viernes, 11 de diciembre de 2015

DICHOS




“El Alma es Naturalmente Plural”
Rafael Cadenas



¡Cuántas utopías derrumbadas! Esto te abrió los ojos. Agradécelo.


Para que nadie te embauque con falaces simplificaciones, saca un salvoconducto en la oficina del idioma.


En el fondo todas las guerras son religiosas: ocurren cuando se deifican ideas.


Si discutes con un fanático, también eres loco.


El gendarme innecesario impide que la gente llegue a la mayoría de edad.


Lástima que las letras de la palabra enemigo no la ahoguen.


Los que se llaman a sí mismos revolucionarios se proponen liberar a los seres humanos y comienzan por privarlos de libertad.


Marx combatió a los socialistas utópicos; ahora la historia lo ha convertido en uno de ellos.


Cuando “el hombre nuevo” no tiene ya la obligación de desempeñar ese papel tan incómodo, vuelve a ser el de hace miles de años.


Toda creencia es un confinamiento.


No me arrastrarás a tu guerra.


Platón expulsó de su República a los poetas. Ningún poeta ha proscrito a Platón. Los poetas, con algunas excepciones, no son vengativos.


El revolucionario no es demócrata; él lo sabe, pero debería decirlo para sincerarse.


Intelectuales respetables tratan de separar el marxismo de sus consecuencias. Me parece un vano empeño. Los regímenes a que dio lugar han sido despiadados.


La ideología es uno de los recursos con que cuenta el ser humano para no verse.


El mayor cargo que pueda hacérsele a la utopía: nos quita del presente.


La enfermedad infantil del comunismo es el comunismo.


No seas juglar de ningún caudillo.


Primero exaltan la historia, después se autoproclaman sus elegidos.


Los revolucionarios de corte marxista son muy críticos; pero su propósito es crear una sociedad acrítica.


El alma es naturalmente plural.


Corrupción y psicopatía van de la mano.


La incultura cría dictadores.


Usa un lenguaje bélico, seguramente para darse ánimo.


Comunismo democrático: animal de la zoología fantástica.


Socialismo bolivariano: estridente contradicción.


Nada más parecido a las monarquías absolutas que los regímenes comunistas.


Los historiadores, a veces sin darse cuenta, se asemejan a los psiquiatras: su materia de estudio es la locura humana.


Los rótulos no dejan ver a los seres humanos.

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Rafael Cadenas





Dichos, Universidad de los Andes, Dirección de Cultura y extensión, 2011. Mérida, Venezuela. Curaduría: Josefina Núñez

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