FRACASO Y DERROTA





FRACASO

Cuanto he tomado por victoria es sólo humo.
Fracaso, lenguaje del fondo, pista de otro espacio más exigente, difícil de entreleer es tu letra.
Cuando ponías tu marca en mi frente, jamás pensé en el mensaje que traías,
más precioso que todos los triunfos.
Tu llameante rostro me ha perseguido y yo no supe que era para salvarme.
Por mi bien me has relegado a los rincones, me negaste fáciles éxitos, me has quitado salidas.
Era a mí a quien querías defender no otorgándome brillo.
De puro amor por mí has manejado el vacío que tantas noches me ha hecho hablar afiebrado a una ausente.
Por protegerme cediste el paso a otros, has hecho que una mujer prefiera a alguien más resuelto,
me desplazaste de oficios suicidas.
Tú siempre has venido al quite.
Sí, tu cuerpo, escupido, odioso, me ha recibido en mi más pura forma para entregarme
a la nitidez del desierto.
Por locura te maldije, te he maltratado, blasfemé contra ti.
Tú no existes.
Has sido inventado por la delirante soberbia.
¡Cuánto te debo!
Me levantaste a un nuevo rango limpiándome con una esponja áspera, lanzándome a mi verdadero campo de
batalla, cediéndome las armas que el triunfo abandona.
Me has conducido de la mano a la única agua que me refleja.
Por ti yo no conozco la angustia de representar un papel, mantenerme a la fuerza en un escalón,
trepar con esfuerzos propios, reñir por jerarquías, inflarme hasta reventar.
Me has hecho humilde, silencioso y rebelde.
Yo no te canto por lo que eres, sino por lo que no me has dejado ser. Por no darme otra vida.
Por haberme ceñido.
Me has brindado sólo desnudez.
Cierto que me enseñaste con dureza ¡y tú mismo traías el cauterio!, pero también
me diste la alegría de no temerte.
Gracias por quitarme espesor a cambio de una letra gruesa.
Gracias a ti que me has privado de hinchazones.
Gracias por la riqueza a que me has obligado.
Gracias por construir con barro mi morada.
Gracias por apartarme.
Gracias.






DERROTA

Yo que no he tenido nunca un oficio
que ante todo competidor me he sentido débil
que perdí los mejores títulos para la vida
que apenas llego a un sitio ya quiero irme (creyendo que mudarme es una solución)
que he sido negado anticipadamente y escarnecido por los más aptos
que me arrimo a las paredes para no caer del todo
que soy objeto de risa para mí mismo que creí
que mi padre era eterno
que he sido humillado por profesores de literatura
que un día pregunté en qué podía ayudar y la respuesta fue una risotada
que no podré nunca formar un hogar, ni ser brillante, ni triunfar en la vida
que he sido abandonado por muchas personas porque casi no hablo
que tengo vergüenza por actos que no he cometido
que poco me ha faltado para echar a correr por la calle
que he perdido un centro que nunca tuve
que me he vuelto el hazmerreír de mucha gente por vivir en el limbo
que no encontraré nunca quién me soporte
que fui preterido en aras de personas más miserables que yo
que seguiré toda la vida así y que el año entrante seré muchas veces más burlado en mi ridícula ambición
que estoy cansado de recibir consejos de otros más aletargados que yo («Ud. es muy quedado, avíspese, despierte»)
que nunca podré viajar a la India
que he recibido favores sin dar nada en cambio
que ando por la ciudad de un lado a otro como una pluma
que me dejo llevar por los otros
que no tengo personalidad ni quiero tenerla
que todo el día tapo mi rebelión
que no me he ido a las guerrillas
que no he hecho nada por mi pueblo
que no soy de las FALN y me desespero por todas estas cosas y por otras cuya enumeración sería interminable
que no puedo salir de mi prisión
que he sido dado de baja en todas partes por inútil
que en realidad no he podido casarme ni ir a París ni tener un día sereno
que me niego a reconocer los hechos
que siempre babeo sobre mi historia
que soy imbécil y más que imbécil de nacimiento
que perdí el hilo del discurso que se ejecutaba en mí y no he podido encontrarlo
que no lloro cuando siento deseos de hacerlo
que llego tarde a todo
que he sido arruinado por tantas marchas y contramarchas
que ansío la inmovilidad perfecta y la prisa impecable
que no soy lo que soy ni lo que no soy
que a pesar de todo tengo un orgullo satánico aunque a ciertas horas haya sido humilde hasta igualarme a las piedras
que he vivido quince años en el mismo círculo
que me creí predestinado para algo fuera de lo común y nada he logrado
que nunca usaré corbata
que no encuentro mi cuerpo
que he percibido por relámpagos mi falsedad y no he podido derribarme, barrer todo y crear de mi indolencia, mi
flotación, mi extravío una frescura nueva, y obstinadamente me suicido al alcance de la mano
me levantaré del suelo más ridículo todavía para seguir burlándome de los otros y de mí hasta el día del juicio final.

