnación de tu Hijo, para que lleguemos por su pasión y su cruz a la gloria de la resurrección. Por nuestro Señor Jesucristo.

ENCENDIDO DE LA CRUZ DEL ÁVILA




El encendido de la Cruz del Ávila es una de esas tradiciones caraqueñas que han simbolizado desde hace 53 años el inicio de las festividades navideñas y del final del año. Muy tristemente, esta tradición de larga data se ha tratado de desvirtuar en los últimos años, encendiendo la cruz en fechas diferente y por razones políticas, pero pese a estos inútiles ataques, su real significado sigue vivo en los corazones de quiene amamos esta ciudad. Así que hoy primero de diciembre del año 2016 recordemos con cariño y como una forma de mantener viva la memoria, que algunos quieren destruir, el "Encendido de la Cruz del Ávila.

La Cruz del Ávila es una enorme cruz latina de neón que está ubicada en el Cerro Papelón del Parque Nacional El Ávila, que puede ser vista claramente durante la Navidad desde Caracas, Venezuela.

La estructura de la Cruz del Ávila tiene 37 metros de alto y 18 metros de ancho, está ubicada a 1.530 metros sobre el nivel del mar, se enciende tradicionalmente desde el 1 de diciembre de cada año hasta el 6 de enero del siguiente.

La idea de crear una cruz iluminada para representar la época navideña fue de Ottomar Pfersdorff, un ingeniero estadounidense que arribó a Venezuela en los años 1940, y que comenzó a laborar para la Electricidad de Caracas en 1948. Estando inspirado en las festividades decembrinas en Venezuela, decidió crear un ícono representativo de las mismas, así como del servicio eficiente de la EDC.

Sea el encendido de la Cruz del Ávila un momento especial para desearle a todos nuestros amigos felicidad, paz, armonía y salud.



DESDE CARACAS VENEZUELA




¡FELIZ NAVIDAD 2017!



miércoles, 29 de noviembre de 2017

LA ORACIÓN DE ANDRES BELLO




La Oración Por Todos 

I

Ve a rezar, hija mía. Ya es la hora
de la conciencia y del pensar profundo:
cesó el trabajo afanador y al mundo
la sombra va a colgar su pabellón.
Sacude el polvo el árbol del camino,
al soplo de la noche; y en el suelto
manto de la sutil neblina envuelto,
se ve temblar el viejo torreón.
¡Mira su ruedo de cambiante nácar
el occidente más y más angosta;
y enciende sobre el cerro de la costa
el astro de la tarde su fanal.
Para la pobre cena aderezado,
brilla el albergue rústico; y la tarda
vuelta del labrador la esposa aguarda
con su tierna familia en el umbral.
Brota del seno de la azul esfera
uno tras otro fúlgido diamante;
y ya apenas de un carro vacilante
se oye a distancia el desigual rumor.
Todo se hunde en la sombra; el monte, el valle,
y la iglesia, y la choza, y la alquería;
y a los destellos últimos del día,
se orienta en el desierto el viajador.
Naturaleza toda gime: el viento
en la arboleda, el pájaro en el nido,
y la oveja en su trémulo balido,
y el arroyuelo en su correr fugaz.
El día es para el mal y los afanes.
¡He aquí la noche plácida y serena!
El hombre, tras la cuita y la faena,
quiere descanso y oración y paz.
Sonó en la torre la señal: los niños
conversan los niños
conversan con espíritus alados;
y los ojos al cielo levantados,
invocan de rodillas al Señor.
Las manos juntas, y los pies desnudos,
fe en el pecho, alegría en el semblante,
con una misma voz, a un mismo instante,
al Padre Universal piden amor.
Y luego dormirán; y en leda tropa,
sobre su cuna volarán ensueños,
ensueños de oro, diáfanos, risueños,
visiones que imitar no osó el pincel.
Y ya sobre la tersa frente posan,
ya beben el aliento a las bermejas
bocas, como lo chupan las abejas
a la fresca azucena y al clavel.
Como para dormirse, bajo el ala
esconde su cabeza la avecilla,
tal la niñez en su oración sencilla
adormece su mente virginal.
¡Oh dulce devoción que reza y ríe!
¡De natural piedad primer aviso!
¡Fragancia de la flor del paraíso!
¡Preludio del concierto celestial!

