Macbeth es una de las obras más conocidas de William
Shakespeare. Esta obra de la dramaturgia universal es una tragedia en cinco
actos, escrita en prosa y en verso, que fue compuesta probablemente hacia 1606
y estrenada poco después. Fue publicada por primera vez en 1623, en la edición
conocida como First Folio.
Inspirada en la historia de vida del rey Macbeth de Escocia,
esta tragedia gira en torno a las consecuencias de la
ambición desmedida y la traición.
Ambientado en un mundo sombrío marcado por la confusión
moral, este texto donde la prosa se combina con el verso, describe la
inquebrantable degradación de un hombre que, impulsado por su esposa y las profecías
de tres brujas, no duda en traicionar a quienes confían en él y convertirse en
el asesino de Duncan, el rey de Escocia, con tal de concretar sus deseos. Si
bien su sueño parece cumplirse al llegar a ocupar el puesto que había quedado
libre tras la muerte de su superior, Macbeth no podrá librarse de los
remordimientos y así vivirá hasta que un vengador decida ponerle fin a su
existencia.
Como resulta evidente, a través de este relato Shakespeare
cautiva al público con una propuesta dramática basada en predicciones,
crímenes, venganzas y corrupciones humanas que intenta demostrar la importancia
de ser fiel y honesto con uno mismo en todas las circunstancias, aún cuando
creamos que estos principios nos dificultan el camino para llegar al objetivo deseado.
Por la maestría con la que fue escrita y el atractivo perfil
de su trama, esta obra no sólo se ha convertido en un clásico de la literatura
universal (disponible en una gran cantidad de idiomas) sino que también ha
impulsado la creación de otros libros, fue llevada a la gran pantalla en varias
oportunidades y hasta originó numerosos musicales.
Macbeth es una tragedia acerca de la traición y la ambición
desmedida. No hay seguridad absoluta de que la tragedia sea en su totalidad
obra de Shakespeare, ya que algunos afirman que ciertos pasajes podrían ser
adiciones posteriores del dramaturgo Thomas Middleton, cuya obra La bruja (The
witch) tiene múltiples afinidades con Macbeth.
En Macbeth se
describe el proceso de un hombre esencialmente bueno que, influido por otros y
debido también a un defecto de su propia naturaleza, sucumbe a la ambición y
llega hasta el asesinato. A lo largo de la obra, Macbeth, por obtener y, más
tarde, retener el trono de Escocia, va perdiendo su humanidad hasta llegar al
punto de cometer todo tipo de imperdonables actos.
A continuación, un breve resumen:
Acto I
Comienza la historia en la guarida de unas brujas que quedan
en reunirse con Macbeth.
El rey Duncan recibe a un hombre ensangrentado que le
informa de que Macbeth, señor de Glamis y Banquo (generales del ejército
escocés) han vencido al señor de Cawdor en batalla. El rey Duncan se alegra
enormemente y decide recompensar a Macbeth con el título del vencido.
Vuelven a aparecer las brujas y salen al encuentro de
Macbeth y Banquo. Les profetizan varias cosas. Dicen que Macbeth será nombrado
señor de Cawdor (él todavía no lo sabe) y que será rey. A Banquo le dicen que
será padre de reyes. Macbeth y Banquo preguntan que de dónde han sacado tales
noticias, pero las brujas desaparecen. Acto seguido entran Ross y Angus (nobles
de Escocia) y comunican a Macbeth que le ha sido otorgado el título de Cawdor.
Comparecen los vencedores ante el rey Duncan y este les
felicita y les comunica la intención de nombrar desde ese momento a su hijo
Malcom Príncipe de Cumberland (título otorgado tradicionalmente al heredero de
la corona de Escocia).
Todos deciden ir a pasar la noche al castillo de Glamis con
el fin de celebrar la victoria.
En la escena siguiente Lady Macbeth lee una carta enviada
por su marido contándole lo sucedido. Desde ese momento ella decide acabar con
el rey de forma que se cumpliesen las profecías. Todo queda planeado y decidido
cuando un mensajero le dice que el rey va a pasar la noche en su castillo.
