Después de trabajar durante algunos años en la empresa privada y pública, en diferentes niveles de responsabilidad y de conocer muchísimas personas, he aprendido que aunque a veces creamos tener logros propios, nada es posible sin la intervención de por lo menos otra persona, y por lo general de muchas personas. El trabajo en equipo es algo intrínseco al ser humano, no podrá haber logros personales sin un trabajo colectivo.
Los que aquí les dejo son solo algunos de los principios básicos que he descubierto por medio de lecturas, estudios, lecciones, observación y curiosidad, pero sobre todo a través de mi propia experiencia.
La vida y la capacidad de observación han sido mis grandes aliados.
1.- El trabajo con objetivos. Toda actividad humana tiene como razón el logro de algún objetivo, los trabajadores quieren ver un propósito en lo que hacen. El trabajo sin sentido no genera compromisos individuales ni institucionales.
2.- Desarrollar la responsabilidad. Todos en el equipo son importantes en igualdad de condiciones, cada quien desarrolla su trabajo y nadie es más importante que otro, por lo cual todos son responsables de los éxitos y de los fracasos. Cada trabajador debe sentirse orgulloso de los logros del equipo y asumir sus responsabilidades en los fracasos.
3.- Los trabajadores necesitan saber que se les tiene en cuenta. Es necesario Involucrarlos en las actividades, enriquecer su trabajo. Todo aporte individual es importante para el logro del objetivo colectivo.
4.-Dar reconocimiento, estímulo y aprobación. Reconocer y recompensar los éxitos individuales y colectivos es una acción fundamental en la motivación del equipo. El reconocimiento es una necesidad humana. Tratar a las personas como personas crea un ambiente de trabajo sano.
5.- Evitar la deslealtad. El espíritu de equipo debe prevalecer, estimular el sentido de la corresponsabilidad y fomentar el apoyo mutuo.
6.- Promover la sana competencia. Los retos personales de superación son importantes y bien encausados se constituyen en éxitos del equipo.
7.- Ser accesible. Es fundamental fomentar y concretar canales de comunicación entre todos los integrantes del equipo de trabajo. Las barreras en la comunicación crean malentendidos.
8.- El reconocimiento público y la corrección en privado. Dejar que la gente cometa errores y enséñeles lo que es correcto es parte del aprendizaje y la formación. El establecimiento de reglas claras de comportamiento entre el equipo y el líder fortalecen las relaciones de trabajo en equipo.
9.- Practicar la “escucha activa” con el equipo. Organizar reuniones, promover la convivencia, la solidaridad interna, como mecanismos para fortalecer la unidad de equipo. Considere siempre las razones internas.
10.- Delegar es confiar. Dar oportunidades al delegar en su equipo. Un Líder con autoestima alta fomenta la seguridad del equipo. Ayudar a los demás a sentirse bien comienza cundo te sientes bien.
@gantillano
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