miércoles, 25 de julio de 2012

NUESTRA SEÑORA DE CARACAS



Nuestra Señora de Caracas
Esta es la imagen a la que se refiere don Aristides Rojas,
que estuvo colocada en la esquina de la Catedral Metropolitana
y luego trasladada al Museo.
Colección de la Galería de Arte Nacional

Cuando Arístides Rojas escribió sus Leyendas Históricas de Venezuela y la Crónica de Caracas, lo hacía para un público conocedor; las familias de Caracas eran las mismas que las del siglo XVIII y los padres y abuelos de sus lectores habían vivido la Guerra de Independencia. Lo que hizo Rojas fue darle una base documental a las historias conocidas. Su trabajo es producto de la investigación histórica y no copia de viejas consejas familiares. Los escribidores de viejas crónicas del siglo XX escribían para forasteros recién llegados a Caracas, sea del interior de la República o desde Europa y América Latina.

Ahora, de la Leyendas Históricas de Venezuela (OCI, Caracas, 1972), tomo la explicación que nos da Arístides Rojas del cuadro de Nuestra Señora de Caracas que ilustra este artículo y al final presento otra versión de la advocación creada por el Obispo Diego Antonio Diez Madroñero para dotar a Caracas de una patrona.


“Creada la Virgen ¿cómo figuraría en el lienzo o en la escultura, para que fuese reverenciada de los fieles y reconocida de las generaciones? Desde luego era necesario que descollaran al lado de la Virgen algunos de los patronos venerados en la ciudad, y que aquélla sintetizara a Caracas en sus diversas épocas. ¿Cómo hacer esto? Opinaban unos por colocar en el retablo que representara a Nuestra Señora, a San Sebastián, a San Mauricio, a San Pablo y a San Jorge, como primitivos abogados de Caracas en sus primeras necesidades; opinaban otros por darle cabida solamente a las santas y sabios doctores de la Iglesia. En esta situación estaban las cosas, cuando el Obispo invita a los devotos y devotas de Caracas, y presentándoles la cuestión en la sala de su palacio, les obliga a escoger el cortejo que debía acompañar a la Virgen bajo la nueva advocación de Nuestra Señora Mariana de Caracas. Debían figurar en el cuadro la ciudad de Caracas, el escudo de armas concedido por Felipe II y reformado por Carlos III, y los patronos y patronas que en diversas épocas la habían favorecido.
Después de una discreta y prolongada discusión, hubieron de triunfar al fin las mujeres sobre los hombres, haciendo que el Obispo aceptara, entre los cuatro personajes que debían acompañar a la Virgen, a tres santas de las protectoras de Caracas, y el asunto del retablo quedó decretado de la siguiente manera: arriba, en las nubes,, descollaría la Virgen coronada por dos ángeles; a la derecha de María, Santa Ana, su madre, patrona de la Metropolitana de Caracas; y después el Apóstol Santiago, patrono de la ciudad. A la izquierda de la Virgen, estarían Santa Rosa de Lima y Santa Rosalía; la primera, como representante de los estudios eclesiásticos, al fundarse, bajo su advocación, el Seminario de Santa Rosa en 1673; y la segunda, como abogada contra la peste, por haber salvado de ella a la capital en 1696. En derredor de este grupo se colocarían los ángeles de la corte celestial que celebran a María, debiendo llevar en las manos cintas en que estuvieran los diversos versículos de las letanías. Y para para representar a la antigua Caracas, en medio de los ángeles debía aparecer un querubín que presentase a la Reina de los Cielos el escudo de armas concedido por Felipe II a la Caracas de 1591.Consistía éste, como hemos dicho alguna vez, en un a venera que sostenía un león rampante coronado, en la cual figuraba la cruz de Santiago.
Arriba de todas la figuras colocaría el lema que dice: Ave María Santísima, para recordar la concesión hecha por Carlos III a la ciudad en 1763, mientras que abajo estaría Caracas con la fisonomía que ostentaba en esta época.
Diversos pintores dieron a luz sus obras, y fueron aceptadas. El primer retablo, cuyo destino ignoramos, estuvo en la capilla de la Caridad, contigua al derribado templo de San Pablo. El segundo fue colocado en la esquina de la Metropolitana, y está hoy en el Museo”