Lady Macbeth comunica a su esposo, que se había adelantado
al grupo, sus intenciones, pero él no está totalmente de acuerdo con la idea,
aunque duda.
Llegan Duncan y los nobles al castillo y son recibidos
efusivamente por Lady Macbeth que les invita a sentarse a la mesa para el
banquete.
Mientras todos comen, Macbeth reflexiona sobre la
proposición de su mujer y decide y así se lo comunica a su esposa que no
llevará a cabo su plan. Pero ella le insulta y le incita a cometer el crimen, y
Macbeth, aunque todavía dudoso, y tras replicarle algunas veces, acepta.
Acto II
Banquo y su hijo Fleance están haciendo guardia a la puerta
de la alcoba donde el rey duerme. Macbeth aparece y les dice que se vayan a
dormir. Ellos obedecen y dejan la habitación del rey guardada por unos soldados
borrachos por el festín.
Macbeth vuelve donde su mujer y le vuelve a decir que está
en contra de matar al rey, pero Lady Macbeth sabe cómo tratarle y le convence
de nuevo. Le comunica que ya están dispuestos los puñales con los que debe
llevar a cabo la terrible acción y Macbeth sale para cumplir su misión. Antes
de entrar en la alcoba del rey, se sienta y reflexiona sin estar aún convencido
de lo que va a hacer. En ese momento ve un puñal flotando ante él (sólo él lo
puede ver) y esta imagen lo aterroriza y le hace pensar en la traición que va a
cometer. Finalmente se decide y mata al rey y a sus guardias.
Macbeth vuelve a su habitación y anuncia a su esposa que ya
ha consumado el crimen. Siente terribles remordimientos por su acción pero su
mujer, fría y calculadora insiste en que era lo que debía hacer y en que debe
ahora disimular y ocultar cualquier prueba.
A la mañana siguiente Macbeth y Lennox encuentran el cuerpo
de Duncan y Macbeth se apresura a atacar con furia a los soldados manchados con
la sangre del rey y cuyos puñales eran el arma utilizada para el regicidio ya
muertos, como si acabase con ellos en ese momento, de forma que no se descubra
la traición. Dan la alarma y Malcom y Donalbain (hijos de Duncan) huyen en
secreto a Inglaterra e Irlanda respectivamente temiendo que tras la muerte de
su padre ellos eran los siguientes, y esto da pie a que los nobles piensen que
los soldados mataron al rey por encargo de sus hijos.
Unas horas después se decide nombrar a Macbeth rey de
Escocia, pero Macduff y Banquo ya sospechan de él.
Acto III
Comienza con una conversación entre Banquo y Macbeth en la
que el primero reprocha al nuevo rey que no ha jugado limpio para conseguir su
puesto. Macbeth hace como si no le importase lo que dice y le invita a un
banquete que se celebraría esa noche. Banquo accede y sale a cabalgar con su
hijo hasta la hora prevista.
Después de haberse ido Banquo, Macbeth manda llamar a unos
asesinos a los que ordena acabar con Banquo y su hijo Fleance para así evitar
que se cumpla la profecía de las brujas referente a la descendencia de Banquo.
Los asesinos salen.
En un monólogo Lady Macbeth se arrepiente de haber matado al
rey ya que ahora no puede vivir tranquila. Aquí es cuando entra Macbeth y le
dice que todavía no está tranquilo puesto que Banquo y su hijo siguen vivos,
pero sorprendentemente su esposa le ruega que olvide la cuestión y sea otra vez
alegre y feliz. Pero Macbeth insiste en que ha de concluir su obra y para ello
son necesarias esas dos nuevas muertes.
Los tres asesinos esperan a que Banquo y su hijo aparezcan
con sus caballos y los atacan con puñales matando al padre, pero Fleance
escapa. Tras esto, los asesinos informan a Macbeth de lo sucedido y este,
aunque intrigado por la fuga de Fleance, queda más tranquilo.
Ya en el banquete, después de brindar, entra el fantasma de
Banquo y se sienta en el lugar destinado a Macbeth, que permanece de pie.