II

Ve a rezar, hija mía. Y ante todo,
ruega a Dios por tu madre: por aquella
que te dio el ser, y la mitad más bella
de su existencia ha vinculado en él;
que en su seno hospedó tu joven alma,
de una llama celeste desprendida;
y haciendo dos porciones de la vida,
tomó el acíbar y te dio la miel.
Ruega después por mí, más que tu madre
lo necesito yo… Sencilla, buena,
modesta como tú, sufre la pena,
y devora en silencio su dolor.
A muchos compasión, a nadie envidia,
la vi tener en mi fortuna escasa.
Como sobre el cristal la sombra, pasa
sobre su alma el ejemplo corruptor.
No le son conocidos…¡ni lo sean
a ti jamás! … los frívolos azares
de la vana fortuna, los pesares
ceñudos que anticipan la vejez;
de oculto oprobio el torcedor, la espina
que punza a la conciencia delincuente,
la honda fiebre del alma, que la frente
tiñe con enfermiza palidez.
Mas yo la vida por mi mal conozco,
conozco el mundo, y sé su alevosía;
y tal vez de mi boca oirás un día
lo que valen las dichas que nos da.
Y sabrás lo que guarda a los que rifan
riquezas y poder, la urna aleatoria,
y que tal vez la senda que a la gloria
guiar parece, a la miseria va.
Viviendo, su pureza empaña el alma,
y cada instante alguna culpa nueva
arrastra en la corriente que la lleva
con rápido descenso al ataúd.
La tentación seduce; el juicio engaña;
en los zarzales del camino, deja
alguna cosa cada cual: la oveja
su blanca lana, el hombre su virtud.
Ve, hija mía, a rezar por mí, al cielo
pocas palabras dirigir te baste;
“Piedad, Señor, al hombre que criaste;
eres Grandeza; eres Bondad; ¡perdón!
Y Dios te oirá que cuál del ara santa
sube el humo a la cúpula eminente,
sube del pecho cándido, inocente,
al trono del Eterno la oración.
Todo tiende a su fin: a la luz pura
del sol, la planta; el cervatillo atado,
a cervatillo atado,
a la libre montaña; el desterrado,
al caro suelo que lo vió nacer;
y la abejilla en el frondoso valle,
de los nuevos tomillos al aroma;
y la oración en alas de paloma
a la morada del Supremo Ser.
Cuando por mí se eleva a Dios tu ruego,
soy como el fatigado peregrino,
que su carga a la orilla del camino
deposita y se sienta a respirar;
porque de tu plegaria el dulce canto
alivia el peso a mi existencia amarga,
y quita de mis hombros esta carga,
que me agobia de culpa y de pesar.
Ruega por mí, y alcánzame que vea,
en esta noche de pavor, el vuelo
de un ángel compasivo, que del cielo
traiga a mis ojos la perdida luz.
Y pura finalmente, como el mármol
que se lava en el templo cada día,
arda en sagrado fuego el alma mía,
como arde el incensario ante la cruz.

III

Ruega, hija, por tus hermanos,
los que contigo crecieron,
y en un mismo seno exprimieron,
y un mismo techo abrigó.
Ni por los que te amen sólo
el favor del cielo implores;
por justos y pecadores,
Cristo en la cruz expiró.
Ruega por el orgulloso
que ufano se pavonea,
y en su dorada librea,
funda insensata altivez;
y por el mendigo humilde
que sufre el ceño mezquino
de los que beben el vino
porque le dejen la hez.
Por el que de torpes vicios
sumido en profundo cieno,
hace aullar el canto obsceno
de nocturna bacanal.
Y por la velada virgen
que en su solitario lecho
con la mano hiriendo el pecho,
reza el himno sepulcral.
Por el hombre sin entrañas,
en cuyo pecho no vibra
una simpática fibra
al pesar y a la aflicción.
Que no da sustento al hambre,
ni a la desnudez vestido,
ni da la mano al caído,
ni da a la injuria perdón.
Por el que en mirar se goza
su puñal de sangre rojo,
buscando el rico despojo,
o la venganza cruel.
Y por el que en vil libelo
destroza una fama pura,
y en la aleve mordedura
escupe asquerosa hiel.
Por el que surca animoso
la mar de peligros, llena;
por el que arrastra cadena,
y por su duro señor.
Por la razón que leyendo,
en el gran libro, vigila;
por la razón que vacila:
por la que abraza el error.
Acuérdate en fin, de todos
los que penan y trabajan;
y de todos los que viajan
por esa vida mortal.
Acuérdate aun del malvado
que a Dios blasfemando irrita.
La oración es infinita:
nada agota su caudal.