RAFAEL CADENAS







Rafael Cadenas es uno de los más lúcidos poetas y ensayistas venezolano. Nace en Barquisimeto un día de abril de 1930. Desde muy joven se inclinó por la literatura y acogió tempranamente el riesgo político. Por su militancia comunista se exilió en Trinidad  y sólo regresó a Caracas en 1957.
Trabajó como profesor de literatura inglesa y española. Ha viajado además por diferentes países de América y Europa  y ha traducido a Lawrence, Nijinski, Whitman, Cavafy y otros.
De sus libros de poesía y ensayo, merecen destacarse "Los cuadernos del destierro" en 1960, "Falsas maniobras" en 1966,"Memorial" en 1977, "Intemperie" en 1977, "Anotaciones" en 1983, "Amante" en 1983, "Dichos" en 1992, "Gestiones" en 1992 y "Apuntes sobre San Juan de la Cruz y la mística" en 1995.
Recibió la beca Guggenheim en 1986 y el doctorado Honoris Causa de la Universidad Central de Venezuela.
Su obra ha sido galardonada con premios importantes entre los que se cuentan el Premio Nacional de Ensayo en 1984, el Premio Nacional de Literatura en 1985,  y el Premio San Juan de la Cruz en 1991.


Dueño de un lenguaje mágico y depurado, su obra lo sitúa como uno de los grandes exponentes de la poesía modernista  hispanoamericana.

miércoles, 29 de enero de 2020

NO TE RINDAS...





Cuando las cosas vayan mal como a veces pasa.

Cuando el camino parezca cuesta arriba.


Cuando tus recursos mengüen y  tus deudas suban y al querer sonreír, tal vez suspires.

Cuando tus preocupaciones te tengan agobiado..., descansa ..., si te urge..., ¡pero no te rindas!

La vida es rara..., con sus vueltas y tumbos..., como todos, muchas veces comprobamos.

Muchos  fracasos  suelen  acontecer, aún  pudiendo vencer de haber perseverado.

Así es que no te rindas, aunque el paso sea lento. El triunfo puede estar a la vuelta de la esquina.

El triunfo es el fracaso al revés, es el matiz plateado de esa nube incierta que no te deja ver su cercanía...

Por eso..., decídete a luchar sin duda, porque en verdad, cuando todo empeora el que es valiente no se rinde.

@gantillano








domingo, 26 de enero de 2020

“LAS PREGUNTAS DE LA VIDA”





“Da que pensar...

¿Cuál es la pregunta previa a las restantes preguntas de la vida? ¿De dónde nos viene lo que creemos saber? ¿Podemos estar medianamente seguros de tales conocimientos? ¿A qué llamamos razón? ¿Cuál es la relación entre la razón y la verdad? ¿Cuánto hay en la razón de subjetivo y cuánto de objetivo? ¿Se puede compartir la razón y la verdad con otros, quizá con todos? ¿Cuáles son los argumentos de los escépticos y cómo se les puede responder? ¿En qué consiste el relativismo? Si todo es relativo, ¿será el relativismo relativo también? ¿Podrá llegarse a la Verdad sin utilizar la razón, por fe o por intuición, quizá por una corazonada? ¿Por qué no puede haber una razón muda y qué tiene que ver «conversar» con «razonar»? ¿Tiene implicaciones políticas el método racional de llegar a la verdad? Para utilizar correctamente la razón ¿basta con ser racional o hay que ser también razonable? Puedo ser racional contra mi prójimo pero ¿puedo ser razonable contra los demás? ¿Consiste la democracia en el derecho a defender públicamente las propias opiniones o en la obligación de tenerlas a todas por igualmente válidas? ¿Es irracional o humillante dejarse convencer por los argumentos racionales?”