Cuando Lennox le dice al rey que se siente este cree que todos los sitios están
ocupados hasta que cae en la cuenta de que su sitio está ocupado por Banquo y
esto le atormenta, por lo que empieza a gritar y a hablar con el fantasma que
sólo él ve. Lady Macbeth le defiende y tranquiliza a los nobles diciendo que le
ocurre a menudo, pero que es pasajero. El fantasma sale y Macbeth se calma pero
después de un rato el fantasma vuelve y se repite la escena. Todos los nobles
piensan que está loco y se marchan para dejarle descansar. Lady Macbeth le
reprocha que ha descubierto su remordimiento y le recuerda que Macduff no ha
asistido al banquete por lo que el rey le manda llamar.
Aparecen las brujas preparando una nueva aparición ante
Macbeth.
Entran Lennox y otro caballero que le cuenta que Macduff ha
ido a Londres a reunirse con Malcom , hijo de Duncan para formar un ejército
para derrocar al tirano Macbeth.
Acto IV
Reaparecen las brujas preparando conjuros mientras esperan
la llegada de Macbeth. Éste llega y pide que le predigan su futuro pues se
encuentra desconcertado. Ellas invocan a tres espíritus. Cada uno le hace una
advertencia: el primero le dice que se guarde de Macduff; la segunda le dice
que nadie nacido de mujer le hará daño; y la tercera que no será vencido hasta
que el bosque de Birnam no avance contra él por la colina de Dunsinane.
Desaparecen los espíritus y Macbeth pide saber más por lo que las brujas le
enseñan la imagen de ocho reyes descendientes de Banquo. Macbeth se encoleriza.
Al salir, Macbeth se encuentra con Lennox que le informa de
que Macduff ha ido a Inglaterra para enfrentarse a él. Macbeth, irritado manda
matar a la familia del noble huido. Se cumple su orden (antes de esto hay un diálogo
entre Lady Macduff y su hijo).
Macduff y Malcom hablan en Inglaterra sobre el estado de
Escocia y se lamentan por la tiranía de Macbeth. Aparece un médico que les dice
que el rey inglés está dispuesto a ayudarles a vencer al tirano. Malcom se descubre
como el gobernante perfecto: bueno, sincero, fiel... (como su padre). Aparece
Ross y le cuenta a Macduff lo sucedido a su familia. Este les llora y jura
vengarse.
Acto V
Una dama de compañía de Lady Macbeth informa a un doctor del
comportamiento extraño de ésta. Por las noches se levanta y hablando sola y sin
despertarse siquiera se lava continuamente las manos diciendo que las tiene
manchadas de sangre.
Aparecen Menteth, Cathness, Lennox y Angus con sus ejércitos
y anuncian la próxima llegada del ejército inglés y de la mala situación del de
Macbeth, cuyos hombres no le son fieles y sólo luchan por obligación. Deciden
unirse a los ingleses.
El doctor notifica a Macbeth el estado de su esposa y el rey
se enfurece por la imposibilidad de curarla.
Los nobles escoceses e ingleses reunidos preparan la
batalla. Malcom manda a cada soldado coger una rama de árbol del bosque de
Birnam para que los vigías no puedan contar el número de hombres.
Vuelve a aparecer Macbeth en el castillo de Dunsinane y se
oyen gritos de mujer, es Lady Macbeth que ha muerto.
Entra un mensajero que le dice al rey que el bosque de
Birnam baja por la colina de Dunsinane avanzando hacia el castillo. Con esto se
cumple lo dicho por el tercer espíritu.
Comienza la batalla y los hombres de Macbeth se pasan de
bando o huyen ya que no le son fieles. El joven Seyton, hijo de Seyton, un
noble inglés se enfrenta a Macbeth, pero éste acaba con él. Acto seguido entra
Macduff y tras una dura lucha Macbeth cae muerto. Macduff fue “arrancado del
vientre de su madre antes de tiempo” por lo que se cumple la segunda profecía.
En la última escena aparecen todos los nobles y Malcom, que
es nombrado rey. Seyton se entera de la muerte de su hijo pero dice que no hay
muerte más honrosa que la de caer en combate. Malcom nombra a los nobles condes
y parte para Scone (donde se coronaba a los reyes de Escocia).
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