domingo, 4 de diciembre de 2011

4 DE DICIEMBRE DÍA DE SANTA BÁRBARA




Santa Bárbara es conocida como patrona de los artilleros, mineros, carpinteros, ingenieros, militares, bomberos, arquitectos, constructores, entre otros, suele ser invocada cuando se conoce un incendio, durante las tempestades o al haber una muerte súbita, lo que la convierte en una figura legendaria que va de generación en generación.
Sobre su vida y muerte se ha obtenido información en su gran mayoría de un antiguo manuscrito propiedad del escritor griego Simeón de Metafrasto, dado a conocer a mediados del siglo VII, DC.
Según la tradición cristiana, Santa Bárbara, era hija de un Rey sátrapa de nombre Dióscorus, quien la encerró en una torre para impedir que los hombres admiraran su belleza y la sedujeran, o para evitar que fuera devota del cristiano.
Pese a la negativa de su progenitor continuó cultivando su fe y espíritu hacia el amor de Jesucristo, por lo que mandó construir tres ventanas en su torre, simbolizando la Santísima Trinidad. El padre de la bella joven se enteró del significado sus acciones, se enfadó y quiso matarla.
Por varios días fue martirizada con las peores formas de la época y torturada física y emocionalmente. Cuando ya su cuerpo se vio en las peores condiciones es trasladada a una montaña donde su progenitor sin piedad lleva a cabo su decapitación, dejando caer la espada para ver rodar la cabeza de su hija. Sin embargo, como un castigo divino, cuando Dióscorus regresaba de tan monstruoso crimen, un rayo que partió del cielo lo atravesó convirtiendo su cuerpo en cenizas.




ORACIÒN A SANTA BÁRBARA

Santa Bárbara, Virgen Bendita, Grandiosa de inmenso poder, Dios te acompañe, y Tu a mí por el camino del bien. Con tu espada vencedora líbrame del mal, de la injusticia, de la envidia y de los malos ojos.

Con el poder del rayo protégeme de mis enemigos, glorifica la boca de fuego de mi cañón y permite que salga victorioso. Con el cáliz de tu copa y el vino mantén la fuerza de mi cuerpo y espíritu para la dura lucha y el combate.

A mis manzanas y margaritas recíbelas como ofrenda de que te tengo siempre presente en mi pensamiento y en mi hogar, y te ruego no me abandones nunca y acudas a mi cada vez que te reclame para defender mi fe, mi tierra, mi familia y mis luchas; y que al final me lleves siempre a la gloria como Tú. Amén.





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