Luego del fallecimiento del Obispo Diego Diez Madroñero (1769), la devoción por Nuestra Señora de Caracas se fue debilitando. Su sucesor, Mariano Martí, trató de revivirla sin ningún éxito, y poco a poco se fue desvaneciendo. Los cuadros permanecieron en donde habían sido colocados hasta la persecución religiosa desatada por Antonio Guzmán Blanco. Como apunta Arístides Rojas, la que estaba expuesta en la esquina de la Metropolitana (esquina de La Torre) pasó al Museo Nacional y hoy puede ser admirada en la Galería de Arte Nacional, en la Av. México.

LA OTRA VERSIÓN

Hay otra pintura que perteneció al Ayuntamiento y que aún existe, pero, luego de siglos de abandono y descuido, permaneció roída de alimañas hasta que en 1953 fue repintado burdamente, al gusto de de los perezjimenistas, que no apreciaban el arte colonial. Hoy se puede ver en el Concejo del Municipio Libertador (esquina de Las Monjas, Caracas).

¿Qué observamos en el cuadro, además de la simbología religiosa? Pues la ciudad de Caracas como lucía en la segunda mitad del siglo XVIII, vista desde el oeste. Al centro, está la Plaza Mayor con las canastillas para el mercado construidas por órdenes del gobernador Ricardos; al frente, la Catedral con su torre bien alta. Frente a la plaza, a la derecha del espectador, se ve la cuadra donde estaban el palacio del obispo (hoy Palacio Arzobispal) y en la esquina, con una pequeña cúpula, la Universidad. Al fondo, la torre pertenecía a la Iglesia de la Candelaria y la que está cerca de la Catedral correspondía a la de San Mauricio (hoy Santa Capilla).



Nuestra Señora de Caracas. Óleo sobre tela pegada a tabla.
Escuela de los Landaeta. Circa 1775
Colección Fundación John Boulton, Caracas


Aquí vemos a Nuestra Señora de Caracas, sin la corte de patronos, pero con un significado más interesante: María está acompañada del Padre Eterno y por detrás de las nubes hay una escala al cielo. En la cinta que pende de la cruz de seis brazos se lee: Consolatrix caracensis. No aparece el escudo de Caracas, pero la ciudad se aprecia de norte a sur, sin mucha nitidez en la representación de la edificaciones, podemos ver al centro la Catedral; hacia el fondo una torre que corresponde a la Ermita de San Pablo; a la extrema derecha el cerro El Calvario con su capilla. En primer plano la Iglesia de Altagracia, y entre ésta y la torre de la catedral, se ve la de san Mauricio. Hacia la izquierda está la torre de la Iglesia de la Candelaria. Este cuadro se puede apreciar en el Museo  de la Fundación John Boulton al lado del Panteón Nacional, donde también se aloja la colección de antigüedades de Aristides Rojas.







CARACAS: LA OTRA MIRADA










(IMÁGENES FUERTES NO APTO PARA MENORES O PERSONAS SENSIBLES)


CARACAS UN AÑO MAS




Hoy  conmemoramos otro año de la fundación de nuestra querida y sufrida ciudad. Cuenta la historia que un 25 de Julio de 1567, el conquistador español, Diego De Lozada fundó la Ciudad de Santiago de León de Caracas- 445 años después de aquel acontecimiento… aquí estamos.




La historia

Los españoles descubrieron las costas venezolanas en el siglo XV, durante 1498 y comenzaron con su colonización en estas regiones. Pero no fue sino hasta el siglo XVI, en 1558, que se aventuraron a expandir su colonización a otras áreas, haciéndose el primer intento en lo que hoy es conocido como la ciudad de Caracas.

Antes de la llegada de los españoles, el territorio donde hoy se encuentra la ciudad estaba habitado por indígenas de la etnias Arawak y Kariña. Estos al igual que otros aborígenes de Venezuela eran defensores de su libertad, de sus tradiciones y de sus costumbres familiares.