Fernando Sabater
“Las preguntas de la vida”  /Editorial Ariel
Capítulo Segundo /Las verdades de la razón/Página 23





jueves, 23 de enero de 2020

TIEMPO DE REBELIÓN







“Si viese usted a Atlas, el gigante que sostiene al mundo sobre sus hombros, si usted viese que él estuviese de pie, con la sangre latiendo en su pecho, con sus rodillas doblándose, con sus brazos temblando, pero todavía intentando mantener al mundo en lo alto con sus últimas fuerzas, y cuanto mayor sea su esfuerzo, mayor es el peso que el mundo carga sobre sus hombros, ¿qué le diría usted que hiciese? […] Que se rebele”.


–Ayn Rand, La Rebelión de Atlas



¿QUÉ PASÓ EL 23 DE ENERO DE 1958?




¿Qué pasó el 23 de Enero de 1958?


La Junta Patriótica que luchaba en la clandestinidad contra Marcos Pérez Jiménez llamó a un paro de la prensa el 20 de enero, como punto de partida para el inicio de una huelga general el día 21 de enero y la sublevación de las fuerzas militares contra la dictadura. Desde el fracaso del levantamiento del coronel Hugo Trejo el 1 de enero, la crisis interna de la dictadura se hizo cada día más grave. El movimiento popular cobró fuerza, se produjeron nuevos brotes insurreccionales en las Fuerzas Armadas y densos sectores sociales suscribieron manifiestos de denuncia contra el régimen. Cuando arrancó el paro, que se cumplió a cabalidad, en las calles se sucedían manifestaciones, mítines; y en varios lugares de Caracas se producían enfrentamientos con las fuerzas del Gobierno. En la noche del día 22, la Marina de Guerra y la Guarnición de Caracas se pronunciaron contra la dictadura y Pérez Jiménez, privado de todo apoyo en las Fuerzas Armadas, huyó en la madrugada del 23 de enero, rumbo a Santo Domingo. 


 ¿El 23 de Enero fue una fecha al azar o ya estaba planificada?


Desde 1957 se venían produciendo las primeras manifestaciones que fueron debilitando el régimen pérezjimenista. El primer sacudón ocurrió cuando monseñor Rafael Arias Blanco leyó la famosa Carta Pastoral contra la dictadura, el 29 de abril de 1957. Más tarde, el 21 de noviembre, los estudiantes de la Universidad Central de Venezuela (UCV)salieron a la calle y fueron reprimidos brutalmente por la Seguridad Nacional (SN). Otro movimiento que terminó por debilitar al régimen fue el alzamiento militar comandado por el coronel Hugo Trejo, el 1 de enero de 1958 que, aún cuando falló, terminó por fracturar a las Fuerzas Armadas. 


¿Cómo fue la rebelión militar del 1 de enero de 1958?


 El primero de enero de 1958 aviones F-86 sobrevolaban Caracas con la intención de bombardear Miraflores y la sede la Seguridad Nacional. Al mismo tiempo, en el cuartel Urdaneta de Catia se alzaron dos unidades blindadas, compuestas por tanques, que partieron hacia Maracay. Mientras, en la guarnición de esa ciudad, las tropas tomaron una emisora de la localidad. Al mando de la rebelión militar se encontraba el coronel Hugo Trejo.Pero una mala coordinación en las estrategias y la falta de comunicación entre las otras guarniciones llevó al fracaso de la insurgencia militar.


¿Cómo fue la dictadura?


 Tras participar en el derrocamiento del presidente Rómulo Gallegos, el 24 de noviembre de 1948, Marcos Pérez Jiménez ocupó el Ministerio de Defensa y formó parte de la Junta Militar de Gobierno, junto a Carlos Delgado Chalbaud y Luis Llovera Páez. El 2 de diciembre de 1952 desconoció los resultados de las elecciones a una Asamblea Nacional Constituyente, que ganó el partido Unión Republicana Democrática (URD), liderado por Jóvito Villalba. Pérez Jiménez, actuando “en nombre de las Fuerzas Armadas”, asumió la presidencia dictatorialmente. Se trató de una dictadura militar, autoritaria y personalista que silenció a las fuerzas de la oposición, ilegalizó a Acción Democrática y al Partido Comunista, prohibió y mantuvo en una semi-legalidad a URD y a Copei; cerró Tribuna Popular del Partido Comunista de Venezuela (PCV) y El País de Acción Democrática (AD), e impuso una rígida censura a la prensa, la radio y la televisión. Durante su mandato muchos opositores fueron perseguidos, torturados, empujados al exilio o encarcelados, sin cargo alguno, o sólo por sospecharse su oposición al Gobierno. 



