miércoles, 16 de octubre de 2019

A VER SI LO VAMOS APRENDIENDO



NO DEJES...



SÍNDROME DEL PROCUSTO





TARTUFOS REVOLUCIONARIOS







A propósito de algunos hechos recientes, en los que un grupo de “compañeros” (alacranes y víboras), en un acto vil de traición, motivado por la envidia y avaricia buscando perjudicar el desempeño de brillantes profesionales para ocultar la mediocridad e ineficiencia de  su trabajo; me permito la licencia  literaria de agregar y asimilar estos reptiles a la categoría de "Tartufos". 

"TARTUFO" sinónimo de hipocresía y falsedad. Deviene de la obra clásica de Moliére, (año 1.667); la obra intenta reflejar la hipocresía de las personas muy devotas -(leales, revolucionarias)- en público, pero muy poco en privado. Moliére intenta avisarnos de que las apariencias engañan y nos propone el ejemplo de la ceguera de Orgón.  Toda la familia ve quién es en realidad Tartufo, pero Orgón no es capaz de abrir los ojos hasta que se lo muestran con hechos. 

Uno de los temas principales es también el de la amistad traicionada. Orgón es bondadoso y confiado, aunque excesivamente ingenuo, mientras que Tartufo se caracteriza por el engaño y la traición.  El recurso principal de estos nuevos Tartufos es la trampa y  en ocasiones el ingenio, el cual utilizan solo en su favor. Son grandes manipuladores y explotan su aparente devoción a las nobles causas. 

Pero no. Pareciera que desde sus cuevas y subterfugios, enmascarados sibilinamente de funcionarios comprometidos pretenden en estos momentos de confusión institucional, de inexistencia de una Dirección responsable y verdaderamente comprometida con una trasformación sustancial, posicionarse frente a la “autoridad” a objeto de usufructuar de un “poder relativo” en beneficio personal o de un pequeño sequito de aduladores.

La posición crítica que algunos hemos asumido contra el irrespeto a los trabajadores  y frente a una gestión mediática aparentemente exitosa, pero en la realidad operativamente desastrosa, está provocando  una tormenta  con vientos huracanados, portadores de cambios, que en medio  de la frialdad que el  miedo produce, han puesto en evidencia a estos "alacranes y víboras”, que convertidos   en TARTUFOS  pululan en los rincones donde han permanecido mimetizados por largo tiempo.

No  nos extrañemos pues, si  los  torrenciales aguaceros que están por desatarse, harán emerger  decenas de tartufos en busca  del abrigo  de sus compañeros traicionados, trasmutados entonces en dóciles princesitas engañadas por la malvada bruja de oriente.

