Václav Havel fue una personalidad singular que logró
demostrar que el humanismo como valor central de un líder político, no está
reñido con la globalización ni con la política.
Fue un destacado escritor de su país, activo militante
contra la dictadura comunista, quien sufrió cárcel y persecución durante este
régimen y que en reconocimiento a sus valores morales e intelectuales fue
elegido por sus conciudadanos para regir los destinos del país, en el complejo
momento que configuró la caída del comunismo, la democratización y
transformación de la economía. la incorporación a la OTAN y a la Unión Europea.
La democratización de Checoslovaquia, fue llamada la
“revolución de terciopelo”, porque tuvo lugar sin violencia y evitándose que un
cambio tan rotundo, tras un régimen represivo con decenas de miles de víctimas
como fue el comunismo en este país, produjera caos, anarquía o revanchismo
alguno. Václav Havel es la personalidad que más acabadamente expresa los
valores que determinaron este excepcional proceso.
Poco tiempo después, como Presidente, le tocó manejar con
éxito la división de su país en dos, cuando Checoslovaquia se dividió en la
República Checa y la República Eslovaca. Fue un proceso incruento y
consensuado, realizado en el mismo momento que otra región del ex Imperio
Austro-Húngaro, como Yugoslavia se desangraba en una cruel y sangrienta guerra.
La naciente República Checa lo elige nuevamente para regir
los destinos del país y lo hizo con la combinación de estadista, político,
humanista y artista que fue.
Havel demostró que es posible ser político sin
claudicaciones. Que es posible ser político sin abandonar la sencillez y la
sensibilidad humana. Que es posible ser político y mantener el espíritu abierto
a las artes y la cultura. Que es posible ser político y no perder la
sensibilidad. Ese es su legado.
Fragmentos del articulo “El legado de Vaclav Havel” de Rosendo
Fraga
Fuentes: http://celaforum.nuevamayoria.com
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