A
propósito de algunos hechos recientes, en los que un grupo de
“compañeros” (alacranes y víboras), en un acto vil de traición, motivado
por la envidia y avaricia buscando perjudicar el desempeño de
brillantes profesionales para ocultar la mediocridad e ineficiencia de
su trabajo; me permito la licencia literaria de agregar y asimilar
estos reptiles a la categoría de "Tartufos".
"TARTUFO" sinónimo de hipocresía y falsedad. Deviene de la obra clásica de Moliére, (año 1.667); la obra intenta reflejar la hipocresía de las personas muy devotas -(leales, revolucionarias)- en público, pero muy poco en privado. Moliére intenta avisarnos de que las apariencias engañan y nos propone el ejemplo de la ceguera de Orgón. Toda la familia ve quién es en realidad Tartufo, pero Orgón no es capaz de abrir los ojos hasta que se lo muestran con hechos.
Uno de los temas principales es también el de la amistad traicionada. Orgón es bondadoso y confiado, aunque excesivamente ingenuo, mientras que Tartufo se caracteriza por el engaño y la traición. El recurso principal de estos nuevos Tartufos es la trampa y en ocasiones el ingenio, el cual utilizan solo en su favor. Son grandes manipuladores y explotan su aparente devoción a las nobles causas.
Pero no. Pareciera que desde sus cuevas y subterfugios, enmascarados sibilinamente de funcionarios comprometidos pretenden en estos momentos de confusión institucional, de inexistencia de una Dirección responsable y verdaderamente comprometida con una trasformación sustancial, posicionarse frente a la “autoridad” a objeto de usufructuar de un “poder relativo” en beneficio personal o de un pequeño sequito de aduladores.
La posición crítica que algunos hemos asumido contra el irrespeto a los trabajadores y frente a una gestión mediática aparentemente exitosa, pero en la realidad operativamente desastrosa, está provocando una tormenta con vientos huracanados, portadores de cambios, que en medio de la frialdad que el miedo produce, han puesto en evidencia a estos "alacranes y víboras”, que convertidos en TARTUFOS pululan en los rincones donde han permanecido mimetizados por largo tiempo.
No nos extrañemos pues, si los torrenciales aguaceros que están por desatarse, harán emerger decenas de tartufos en busca del abrigo de sus compañeros traicionados, trasmutados entonces en dóciles princesitas engañadas por la malvada bruja de oriente.
"TARTUFO" sinónimo de hipocresía y falsedad. Deviene de la obra clásica de Moliére, (año 1.667); la obra intenta reflejar la hipocresía de las personas muy devotas -(leales, revolucionarias)- en público, pero muy poco en privado. Moliére intenta avisarnos de que las apariencias engañan y nos propone el ejemplo de la ceguera de Orgón. Toda la familia ve quién es en realidad Tartufo, pero Orgón no es capaz de abrir los ojos hasta que se lo muestran con hechos.
Uno de los temas principales es también el de la amistad traicionada. Orgón es bondadoso y confiado, aunque excesivamente ingenuo, mientras que Tartufo se caracteriza por el engaño y la traición. El recurso principal de estos nuevos Tartufos es la trampa y en ocasiones el ingenio, el cual utilizan solo en su favor. Son grandes manipuladores y explotan su aparente devoción a las nobles causas.
Pero no. Pareciera que desde sus cuevas y subterfugios, enmascarados sibilinamente de funcionarios comprometidos pretenden en estos momentos de confusión institucional, de inexistencia de una Dirección responsable y verdaderamente comprometida con una trasformación sustancial, posicionarse frente a la “autoridad” a objeto de usufructuar de un “poder relativo” en beneficio personal o de un pequeño sequito de aduladores.
La posición crítica que algunos hemos asumido contra el irrespeto a los trabajadores y frente a una gestión mediática aparentemente exitosa, pero en la realidad operativamente desastrosa, está provocando una tormenta con vientos huracanados, portadores de cambios, que en medio de la frialdad que el miedo produce, han puesto en evidencia a estos "alacranes y víboras”, que convertidos en TARTUFOS pululan en los rincones donde han permanecido mimetizados por largo tiempo.
No nos extrañemos pues, si los torrenciales aguaceros que están por desatarse, harán emerger decenas de tartufos en busca del abrigo de sus compañeros traicionados, trasmutados entonces en dóciles princesitas engañadas por la malvada bruja de oriente.
@gantillano
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