El nombre Caracas proviene de la tribu que habitaba uno de los valles costeros contiguos a la actual ciudad por el norte, el Valle de Los Caracas, topónimo aún vigente, que por ser indios conocidos y tratados por los españoles asentados en la isla perlífera de Cubagua en sus expediciones esclavistas a esas costas entre 1528 y 1540, se hizo palabra usual entre estos españoles del oriente del país como topónimo de referencia para toda la zona y con ello se generalizó el nombre a las tierras del área de Caracas.




Fundación

Los antecedentes de la fundación de Caracas se originan en el hato ganadero de San Francisco, que en 1560 estableciera el mestizo Francisco Fajardo (Hijo de Francisco de Fajardo, Teniente de Gobernador de Margarita, y de la cacica guaiquerí Isabel, nieta del cacique Charayma de la costa de Maya) en la provincia de Caracas. Dicha fundación se hizo a partir de otra población previa fundada en la costa de Caracas por el mismo Fajardo, y como consecuencia de sus intentos de poblar el valle de los Toromaimas o de San Francisco, para apoyar y defender la explotación de minas de oro descubiertas el año previo en el área cercana de Los Teques, donde habitaba el indómito cacique Guaicaipuro de estos indios Teques. Fajardo partió dos veces, en 1555 y 1558, desde Margarita, su isla natal, para fundar ciudades en Tierra Firme, usando su familiaridad y amistad con los indios que poblaban las costas nor-orientales y nor-centrales de Venezuela, y aprovechando la ventaja de dominar la lengua de los indios Caracas, sus parientes de la costa.

Cuando Juan Rodríguez Suárez llegaba al hato de San Francisco, la comarca estaba en guerra contra los invasores españoles, y a diario era atacado el hato con las consiguientes pérdidas de personas y animales. Con el objeto de fortalecer aquella instalación y utilizarla como base estratégica para la futura conquista del territorio, Rodríguez Suárez la convierte en Villa de San Francisco, nombra alcalde y regidores, y reparte tierras entre los soldados.

Dicha fundación de San Francisco no sobrevivió al ataque de los indios de las etnias Teques, Mariches, Toromaimas y otros de la provincia, confederados por el legendario cacique Guaicaipuro, que poblaban los valles centrales montañosos y costeros, quienes la queman a mediados de octubre de 1561. Por esto, Diego de Losada, conquistador español , siguiendo una Real Cédula emitida en 1563 (a raíz del despoblamiento de San Francisco) que ordenaba su reedificación, puebla el lugar en 1567, con el nombre de Santiago de León de Caracas.




La ciudad experimentaría un gran crecimiento dando oportunidades y riquezas convirtiéndose 10 años después de su fundación en cabeza de la provincia, ya que debido al clima y a su efectiva defensa montañosa contra corsarios y piratas, el gobernador Juan de Pimentel la hace su residencia, cuando llega a Venezuela desembarcando en Caraballeda, ciudad vecina en la costa, en 1576. Dicha residencia en Santiago de León implicó en la práctica el tercer cambio de la capital administrativa de la provincia de Venezuela, de Coro en la costa occidental del país (ciudad fundada en 1527) a El Tocuyo en 1545 y después a Caracas en 1578.

Desde entonces esta ciudad mantuvo la capitalidad de la provincia de Venezuela o de Caracas y a finales del siglo XVIII, con los cambios administrativos realizado por el Imperio Español lo sería de la Capitanía General de Venezuela, conformada por las Provincias de Nueva Andalucía (Cumaná), Provincia de Mérida-Maracaibo, Provincia de Trinidad, Provincia de Margarita, Provincia de Barinas, Provincia de Guayana y la propia Provincia de Caracas o de Venezuela.



SIMÓN BOLÍVAR



“Si mi muerte contribuye para que cesen los partidos y se consolide la unión, yo bajaré tranquilo al sepulcro”




Hoy las lágrimas brotan de tu alma y  tu tristeza evidencia la pretensión de un régimen que para desviar y alejar a los compatriotas de las realidades que viven y sufren, son capaces de sacarte provecho político, hasta de tus propias cenizas.