Para ello se valió de la Seguridad Nacional, una fuerza de policía subordinada a Miraflores. El objetivo de Pérez Jiménez era permanecer en el poder mediante el plebiscito de 1957, lo que produjo la reacción de los partidos políticos y el descontento de las Fuerzas Armadas, que lo habían apoyado hasta entonces. 


¿Cuántos opositores murieron en manos de la SN?


El número exacto de fallecidos a manos del régimen se desconoce. Sin embargo, algunos nombres fueron representativos de la represión brutal de la dictadura: el abogado Leonardo Ruiz Pineda; Antonio Pinto Salinas; Castor Nieves Ríos; el médico Germán González; el abogado Alberto Carnevalli; el teniente León Droz Blanco, los capitanes del Ejercito, Wilfrido Omaña y Jesús Alberto Blanco; entre otros. José Matos Rojas, en su libro Pérez Jiménez y su brutalidad, señala que la cifra de presos políticos llegó a 3000 personas.



¿Qué era la Vaca Sagrada?


 Fue el primer avión presidencial adquirido por un gobierno venezolano. Un Douglas C-54 “Skymaster” que Pérez Jiménez usaba en sus viajes por el país y al exterior. El nombre le viene por las estrictas medidas de seguridad que se tomaron para su protección. Cuentan que los mismos pilotos debían dar un saludo militar al avión cuando pasaban por la rampa.


¿Qué era la Junta Patriótica?







La organización clandestina de lucha contra la dictadura. Para la fecha del derrocamiento de Pérez Jiménez estaba integrada por Silvestre Ortiz Bucaram (AD), Enrique Aristiguieta Gramcko (Copei), Guillermo García Ponce (PCV) y Fabricio Ojeda (URD), quien la dirigía nominalmente, porque el verdadero coordinador en la práctica era García Ponce, del PCV. 


¿Quién fue Fabricio Ojeda?


Un reportero de El Nacional y militante de URD. En la clandestinidad era conocido como “Roberto”. Al caer la dictadura fue electo diputado, pero renunció en 1962 para unirse a las guerrillas de la izquierda contra el gobierno de Rómulo Betancourt, conocidas como Fuerzas Armadas de Liberación Nacional. Tras varios años de clandestinidad fue detenido por el Servicio de Inteligencia de las Fuerzas Armadas (SIFA) en cuyos calabozos, que quedaban en el Palacio Blanco, murió. El Gobierno presentó su deceso como suicidio. Para la izquierda, fue víctima de torturas y asesinato. 


Más tarde, durante las protestas de los años 60, al pasar frente a Miraflores, los manifestantes gritaban: “En ese quinto piso, mataron a Fabricio”. 




¿Quienes fueron los líderes estudiantiles contra la dictadura?


Germán Lairet, dirigente de la Juventud Comunista, y Américo Martín, de la juventud de AD, entre otros, fueron los fundadores del Frente Universitario en abril de 1957. Pero al poco tiempo, ambos fueron encarcelados y el Frente los sustituyó por Héctor Pérez Marcano y Héctor Rodríguez Bauza; este último tenía mayor experiencia, debido a su militancia en el PCV y por haber ocupado el cargo de secretario general de la Juventud Comunista-Caracas.




¿Por qué los líderes del movimiento de resistencia no estaban en Venezuela?


La persecución que ejercida contra sus opositores obligó que muchos de ellos se fueran del país. Los líderes Rómulo Betancourt (AD), Jóvito Villalba (URD) y a última hora, Rafael Caldera (Copei) se encontraban en Nueva York. Pero no todos los líderes y militantes de los partidos vivían en el extranjero: algunos estaban presos en los sótanos de la SN; otros, luchando desde la clandestinidad.




Fuente: Diario Tal Cual Enero 2011

martes, 21 de enero de 2020

LÍMITES




Límites

 ¿Quién dijo alguna vez: hasta aquí la sed,
hasta aquí el agua?

 ¿Quién dijo alguna vez: hasta aquí el aire,
hasta aquí el fuego?

¿Quién dijo alguna vez: hasta aquí el amor,
hasta aquí el odio?

¿Quién dijo alguna vez: hasta aquí el hombre,
hasta aquí no?

Sólo la esperanza tiene las rodillas nítidas.