@gantillano




viernes, 11 de octubre de 2019

LA REVOLUCIÓN DE LA MENTE Y LA LIBERACIÓN DEL ESPÍRITU CREADOR






Uno de los problemas mayores a los que se enfrenta hoy la humanidad es a cómo dar origen a la liberación creativa del ser humano: la creatividad; a cómo tener la energía abundante adecuadamente dirigida, de forma que su vida tenga un significado profundo y expansivo.
La revolución es necesaria, una revolución profunda y total que empiece desde el interior, y para generar esa revolución debemos comprender las modalidades de nuestro propio pensamiento, comprender todo el proceso de nuestro pensar, los comportamientos de nuestra mente, y eso implica conocimiento propio. Sin la base del conocimiento propio tiene poco sentido lo que pensamos. Pero la revolución debe tener lugar no en una sección del pensar, sino en la totalidad de la mente misma.
Para que la revolución total ocurra es esencial descubrir qué significa escuchar. Muy pocos escuchamos directamente lo que se nos dice, siempre lo interpretamos conforme a un punto de vista particular. Tenemos opiniones, juicios, creencias a través de las cuales escuchamos, de modo que jamás estamos escuchando realmente. Sólo escuchamos en función de nuestros propios prejuicios personales. Y esto no origina comprensión. Lo que en verdad origina comprensión es escuchar sin estar anclado a nada, sin ninguna conclusión definida. Cuando se conoce el arte de escuchar no sólo se descubre qué es verdadero en lo que se está diciendo, sino también se ve lo falso como falso y la verdad en lo falso.
Se debe escuchar sin prejuicios, pues nuestro pensar se halla condicionado y jamás abordamos ningún problema con la frente fresca. La mente se halla condicionada por la educación actual, por la sociedad, por la religión, por todo nuestro entorno y también por nuestras reacciones al entorno –que surgen desde el proceso de la ambición.
Es indispensable que una revolución total ocurra en el ser humano, pero una revolución así no puede ocurrir si no hay una comprensión, sin esfuerzo alguno, de lo que es la verdad. El esfuerzo, en cualquier nivel, es una forma de destrucción, y sólo cuando la mente está muy quieta, sin hacer ningún esfuerzo, tiene lugar la comprensión. 
Una mente condicionada, por mucho que trate de cambiar, sólo puede hacerlo dentro de la prisión de su propio condicionamiento, y esto es obvio que no es revolución.
En el mundo hay una gran crisis, una enorme pobreza y la amenaza de la destrucción. Este es el reto, y nuestro problema es responder adecuadamente a este reto, y esto es imposible si no comprendemos el proceso de nuestro propio pensar.
Sólo podemos responder al reto de la Vida si comprendemos el proceso de nuestro pensar y estamos libres del condicionamiento, de la programación de nuestra mente, cuando ya no reaccionamos según una ideología política, religiosa, nacionalista o de la clase que fuere. Cuando hemos cesado de pertenecer a cualquier raza, credo o religión en particular, cuando cada uno de nosotros comprende su trasfondo y se libera de él, cuando sólo aspira a lo verdadero, es posible, entonces, responder plenamente. Y esa respuesta es una revolución.
Únicamente un ser humano espiritual, religioso, que es consciente y que obra adecuadamente, puede dar origen a una revolución fundamental. Un hombre verdaderamente religioso rompe con la estructura de la religión organizada, con todos los dogmas y creencias, así ve la verdad y obra adecuadamente. Toda otra forma de revolución es fragmentaria y genera, inevitablemente, problemas ulteriores. Pero el ser humano que ve la verdad, lo que es, es el verdadero revolucionario, porque el ver la verdad es realizar una respuesta integrada, no fragmentaria.
La mente debe darse cuenta de su propio condicionamiento y, por ello, liberarse de él y encontrarse libre para percibir la verdad. A no ser que liberemos a la mente de su condicionamiento, todos nuestros problemas sociales, nuestros conflictos en la relación, nuestras guerras y otras desdichas, todo eso tiene por fuerza que incrementarse y multiplicarse.
Sólo cuando la mente es libre puede haber creatividad. Esta revolución sólo es posible cuando la mente se halla muy quieta, muy silenciosa. Pero esta quietud mental no surge a través de ningún esfuerzo, no puede ser buscada ni perseguida, no tiene motivo. Surge naturalmente, con facilidad, cuando la mente comprende su propio proceso de acción, lo que implica comprender todo el significado del pensar.
Así pues, el principio de la creatividad, de la revolución y de la libertad es el conocimiento propio, y este debe ser descubierto en las relaciones de nuestra existencia cotidiana. La relación es el espejo en que podemos vernos realmente, sin distorsión alguna, y sólo mediante el conocimiento propio, viéndonos exactamente como en realidad somos, no distorsionados por ningún juicio, sólo así la mente se torna quieta, silenciosa.
La libertad surge sólo por obra del conocimiento propio, que consiste en comprender el proceso total del pensar. Nuestro pensar es, en la actualidad, una simple reacción, la respuesta de una mente condicionada, y cualquier acción que se basa en un pensar así tiene que dar como resultado una catástrofe, es inevitable. Para descubrir qué es la verdad, qué es Dios, es preciso que haya una mente que se ha comprendido a sí misma, lo cual implica investigar todo el problema del conocimiento propio. Sólo entonces hay una revolución total que da origen a una liberación creativa, y esa liberación creativa es la percepción respecto de lo que es la verdad.

@gantillano



CÓMO TENER UN BUEN DÍA





VENCERÉIS, PERO NO CONVENCERÉIS.



jueves, 10 de octubre de 2019

EL PODER DE LAS PALABRAS



La pobreza se ha metido en nuestras conversaciones...la pobreza nos habla al oído. Una mujer recibió un dinero y lo puso sobre la mesa de su sala. Su hijo, de 7 años, tomó los billetes y ella le dijo: "deja allí que esa plata es para pagar..." He observado que esa mujer siempre que recibe dinero dice lo mismo: " es para pagar..." Sin saberlo, esa mujer está programando su mente para creer que el dinero es para pagar. En consecuencia, su vida económica, esencialmente, se reduce a eso: a estar pagando. Ella le está diciendo a su mente: "la plata es para pagar." "la plata es para pagar." Entonces su mente le cree y empieza a trabajar para que así sea: crea deudas y se hace de gastos innecesarios. Por qué? ¡Porque el dinero es para pagar!