Hoy naciste y mueres cada día, pero llegara el momento en que finalmente descanses en paz y todos como hermanos podamos seguir adelante.

Sosiego a tus restos.


miércoles, 18 de julio de 2012

MENTE RACIONAL - MENTE INTUITIVA



“La mente racional es un sirviente fiel, pero la mente intuitiva constituye un don sagrado. La paradoja de la humanidad consiste en habernos decantado por rendir culto al sirviente y deshonrar a la Divinidad”

Albert Einstein

TIENES ALAS



“Naciste con potencial.

Naciste con confianza y bondad.

Naciste con grandeza.

Naciste con ideales.

Naciste con alas.

No estás destinado a arrastrarte;

Tienes alas.

Aprende a usarlas y vuela.”

RUMI






SOBRE LAS TRISTEZAS





“No puedes impedir que el pájaro de la tristeza vuele por sobre tu cabeza, pero puedes impedir que haga nido en tus cabellos”

Proverbio chino




“Las alegrías y las tristezas son hijas del tiempo y no pueden durar. Por lo tanto, no seas perturbado por ellas.
Deja que el tiempo madure y ganarás dominio sobre su poder”

Sri Ananandamayi Ma




 “Aún una vida feliz no es factible sin una medida de oscuridad, y la palabra felicidad perdería su sentido si no estuviera balanceada con la tristeza.
Es mucho mejor tomar las cosas como vienen, con paciencia y ecuanimidad”

Carl Jung





domingo, 15 de julio de 2012

EL PRINCIPITO DIJO....


“Todas las personas mayores fueron al principio niños. 
(Aunque pocas de ellas lo recuerdan)”

LIBERA AL NIÑO INTERIOR..



MENSAJE PARA TU NIÑO INTERIOR

A veces nos invade una sensación de tristeza que no logramos controlar.

Percibimos que el instante mágico de aquel día pasó y que nada hicimos. Entonces la vida esconde su magia y su arte.

Tenemos que escuchar al niño que fuimos un día y que todavía existe dentro de nosotros. Ese niño entiende de momentos mágicos.

 Podemos reprimir su llanto, pero no podemos acallar su voz. Ese niño que fuimos un día continúa presente.

Bienaventurados los pequeños, porque de ellos es el Reino de los Cielos.

Si no nacemos de nuevo, si no volvemos a mirar la vida con la inocencia y el entusiasmo de la infancia, no tiene sentido seguir viviendo.

Existen muchas maneras de suicidarse. Los que tratan de matar el cuerpo ofenden la ley de Dios. Los que tratan de matar el alma también ofenden la ley de Dios, aunque su crimen sea menos visible a los ojos del hombre.

Prestemos atención a lo que nos dice el niño que tenemos guardado en el pecho. No nos avergoncemos por causa de él. No dejemos que sufra miedo, porque está solo y casi nunca se le escucha.

Permitamos que tome un poco las riendas de nuestra existencia. Ese niño sabe que un día es diferente a otro.

Hagamos que se vuelva a sentir amado. Hagamos que se sienta bien, aunque eso signifique obrar de una manera a la que no estamos acostumbrados, aunque parezca estupidez a los ojos de los demás.

Recuerden que la sabiduría de los hombres es locura ante Dios. Si escuchamos al niño que tenemos en el alma, nuestros ojos volverán a brillar.

Si no perdemos el contacto con ese niño, no perderemos el contacto con la vida...

PAULO COELHO







CUANDO LAS IDEAS TRASCIENDEN EL TIEMPO…



 “La continuación de la autoridad en un mismo individuo frecuentemente ha sido el término de los gobiernos democráticos. Las repetidas elecciones son esenciales en los sistemas populares, porque nada es tan peligroso como dejar permanecer largo tiempo en un mismo ciudadano el poder. El pueblo se acostumbra a obedecerle y él se acostumbra a mandarlo; de donde se origina la usurpación y la tiranía. Un justo celo es la garantía de la libertad republicana, y nuestros ciudadanos deben temer con sobrada justicia que el mismo magistrado, que los ha mandado mucho tiempo, los mande perpetuamente.”


SIMÓN BOLÍVAR