José Antonio Marina
(Ficha resumen segunda parte)
VOLUNTAD = El yo ejecutivo
La voluntad es la motivación inteligentemente dirigida. Ella se encarga de introducir cierto orden en las voces discordantes que nos invaden frecuentemente. Es la sede de la libertad porque media entre el deseo y la acción y ayuda a tomar decisiones. Es la que nos permite liberarnos de las coerciones.
Marina dice que hay que tener atención con la procastinación, es decir, dejar algo para mañana. Pero es más que eso, es abandono. El procastinador toma la decisión de hacer una cosa mañana, decisión que será aplazada con la misma resolución al día siguiente. Tiene una gran fuerza de voluntad para actuar en el futuro, pero una débil voluntad para el presente. Él mismo se da argumentos muy convincentes que le aconsejan aplazar la decisión.
Indecisión: suele derivar de un estilo afectivo acobardado que teme equivocarse o que teme la novedad. Prefiere lo malo conocido a lo bueno por conocer.
Rutina: no hay que caer en la rutina porque no todo lo que funciona en un momento dado debe funcionar siempre.
Inconstancia: está muy unida a la capacidad de soportar el esfuerzo.
Obcecación o tozudez: claro fracaso de la inteligencia.
Adicciones: la gente tiene derecho a morirse de lo que quiera, pero quien es adicto pierde su libertad, así que no me puedo fiar de él.
CAPÍTULO 6: LA ELECCIÓN DE METAS
Tenemos que organizar planes de vida y de eso depende en gran medida nuestros éxitos o fracasos vitales.
Todos tenemos una meta que es querer ser felices. La elección de las metas es una de las más delicadas operaciones de la inteligencia, y muchos fracasos llegan porque las metas que emprendemos son imposibles en sí mismas o para nosotros.
El problema de coordinar metas con otras personas es difícil y eso causa frustraciones. Un buen ejemplo lo tenemos en las relaciones de pareja y en las relaciones familiares. El miedo a un fracaso en las relaciones de pareja hace que cada uno de los miembros invierta poco en ella. Se preparan para el posible divorcio.
Hay 3 casos de fracasos provocados por el contenido de las metas:
−He elegido mal mi meta ! era imposible, contradictoria
−No coordino mis metas con las impuestas por la sociedad ! individualismo insolidario.
−No he sabido coordinar mis metas con las de otra persona concreta ! matrimonios fracasados.
La maldad es el gran fracaso de la inteligencia. Nos habla del caso de Napoleón: dice Marina que en su ámbito privado consiguió sus metas, pero considerado desde sus víctimas, fue un perdedor porque no supo resolver los problemas de su nación. Es necesaria una inteligencia compartida (pareja, vecinos).
CAPÍTULO 7: SOCIEDADES INTELIGENTES Y SOCIEDIADES ESTÚPIDAS
Inteligencia social: hasta ahora sólo se ha tratado la inteligencia como una facultad personal. La inteligencia social es aquella que emerge de los grupos, asociaciones o sociedades, la que surge de las relaciones sociales.
Cada uno tiene su inteligencia individual, pero esta se desarrolla en un concepto social que favorece o frena su despliegue.
Inteligencia potencial: se convierte en energía afectiva al pasar por el contexto social..
Sociedades inteligentes y sociedades estúpidas:
−Las agrupaciones inteligentes captan mejor la información, se ajustan a la realidad y perciben antes los problemas. Inventan soluciones eficaces y las ponen en práctica.
−Las agrupaciones estúpidas crean problemas que no saben resolver. Viven entre irritabilidad y desconcierto.
¿Cómo sabemos que fracasa una sociedad?
Cuando las creencias vigentes, los modos de resolver conflictos, los sistemas de evaluación y los modos de vida disminuyen las posibilidades de las inteligencias privadas.
Inteligencia compartida: aumenta las capacidades de todos.
Bondad: es la gran creación de la inteligencia. Una persona es buena cuando sabe cuál es la mejor solución para un problema que afecta a una comunidad y la pone en práctica.
La inteligencia fracasa cognitivamente cuando mantiene creencias privadas: prejuicios, supersticiones, dogmatismos y fanatismos.
La inteligencia fracasa afectivamente cuando el odio, la agresividad, la envidia, la impotencia y la soberbia desvían del buen camino las sociedades.
La inteligencia fracasa desde un punto de vista operativo cuando la inteligencia social se equivoca en las metas.
Éxito de la inteligencia:
− en la vida privada ! felicidad
− en la vida pública ! justicia
EPÍLOGO: ELOGIO DE LA INTELIGENCIA TRIUNFANTE
La inteligencia fracasada pare dos terribles hijas: la desdicha (evitable) y la maldad, que añade desgracia a la desgracia. Son nuestras dos grandes derrotas, cada cual con sus ramificaciones: fanatismo, insensibilidad, desamor, violencia, rapacidad, odio, afán de poder, miedo...
Marina dice sobre la sabiduría que es la inteligencia habilitada para la felicidad privada y para la felicidad política, es decir, para la justicia. Sabio no es quien sabe muchas cosas, sino el que actúa sabiamente. La inteligencia triunfante es, pues, la que inventa lo valioso en nuestra vida privada o pública, es nuestra salvación. Para él la inteligencia es un caudal poderoso y contra viento y marea triunfará.
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