EL VOCABULARIO DE LA POBREZA


"POCO A POCO"
 
Una de las expresiones más usadas es "poco a poco." Cuando las personas empiezan algo, exclaman: "vamos a avanzar poco a poco"

 
La palabra poco significa <escaso>.


¿Qué imagen ve usted cuándo escucha la palabra 'poco´?
 
Preste atención a esto:

 
"Lo haremos poco a poco" VS "Lo haremos paso a paso."

 
La segunda expresión es más edificante, construye un cuadro mental de más fuerza.



"NECESITO" 

Otra expresión usada con mucha frecuencia es "NECESITO." Esa palabra significa CARENCIA. ¿Qué ves o que sientes cuando escuchas la palabra "necesito."?
 
"necesito un trabajo."
"necesito dinero."
"necesito mejorar."
"necesito apoyo."
"me falta cambiar."

 
Cambie su lenguaje. Diga:

 
"quiero dinero"
"quiero mejorar."
"quiero apoyo."
"quiero cambiar."

 
El solo hecho de pronunciar las palabras desde una posición ACTIVA, desde una posición de VOLUNTAD, ya cambia tus cuadros mentales.



"VOY A TRATAR"
 
Otra expresión muy usada es "voy a tratar."

 
Tratar es intentar. Alguien decía: "estamos cansados de los tratadistas." Se precisa gente que lo HAGA. Es tan simple decir: "lo haré." y Si no puedes o no quieres hacerlo, sencillamente di: "no lo haré." El mundo no se viene abajo...el mundo sigue su curso: no pruebes suerte, no lo hagas para ver cómo te va.

 
Ganadores creen que si algo va a pasar, es porque ellos hacen que pase. 
Así que cada vez que dices voy a "tratar", estás acostumbrando a tu mente a "intentar", a "negociar." No negocies con tu mente: Solo dale las ordenes. La mente obedece.
 
  
"VALE LA PENA" 

Otra expresión del vocabulario de la pobreza es "vale la pena." Pena es tristeza. Pena es dolor. Pena es angustia.
 
Lo que vas a hacer no vale la pena, vale el esfuerzo. Vale la alegría.
 

Hay que prestarle atención a las palabras...





EL PODER DE LAS PALABRAS
 
Una palabra es un pensamiento hablado. Un pensamiento es una palabra en silencio.
Las palabras crean ideas...l
Las palabras crean sensaciones: lo que escuchas puede determinar lo que sientes.

 
Las palabras crean cuadros mentales..
Un consejo popular dice: "piensa antes de hablar." La verdad, no obstante, es que nadie puede hablar sin pensar. Cuando alguien dice algo "sin pensarlo", en realidad lo pensó sin darse cuenta: fue un proceso que ocurrió en su subconsciente y que pasa inadvertido. Es casi automático...

 
Del mismo modo que nadie puede dar lo que no tiene, nadie puede expresar lo que no piensa... Incluso el acto de mentir exige un nivel de pensamiento.

 
Las palabras tiene poder porque cuando son escuchadas la mente, tanto del que las escucha como del que las pronuncia, las convierte en imágenes.Cada palabra la hemos asociado a una imagen y a una determinada sensación.

 
Por ejemplo, cuando usted escucha la palabra AVIÓN...lo más probable es que su mente vea un avión y que incluso lo vea volando.

 
Cuando escuchas la palabra MANZANA, ves una manzana..

 
Las palabras crean imágenes y esas figuras mentales amplifican lo que somos. Tienden a acentuar nuestros sentimientos más básicos: recuerde, las palabras son decretos...

 
Está en el libro de Proverbios, escrito por el Rey Salomón: "La muerte y la vida están en poder de la lengua,
Y el que la ama comerá de sus frutos." Otra traducción dice: "Quien habla del bien, del bien se nutre."

 
Cuando usted escucha con detenimiento el vocabulario de la mayoría de personas, lo que encontrará son palabras de escasez. Al ser pronunciadas constantemente, esas palabras son semillas de pobreza.