Juan Gelman
El juego en que andamos (1956-1958)







NOSOTROS LOS DINOSAURIOS






"Nosotros Los Dinosaurios"
Charles Bukowski

Nacidos así
Para esto
Sonríen las caras dibujadas con tiza
Se ríe la Sra. Muerte
Los ascensores se averían
Los escenarios políticos se disuelven
El mozo del supermercado recibe un título universitario
Los peces oleosos escupen sus oleosas presas
El sol se esconde tras una máscara
Nacemos así
Para esto
Para estas guerras cuidadosamente insensatas
Para contemplar las ventanas rotas de la fábrica de la vaciedad
Para los bares donde la gente ya no se habla
Para las peleas a puñetazos que acaban en tiroteos y cuchilladas
Nacidos para esto
Para hospitales tan caros que resulta más barato morirse
Para abogados que cobran tanto que resulta más barato declararse culpable
Para un país donde las cárceles están llenas y los manicomios cerrados
Para un lugar donde las masas elevan a los imbéciles a la categoría de héroes y millonarios
Nacidos para esto
Andando y viviendo en esto
Muriendo por esto
Enmudecidos por esto
Castrados
Viciosos
Desheredados
Por esto
Engañados por esto
Usados por esto
Meados por esto
Enloquecidos y enfermados por esto
Convertidos en violentos
En inhumanos
Por esto
El corazón se ennegrece
Los dedos se dirigen al cuello
Al arma
Al cuchillo
A la bomba
Los dedos imploran a un dios que no responde
Los dedos se dirigen a la botella
A la pastilla
Al polvo
Nacemos a esta lastimosa devastación
Nacemos bajo un gobierno que lleva endeudado 60 años
Y que pronto no podrá ni siquiera pagar el interés de esa deuda
Y los bancos arderán
El dinero no servirá para nada
Se producirán asesinatos por la calle, a la vista de todos, que
quedarán impunes
Habrá armas y revueltas por todas partes
La tierra no servirá para nada
Disminuirá la producción de alimentos
El control del poder nuclear estará en muchas manos
Las explosiones sacudirán sin cesar la Tierra
Hombres robot afectados por las radiaciones se acecharán unos a otros
Los ricos y los elegidos lo observarán todo desde plataformas espaciales
El Infierno de Dante parecerá un juego de niños comparado con esto
No se verá el sol y siempre será de noche
Los árboles se morirán
Desaparecerá la vegetación
Hombres afectados por las radiaciones devorarán la carne de otros
El mar estará contaminado
Los lagos y ríos se volatilizarán
La lluvia será el nuevo oro
Un viento oscuro esparcirá el hedor de los cuerpos putrefactos de hombres y animales
Nuevas y horribles enfermedades asediarán a los últimos y escasos
supervivientes
Y las plataformas espaciales desaparecerán por desgaste
Por el agotamiento de las provisiones
Por efecto de la decadencia general
Y entonces reinará el silencio más hermoso que
se haya oído nunca.
Con el sol todavía oculto
A la espera del siguiente capítulo.



MANIFIESTO REDARQUÍA



Necesitamos nuevas palabras para representar la nueva realidad. La redarquía es la estructura organizativa natural para la innovación en redes colaborativas, abiertas y transparentes, basadas en la confianza y el valor añadido de las personas; organizaciones que nos permitan dar una respuesta colectiva –la única posible– a los nuevos retos a que nos enfrentamos.


La ruptura progresiva entre la ciudadanía y las élites extractivas, que ostentan el poder en muchas de nuestras instituciones y partidos políticos de forma arbitraria y personalista, están poniendo en riesgo los valores y principios básicos sobre los que hemos constituido el estado de bienestar y nuestra convivencia durante los último años. Cuanto más nos aferramos a las jerarquías de poder tradicionales, más nos alejamos de las enormes posibilidades que nos brinda la nueva Era de la Colaboración para crear nuevas organizaciones verdaderamente centradas en las personas, transparentes, ágiles y flexibles, donde verdaderamente podamos dar lo mejor de nosotros mismos creando valor económico y social de forma sostenible.

La realidad nos muestra cada día que la jerarquía tiene un coste muy elevado en términos de valores, transparencia, iniciativa, creatividad y compromiso. Y es que desde su lógica fundamental —como maquina de poder— tiende al clientelismo premiando la lealtad, al mismo tiempo que sobrevalora el legado y las experiencias anteriores a expensas de la innovación y la adaptabilidad a los nuevos desafíos.

Las estructuras jerárquicas están fracasando en sus intentos para ajustarse a una nueva  realidad mas global, compleja e incierta. Necesariamente tenemos que repensar cómo queremos que sean nuestras organizaciones en el futuro. Todo apunta a que las estructuras jerárquicas y altamente burocratizadas no podrán adaptarse. Cada día es mas evidente que necesitamos nuevos modelos organizativos para la coordinación de los esfuerzos colectivos.