IV

¡Hija! reza también por los que cubre
la soporosa piedra de la tumba,
profunda sima adonde se derrumba
la turba de los hombres mil a mil:
abismo en que se mezcla polvo a polvo,
y pueblo a pueblo; cual se ve a la hoja
de que el añoso bosque Abril despoja,
mezclar

la suya otro y otro Abril.
Arrodilla, arrodíllate en la tierra
donde segada en flor yace mi Lola,
coronada de angélica aureola;
do helado duerme cuanto fue mortal;
donde cautivas almas piden preces
que las restauren a su ser primero,
y purguen las reliquias del grosero
vaso, que las contuvo, terrenal.
¡Hija! cuando tú duermes, te sonríes,
y cien apariciones peregrinas,
sacuden retozando tus cortinas:
travieso enjambre, alegre, volador.
Y otra vez a la luz abres los ojos,
al mismo tiempo que la aurora hermosa
abre también sus párpados de rosa,
y da a la tierra el deseado albor.
¡Pero esas pobres almas!…¡si supieras
que sueño duermen!… su almohada es fría;
duro su lecho; angélica armonía
no regocija nunca su prisión.
No es reposo el sopor que las abruma;
para su noche no hay albor temprano;
y la conciencia, velador gusano,
les roe inexorable el corazón.
Una plegaria, un solo acento tuyo,
hará que gocen pasajero alivio,
y de que luz celeste un rayo tibio
logre a su oscura estancia penetrar;
que el atormentador remordimiento
una tregua a sus víctimas conceda,
y del aire, y el agua, y la arboleda,
oigan el apacible susurrar.
Cuando en el campo con pavor secreto
la sombra ves, que de los cielos baja,
la nieve que las cumbres amortaja,
y del ocaso el tinte carmesí:
en las quejas de aura y de la fuente
¿no te parece que una voz retiña?
una doliente retiña?
una doliente voz que dice: “Niña,
cuándo tú reces, ¿rezarás por mí?”
Es la voz de las almas. A los muertos
que oraciones alcanzan, no escarnece
el rebelado arcángel, y florece
sobre su tumba perennal tapiz.
Más ¡ay! los que yacen olvidados
cubren perpetuo horror, hierbas extrañas
ciegan su sepultura; a sus entrañas
¡árbol funesto enreda la raíz!
Y yo también, (no dista mucho el día)
huésped seré de la morada oscura,
y el ruego invocaré de un alma pura,
que a mi largo penar consuelo dé.
Y dulce entonces me será que vengas,
y para mí la eterna paz implores,
y en la desnuda loza esparzas flores,
simple tributo de amorosa fe.
¿Perdonarás a mi enemiga estrella,
si disipadas fueron una a una
las que mecieron tu mullida cuna
esperanzas de alegre porvenir?
Sí, le perdonarás; y mi memoria
te arrancará una lágrima, un suspiro
que llegue hasta mi lóbrego retiro,
y haga mi helado polvo rebullir.

Andres Bello



martes, 28 de noviembre de 2017

CARTA A MIGUEL OTERO SILVA, EN CARACAS





Carta a Miguel Otero Silva, en Caracas (1948) de Pablo Neruda


Un viajero me trajo tu carta escrita con palabras invisibles, sobre su traje, en sus ojos.


Qué alegre eres, Miguel, qué alegres somos!


Ya no queda en un mundo de úlceras estucadas sino nosotros, indefinidamente alegres.


Veo pasar al cuervo y no me puede hacer daño.


Tú observas al escorpión y limpias tu guitarra.


Vivimos entre las fieras, cantando, y cuando tocamos un hombre, la materia de alguien en quien creíamos, y éste se desmorona como un pastel podrido, tú en tu venezolano patrimonio recoges lo que puede salvarse, mientras que yo defiendo la brasa de la vida.


Qué alegría, Miguel!


Tú me preguntarás dónde estoy? Te contaré - dando sólo detalles útiles al Gobierno que en esta costa llena de piedras salvajes se unen el mar y el campo, olas y pinos, águilas y petreles, espumas y praderas.


Has visto desde muy cerca y todo el día cómo vuelan los pájaros del mar? Parece que llevaran las cartas del mundo a sus destinos.

Pasan los alcatraces como barcos del viento, otras aves que vuelan como flechas y traen los mensajes de reyes difuntos, de los príncipes enterrados con hilos de turquesa en las costas andinas y las gaviotas hechas de blancura redonda, que olvidan continuamente sus mensajes.


Qué azul es la vida, Miguel, cuando hemos puesto en ella amor y lucha, palabras que son el pan y el vino, palabras que ellos no pueden deshonrar todavía porque nosotros salimos a la calle con escopeta y cantos.