 
"ojalá"
"vamos a ver"
"hay que probar suerte"
"Dios quiera"

 
Pobreza mental, pobreza en el vocabulario, cambia tu chip y tu vida cambiará. Dicen las escrituras: "de la abundancia del corazón habla la boca."




martes, 8 de octubre de 2019

POSIBLE Y DURADERO



TAN SENCILLO Y TAN PROFUNDO



RE-HACER LA UNIVERSIDAD


La universidad des-hecha

Saber es hacer, le guste o no a los burócratas de la ratio instrumental, inerciales prisioneros de su fe, atrapados en las redes del entendimiento abstracto. Todo pensar es, en efecto, un crear, un hacer, un producir incesante. Cuando se piensa se hace y cuando se hace se piensa. Se piensa para producir reproduciendo. Se hace para reproducir produciendo. Tal es la determinación constitutiva de toda posible construcción del ser social. Verum et factum convertuntur, afirma Vico; para comprender a fondo el decurso de la historia, es menester estudiar en profundidad las distintas facetas de “la mente humana”, porque los cambios que ocurren en las sociedades tienen su origen en ella. Si la totalidad histórica tiene sus fundamentos en la comprensión de “la mente humana”, su estudio resulta de factura esencial y justifica, además, el estudio de las más diversas formas del conocimiento. Las expresiones concretas del quehacer social tienen que ser, pues, investigadas, enseñadas y divulgadas, porque esa es la manera como los pueblos, al reconocerse a sí mismos, logran avanzar, ser prósperos, conquistar la libertad y vivir en paz. Forma y contenido son inescindibles: theoría y praxis.

Las universidades no son fábricas de títulos ni de titulados. No son formas vaciadas de contenido, suerte de requisito nominal para poder obtener un cierto estatus de vida que permita, a su vez, alcanzar las subsiguientes “nominaciones”. Ellas son la mayor fuente de saber real y, por ello mismo, de hacer concreto. Su propósito esencial consiste en hacer país sobre la base de saber del país. Des-hacer la institución universitaria equivale, en consecuencia, a des-hacer el país en el que la sociedad pretende conquistar sus metas más preciadas, la realización de sus firmes propósitos específicos y generales, la conquista consciente de sus derechos y deberes. Ninguna sociedad que se respete a sí misma puede tan siquiera representarse la posibilidad de desarrollarse, de desplegar sus potencialidades, prescindiendo de la labor de sus universidades. A menos que se imponga la mediocridad como norma y sistema de vida, y que se llegue a sentir orgullo por las miserias de la ignorancia, la pobreza, el atraso, la violencia y la barbarie. Todo lo cual sólo puede ser calificado de fascismo en estado puro. Un régimen que promueve deliberadamente semejantes valores garantiza su permanencia absoluta en el poder. A mayor ignorancia más fácil resulta su perpetuidad al frente de una sociedad esclavizada, empobrecida, famélica, enferma, en fin, miserable.

Hubo un tiempo en Venezuela en el que las universidades llegaron a ser centros de estudios auténticamente superiores. Grandes exponentes de las disciplinas científicas y humanísticas, de los saberes clásicos y modernos, fueron convocados con el firme objetivo de formar, no sin rigor y excelencia, a los futuros responsables de la construcción de un país decidido a salir de su retardo histórico-cultural e incorporarse a la civilización, superando así los peligros del prejuicio y la presuposición, esas percepciones ‘de oídas’ que redundan, por un lado, en el craso empirismo tout court, y, por el otro, en el fanatismo y la adoración ante el cacique, el taita o el caudillo. Bajo el cobijo de la democracia, y en poco tiempo, la universidad venezolana se constituyó en una sólida, respetable y prominente institución, autónoma y con profundas raíces civiles. Ser profesor universitario, ser estudiante o egresado de La Universidad venezolana se transformó no sólo en una cuestión de prestigio sino, sobre todo, en un compromiso con el país. De nuevo, forma y contenido, theoría y praxis. Esa gran universidad, referencia internacional y modelo de las universidades latinoamericanas, ha sido literalmente secuestrada, golpeada, torturada y violentada con saña y crueldad por el actual régimen narco-terrorista. Su diagnóstico es reservado. Puede decirse que de suma gravedad y, la verdad, se haya a punto de morir. Por lo pronto, está des-hecha, y será necesario reconstruirla desde sus cimientos.
No hay peor cuña que la del mismo palo, dice un adagio popular. Pero cuando a las “cuñas” se las carcomen las polillas del resentimiento, la mediocridad y la piratería, el regressus a los tiempos del analfabetismo palúdico y a la pobreza material y espiritual se hace inminente. La cantidad sin mediaciones no hace calidad. Llenar cifras con más graduandos no pasa de ser una ficción, un espejismo tercermundista. Una universidad que no investiga y que no extiende los resultados de sus investigaciones en aportes reales, en beneficios para la sociedad, no merece llevar ese nombre. Las supuestas universidades que se limitan a impartir clases de refritos son una vergüenza. El profesor universitario, reseñado por el burocratismo dominante, como “docente” es un insulto a su formación investigativa y extensiva, a su concurso de oposición, a sus trabajos de ascenso, a sus investigaciones de campo, a sus publicaciones y a sus posgrados.