La redarquía ya está aquí


“Las élites y las estructuras dominantes se verán sobrepasadas por los nuevos movimientos sociales, que basan su legitimidad en la transparencia y la confianza.” Manuel Castells (2002)

Los resultados electorales de las recientes elecciones europeas han puesto en evidencia que la redarquía social, adoptando la forma de nuevas movilizaciones y partidos políticos como Podemos, constituye un nuevo orden social específico de la sociedad red imperante en nuestra era. Esta redarquía social emerge como resultado de las nuevas relaciones sociales de comunicación horizontal y global entre ciudadanos, que no solo manifiestan su frustración, sino que han comenzado a movilizarse desde la realidad de sus problemas cotidianos: la sanidad, los desahucios, la educación, etc. Finalmente han comenzado a interesarse por la política y a participar en ella de forma activa ocupando las calles, haciendo oposición y buscando respuestas colectivas y solidarias a las diferentes problemáticas cuya solución hasta ahora dejaban en manos de la administración pública.

La crispación de los ciudadanos ha derivado en una clara desafección, y esta los ha conducido a la redarquía social, a la movilización política para buscar soluciones a sus problemas de forma colectiva.

Los ciudadanos han descubierto su poder para cambiarlo todo. Las redes sociales han cambiado para siempre la forma de hacer política; la web social como medio para la difusión de las nuevas ideas tiene un alcance multiplicador, y como plataforma colaborativa permite la coordinación de la acción política sin necesidad de las estructuras tradicionales de los partidos. Y es esta implicación directa de los ciudadanos en la acción política la gran esperanza para la regeneración de nuestro sistema político.

Los nuevos medios de comunicación social tienen el potencial de transformar radicalmente nuestras organizaciones en base a los propios valores de la web social: colaboración, autenticidad y transparencia. Nuestros jóvenes no comprenden las estructuras cerradas y opacas de las instituciones y partidos políticos actuales, y se preguntan, no sin razón, por qué no coordinar el esfuerzo colectivo en base a estructuras más transparentes y abiertas a la participación como las que ellos mismos utilizan cada día en la Web Social. Para cualquiera de nuestras instituciones, incluyendo la monarquía, el riesgo de no hacerlo es convertirse en irrelevantes en un futuro no muy lejano.

El Manifesto Redarquía es una lista de diez desafíos críticos a los que se enfrentan nuestras organizaciones en la búsqueda de este  nuevo equilibrio. Cada punto del manifiesto llama la atención sobre un desafío específico de la nueva Era de la Colaboración.

1. Más propósito, menos retórica

En la mayoría de las organizaciones la realidad de sus valores no está a la altura de su retórica. Decimos una cosa y hacemos otra. La mayoría de las compañías afirman que las personas son su activo más importante, pero lo cierto es que su preocupación fundamental es maximizar la riqueza de los accionistas, algo inaceptable si lo que queremos es movilizar la energía humana. Los jóvenes de hoy quieren que su trabajo sea vida, que tenga un sentido.

El problema no está en lo que decimos como gestores, sino en lo que hacemos. Hablamos de dar mas autonomía a las personas, pero las decisiones siguen tomándolas unos pocos; hablamos de aplanar las jerarquías, pero no hemos cambiado sus estructuras de poder; hablamos de dar mas transparencia a nuestras organizaciones, pero las decisiones siguen siendo opacas. Resulta evidente que el verdadero problema no está en lo que dicen nuestros líderes, sino en lo que hacen.

2. Más colaboración, menos competencia

La colaboración se ha convertido en la clave para dar un paso más en el nivel de productividad de nuestras organizaciones. Es a través de la colaboración como podemos poner en práctica las nuevas formas de trabajo, la ruptura de los silos verticales y las nuevas formas de relacionarnos con los clientes. Tanto es así que, en la actualidad, una organización solo puede ser realmente competitiva si aprovecha al máximo las herramientas y modelos que la Era de la Colaboración pone a nuestro alcance.

Los nuevos medios de comunicación social y los modelos mentales que los acompañan nos permiten acercarnos a los clientes de una manera diferente y nos ayuda a potenciar la comunicación interna de la organización; facilita que reforcemos las relaciones y el compromiso, que encontremos y retengamos el talento que necesitamos.

La innovación abierta solo puede prosperar en organizaciones redárquicas en base a la confianza y con un alto nivel de transparencia entre todos los agentes involucrados.