Están perdidos con nosotros, Miguel.


Qué pueden hacer sino matarnos y aun así les resulta un mal negocio, sólo pueden tratar de alquilar un piso frente a nosotros y seguirnos para aprender a reír y a llorar como nosotros.



Cuando yo escribía versos de amor, que me brotaban por todas partes, y me moría de tristeza, errante, abandonado, royendo el alfabeto, me decían: "Qué grande eres, oh Teócrito!" Yo no soy Teócrito: tomé a la vida, me puse frente a ella, la 
besé hasta vencerla, y luego me fuí por los callejones de las minas a ver cómo vivían otros hombres.

Y cuando salí con las manos teñidas de basura y dolores las levanté mostrándolas en las cuerdas de oro, y dije: "Yo no comparto el crimen."


Tosieron, se disgustaron mucho, me quitaron el saludo, me dejaron de llamar Teócrito, y terminaron por insultarme y mandar toda la policía a encarcelarme, porque no seguía preocupado exclusivamente de asuntos metafísicos.

Pero yo había conquistado la alegría.

Desde entonces me levanté leyendo las cartas que traen las aves del mar desde tan lejos, cartas que vienen mojadas, mensajes que poco a poco voy traduciendo con lentitud y seguridad: soy meticuloso como un ingeniero en este extraño oficio.



Y salgo de repente a la ventana. Es un cuadrado de transparencia, es pura la distancia de hierbas y peñascos, y así voy trabajando entre las cosas que amo: olas, piedras, avispas, con una embriagadora felicidad marina.


Pero a nadie le gusta que estemos alegres, a ti te asignaron un papel bonachón: "Pero no exagere, no se preocupe," y a mí me quisieron clavar en un insectario, entre las lágrimas, para que éstas me ahogaran y ellos pudieran decir sus discursos en mi tumba.


Yo recuerdo un día en la pampa arenosa del salitre, había quinientos hombres en huelga. Era la tarde abrazadora de Tarapacá. Y cuando los rostros habían recogido toda la arena y el desangrado sol seco del desierto, yo vi llegar a mi corazón, como una copa que odio, la vieja melancolía.


Aquella hora de crisis, en la desolación de los salares, en ese minuto débil de la lucha en que podríamos haber sido vencidos, una niña pequeñita y pálida venida de las minas dijo con una voz valiente en que se juntaban el cristal y el acero un poema tuyo, un viejo poema tuyo que rueda entre los ojos arrugados de todos los obreros y labradores de mi patria, de América.


Y aquel trozo de canto tuyo refulgió de repente en mi boca como una flor purpúrea y bajó hacia mi sangre, llenándola de nuevo con una alegría desbordante, nacida de tu canto.


Y yo pensé no sólo en ti, sino en tu Venezuela amarga.


Hace años, vi un estudiante que tenía en los tobillos la señal de las cadenas que un general le había impuesto, y me contó cómo los encadenados trabajaban en los caminos y los calabozos donde la gente se perdía. Porque así ha sido nuestra América: una llanura con ríos devorantes y constelaciones de mariposas (en algunos sitios, las esmeraldas son espesas como manzanas), pero siempre a lo largo de la noche y de los ríos hay tobillos que sangran, antes cerca del petróleo, hoy cerca del nitrato, en Pisagua, donde un déspota sucio ha enterrado la flor de mi patria para que muera, y él pueda comerciar con los huesos.


Por eso cantas, por eso, para que América deshonrada y herida haga temblar sus mariposas y recoja sus esmeraldas sin la espantosa sangre del castigo, coagulada en las manos de los verdugos y de los mercaderes.


 Yo comprendí que alegre estarías, cerca del Orinoco, cantando, seguramente, o bien comprando vino para tu casa, ocupando tu puesto en la lucha y en la alegría, ancho de hombros, como son los poetas de este tiempo - con trajes claros y zapatos de camino -.



Desde entonces, he ido pensando que alguna vez te escribiría, y cuando el viajero llegó, todo lleno de historias tuyas que se le desprendían de todo el traje y que bajo los castaños de mi casa se derramaron, me dije: "Ahora", y tampoco comencé a escribirte. Pero hoy ha sido demasiado: pasó por mi ventana no sólo un ave del mar, sino millares,
y recogí las cartas que nadie lee y que ellas llevan por las orillas del mundo, hasta perderlas.

Y entonces, en cada una leía palabras tuyas y eran como las que yo escribo y sueño y canto, y entonces decidí enviarte esta carta, que termino aquí para mirar por la ventana el mundo que nos pertenece.


PABLO NERUDA