Hoy la cada vez menor población profesoral de las -auténticas- universidades que apenas sobreviven se ha vuelto anciana. Con premeditación y alevosía, los sueldos del profesorado universitario, que deberían situarse entre los mejores remunerados del país, dada su altísima y muy delicada responsabilidad, son los peores de toda la administración pública. Ya nadie quiere ser profesor universitario. Los jóvenes relevos, bien preparados para el oficio, se van del país, buscando mejores condiciones de vida. La previsión social se ha vuelto infame. Los “dirigentes gremiales”, incapaces de defender los derechos que le corresponden al profesorado por ley, optan por pecharlo, sacándole del bolsillo los ya bastante mermados recursos de su salario para cubrir los malabares de una política de seguros lo más distante de la idea de “previsión social”. O se pelean por “la torta” de los beneficios obtenidos en otros tiempos -producto de la venta de los activos del desaparecido fondo de jubilaciones-, y no precisamente para poder cubrir los impagables costos actuales de las clínicas. Y es que, así como urge una nueva universidad que, cual fénix, resurja de sus cenizas, urge, de igual modo, un nuevo sistema de seguridad profesoral y la renovación integral del gremio. El poder atemporal enferma.

Des-hacer significa hacer que una cosa vuelva a la condición en la que se encontraba antes de haber sido hecha, de modo que desaparezca, quede destruida o sea descompuesta. Este es un régimen de des-hechos: su característica esencial es la reacción, a la que autocalifican como “revolución”. Su  fundamento ideológico -aunque muchos de ellos no lo sepan- es el fascismo, al que deberían, de una vez por todas, denominar ‘nacional-socialismo’. Su desprecio por las universidades -su afán por des-hecharlas- sólo se compara con su profundo temor a la inteligencia. Tal vez, re-hacer la universidad sea la tarea más importante del presente y la mejor garantía de un futuro en progreso y libertad.


José Rafael Herrera
"El Nacional" 8 Agosto 2019 




JOSÉ RAFAEL HERRERA es un destacado filósofo, político y docente venezolano, nacido en la ciudad de Caracas, el 4 de marzo de 1959. Profesor Titular de la Escuela de Filosofía de la UCV. PhD en Cs Políticas. Filósofo, Magna Cum Laude. Ex Director de Cultura de la UCV.

FUENTE: 

https://www.elnacional.com/opinion/la-universidad-des-hecha/

martes, 1 de octubre de 2019

DESPERTARES



Que tus despertares, te despierten
Y que, al despertarte, el día que comienza te entusiasme.
Y que jamás se transformen en rutinarios los rayos del Sol que se filtran por tu ventana, en cada nuevo amanecer.
Y que tengas la lucidez de concentrarte y de rescatar lo más positivo de cada persona que se cruce en tu camino.
Y que no te olvides de saborear la comida, detenidamente, aunque “sólo” se trate de pan y agua.
Y que encuentres algún momento durante el día, aunque sea corto y breve, para elevar tu mirada hacia lo Alto y agradecer, por el milagro de la salud, ese misterioso y fantástico equilibrio interno.
Y que logres expresar el amor que sientes por tus seres queridos.
Y que tus abrazos, abracen.
Y que tus besos, besen.
Y que los atardeceres te sorprendan, y que nunca dejen de maravillarte.
Y que llegues cansado y satisfecho al anochecer, por la tarea satisfactoria realizada durante el día.
Y que tu sueño sea calmo, reparador, y sin sobresaltos.
Y que no confundas tu trabajo con tu vida, ni tampoco al valor de las cosas, con su precio.
Y que no te creas más que nadie, porque, sólo los ignorantes desconocen que no somos más que polvo y ceniza.
Y que no te olvides, ni por un instante, que cada segundo de vida es un regalo, un obsequio, y que, si fuésemos realmente valientes, deberíamos bailar y cantar de alegría al tomar conciencia de ello.
Como un pequeñísimo homenaje al misterio de la Vida, que nos acoge, nos abraza y nos bendice.


F. Daniel Karpuj


REGRESÉ





TÓMALO CON CALMA, OCTUBRE YA ESTÁ AQUÍ