3. Más experimentación, menos planificación extratégica

Ante un entorno disruptivo como el actual, la experimentación es la nueva planificación. La estrategia real en las organizaciones no es algo que se planifica, sino que emerge como resultado de la experimentación y la búsqueda de alternativas en un futuro que ya está aquí.

Así como la planificación deliberada depende de los líderes para establecer metas y desarrollar planes y estrategias a 3-5 años para alcanzarlos, las estrategia emergente surge de todos los eslabones de la empresa. La Estrategia emergente esta orientada a responder a los cambios, experimentar y lograr los mejores resultados con los medios disponibles. Requiere que la empresa genere continuamente una amplia gama de hipótesis, ponerlas a prueba en base a mínimos proyectos viables, escalar los experimentos mas exitosos y descartar los experimentos fracasados. La estrategia emergente no es la estrategia por predicción, es la estrategia por descubrimiento.


4. Más confianza, menos control

Los estilos administrativos de control de mando refuerzan las luchas de poder y una cultura general de paranoia, y aunque están pensados para asegurar un alto nivel de cumplimiento y predictibilidad su coste es muy elevado en términos de la autonomía, la creatividad y el compromiso de las personas que forman la organización.

Los sistemas de mando y control reflejan una enorme desconfianza hacia el compromiso y las competencias de los empleados. La colaboración solo puede prosperar en un entorno de confianza y transparencia, estos valores son esenciales para conectar a las personas emocionalmente con la organización.

La falta de confianza desmoraliza y el miedo paraliza. La adaptabilidad, la innovación y el compromiso requieren un ambiente de trabajo donde la información sea compartida, la diversidad de opiniones puedan ser expresadas con total libertad se hagan las preguntas valientes y se promuevan conductas dispuestas a asumir riesgos.

En las redarquía el control se realiza en base a la transparencia de las contribuciones individuales y la evaluación que los demás miembros de la red hagan de tus propias aportaciones. 


5. Más innovación, menos miedo

En este nuevo contexto ya no podemos basar nuestra estrategias en una mera innovación continua de nuestros productos y servicios para asegurar su competitividad en el mercado. Ya no solo se trata de defender nuestra posición en el mercado; hoy es igualmente importante explorar nuevas oportunidades, experimentar y expandirse en nuevos mercados.

El proceso de innovación lleva siempre una dosis de improvisación, por lo que es importante que lo tolere la organización, sobre todo durante las fases iniciales de ideación y prototipado. Asimismo, es importante contar con personas creativas, pero a la vez persistentes que luchen para que las cosas sucedan a pesar de las resistencias internas. Es importante ser tolerante a los fallos y trabajar por emergencia, creando el entorno que haga posible que las nuevas experiencias ocurran de forma natural en vez de intentar planificar y controlar cada paso del proceso.

Una de las grandes ventajas de la redarquía como arquitectura natural para la innovación, es que tiende de forma natural, como los mercados, a asignar los recursos en función de sus capacidades y motivaciones reales, por lo que las personas acaban en los puestos de mayor contribución a la organización.

6. Más influencia, menos autoridad

La necesidad de prepararnos para un mundo digitalizado ha puesto de manifiesto la necesidad de nuevos modelos de liderazgo. En la Era de la Colaboración el nuevo rol del líder como arquitecto social será encontrar el equilibrio necesario entre las necesidades de productividad de las organizaciones y las necesidades de propósito de las personas.

Este nuevo tipo de liderazgo se ejercerá en base a la influencia, la autenticidad, la credibilidad personal y el valor añadido que el líder aporta a la comunidad, y no de la habilidad de acumular poder posicional.

La redarquía es dirigida por líderes auténticos, personas con capacidad para energizar y ensanchar la comunidad en lugar de manejarla desde arriba, lo que requiere una gran capacidad de credibilidad personal para conectar con la inteligencia colectiva de la organización, movilizar y coordinar los esfuerzos humanos.

7. Más comunidad, menos fronteras

La Web Social nos permite participar, crear y aprender de forma colaborativa en estructuras abiertas y basadas en la confianza. Las fronteras de nuestras organizaciones se están volviendo líquidas. Los procesos de decisión deben estar libres de prejuicios, y deben aprovechar el conocimiento colectivo de toda la organización.

Los “silos” funcionales no aportan valor a las organizaciones y la pirámide organizativa tradicional debe ser complementada por una redarquía emergente donde el estatus y la influencia se correspondan con el valor añadido y la contribución a la comunidad. Los nuevos modelos de negocio se basan cada vez mas en la creación de redes informales, la colaboración en masas y ecosistemas de producción que traspasan las fronteras de la organización.

8. Más transparencia, menos opacidad

La Era de la Colaboración está triturando a velocidad acelerada, y para siempre, el telón que siempre ha ocultado la realidad de las organizaciones de la vista pública. Sin embargo, todavía son pocas las empresas dispuestas a aceptar y manejar este nuevo escrutinio. Para la mayoría, la transparencia es un elemento costoso y perturbador que amenaza su supervivencia.

La transparencia es una nueva fuerza que está desencadenando, ahora mismo, cambios profundos en todos los ámbitos; cambios que van a afectar de manera definitiva a la viabilidad futura de todas las organizaciones.

La redarquía nos ha descubierto un aspecto crucial: la validez de nuestra reputación y proposición de valor de nuestras organizaciones está “a un solo clic de distancia”, como nunca antes, de los clientes y usuarios de nuestros servicios, que pueden emitir su veredicto, positivo o negativo, al instante.

9. Más dialogo, menos imposición

“El mercado son conversaciones”. Esta frase, repetida hasta la saciedad por cientos de conversos, y que es la base para entender cómo están cambiando los clientes, todavía suena nueva en muchas organizaciones. Los clientes quieren hablar con gente real, con cara y ojos que realmente representen a las organizaciones, y no que se les grite en los oídos como hace la publicidad tradicional.

En la redarquía todos podemos participar activamente en las conversaciones con nuestros compañeros, con nuestros clientes, y con nuestros suministradores. Solo así podremos saber qué hay que hacer y qué hay que dejar de hacer; qué nuevos productos y servicios demandan nuestros clientes; y qué tipo de organizaciones debemos diseñar para atraer y retener el nuevo talento digital. Son estas conversaciones las que nos permiten cultivar la inteligencia colectiva y crear valor económico y social.

10. Más redarquía, menos jerarquía

La web social no muestra cada día como las medios de comunicación social hacen posible coordinar el esfuerzo humano sin sacrificar la creatividad y la pasión de las personas. Y a la vez hacen posible nuevas organizaciones abiertas donde las ideas puedan competir en igualdad de condiciones, las personas puedan contribuir en las áreas que más les interesan, la autoridad esté en consonancia con el valor que se aporta a la organización y el liderazgo y la innovación sea el trabajo de todos.

Mientras que la jerarquía ha dado la escalabilidad a nuestras organizaciones, su coste ha sido elevado en términos de iniciativa y creatividad. Hoy en día, gracias a las tecnologías sociales hay una alternativa: la redarquía.

Cada día surgen en la Web Social nuevas organizaciones capaces de escalar sin necesidad de un control jerárquico y centralizado de la gestión. Las nuevas tecnologías sociales nos permiten abordar la complejidad sin necesidad de grandes estructuras jerárquicas, lo que nos hace pensar que en un futuro no muy lejano vamos a poder superar la paradoja histórica de la gestión entre control y confianza. Vamos a ser capaces de construir organizaciones escalables y eficientes sin incurrir en el alto coste de las burocracias centralizadas.

Preparar nuestras organizaciones para abordar el futuro requiere dotarlas de unos atributos muy similares a los que vemos cada día en la web social. La redarquía como nuevo orden emergente en nuestras organizaciones no está basada en el poder y la autoridad de la jerarquía formal, sino en las relaciones de participación y los flujos de actividad que, de forma natural, surgen en redes sociales de colaboración, basadas en el valor añadido de las personas, la autenticidad y la confianza.

La redarquía, como estructura complementaria a la jerarquía, no necesariamente excluyente, hace posibles nuevos marcos de contribución en las organizaciones, no necesariamente ligados a ocupar posiciones de poder y autoridad en el organigrama, sino a la credibilidad y valor añadido de las personas. La redarquía si es incompatible con el uso arbitrario y personalista del poder, y con la utilización que muchas personas han hecho de la burocracia para obtener un provecho propio. Estos abusos destruyen valor, crean organizaciones injustas y desmotivan a las personas.

De hecho, creo que la mayoría de los conflictos entre redarquía y jerarquía, surgirán en la línea que separa a los que quieren preservar los privilegios y el poder de las èlites extractivas, de aquellos que aspiramos a construir un mundo menos orientado al poder, más justo, equitativo y sostenible.

Esta es la verdadera frontera entre redarquía y jerarquía. ¿De qué lado estás?

José Cabrera