"Si crees que la educación es cara prueba con la ignorancia"
Derek Bok
Hablamos de 2012 con inusitado entusiasmo. Esperamos el diciembre del año que viene como que si ya todo está listo para sustituir a un hombre que tanto daño le ha hecho al país, fomentado su división y alimentando el odio entre sus habitantes. Los ricos y los pobres. Los oligarcas y los excluidos... En Venezuela vivimos una paradoja. Es impresionante, algunos actores políticos se comportan como que si todo estuviera normal. Hacen planes representándose posibles escenarios imaginándose probablemente que estamos en la Venezuela pre-Chávez. Así las cosas, tenemos un presidente manirroto que regala dólares a otras naciones, mientras nuestro país se despedaza y hunde en la mayor pobreza. Nuestras universidades se quejan porque no hay dinero para mantenerlas abiertas, y al mismo tiempo el hombre manirroto hace aportes mil millonarios a universidades extranjeras para mejorarlas. Y las de aquí, que se joroben; y no pasa nada, pues insisto, los actores fundamentales se les pasa el tiempo haciendo planes para las próximas elecciones. Hablamos y promovemos primarias para enfrentar a Hugo Chávez, suponiendo que esas elecciones serán como cualquier otra y, desde luego, bajo la falsa creencia de que estamos en un país civilizado donde respetarán la voluntad del elector, pensando, quizá, que no existirán trampas, ni que tendremos un registro electoral amañado. Ante este panorama incierto, vemos gobernadores con la brújula descontrolada, que se empeñan en recorrer el país promocionando su nombre para convertirse en el abanderado de la oposición en esos comicios. Pero no atacan el problema. No ofrecen esperanzas en concreto, sino que basan todo en que ellos son la salvación... ¡Vaya error! No estoy en contra de las primarias. Tenemos que realizarlas. Pero es un eslabón nada más, y no la escalera para llegar a la solución de los problemas. Mientras el tiempo transcurre, el país se destroza. Pareciera que no hay otra cosa distinta a la paciencia. Se quiere vender la idea de que en 2012 se resolverán los conflictos porque sacaremos a Chávez, no importa quién resulte victorioso en las primarias. He escuchado decir: "así sea un perro el candidato todos votaremos por él, y no hay dudas que le ganaremos a Chávez". Lamento ser pesimista, pero yo no lo veo tan fácil. Chávez se mantiene porque ha construido un piso político en las clases más necesitadas; y como pilares fundamentales ha sembrado el odio, el resentimiento y la ignorancia. Esa es la fortaleza del régimen. Chávez no tiene una obra que exhibir, y para desgracia de quienes queremos ver concordia entre los ciudadanos y respeto de los gobernantes, cada día que pasa el pueblo tiende a parecerse más a Chávez. Al menos en la apariencia, porque todos sabemos que Chávez y sus compinches son los únicos que han disfrutado de esta locura dizque revolucionaria.
Educación y progreso
No es lógico pensar que esto se resuelve con una elección y un nuevo líder. Quién puede ser esa persona que tome las riendas de este país para reconstruirlo. Cómo y cuánto tiempo tardaremos reconciliando al pueblo venezolano. Cuánto tiempo y esfuerzo llevará reparar lo que se ha destruido. Cómo resolver el problema eléctrico. Cómo reconstruir la industria petrolera. Cómo sanear la gravedad que representa el agua contaminada o recuperar el sistema de salud, o el sistema educativo. Por dónde empezar. Una de las lecciones que debemos aprender de la revolución bonita, es que no se puede improvisar, y que el progreso implica que la población esté preparada, formada, no sólo para asumir cargos de dirección en el gobierno, sino también para saber elegir quienes deben ser sus líderes. La frase de Derek Bok es una realidad en Venezuela. Cuánto nos ha costado, y nos seguirá costando, no haber dado prioridad a la educación.
Liderazgo y valores
No se ve claro el panorama electoral. Queremos un liderazgo diferente. La pregunta es ¿eso no supone que la población venezolana elija diferente, piense diferente, tenga unos valores diferentes? La única respuesta que creo puede hacer esa diferencia es educar. No estamos descubriendo nada. Todos lo sabemos, pero no se puede seguir esperando las próximas elecciones para empezar. Pero ¿quién educa?, sin dudas: el que más sabe. Creo que en Venezuela, sí contamos con muchos hombres y mujeres con conocimientos, preparación y experiencia y, sobre todo, VALORES. Aquí hubo una generación de venezolanos y de extranjeros que aunque, como es lógico, cometieron errores, nos dejaron también muchas obras gracias a las cuales todavía sobrevivimos, esa generación tuvo visión de futuro. Ahora mismo contamos con muchos de ellos que vivieron aquella época y hoy se encuentran muy activos, se preocupan por lo que padecemos. Ellos, creo, están llamados, más que a retomar liderazgos políticos, es a asumir la tarea de educar, que a mi entender tiene que comenzar ya. Que nos enseñen qué "echar para adelante" no es ver cómo se consiguen fácilmente unos reales para comprar la camioneta tal, o vivir en la urbanización X. Esa generación debe enseñar y preparar a los líderes del futuro. Todos tenemos que evaluarnos: los de antes y los de ahora. Hemos olvidado nociones básicas de convivencia. Hemos perdido el amor por lo que creemos no nos pertenece: cómo es posible, por ejemplo, que los visitantes del Acuario de Valencia lancen objetos a las toninas; o los estudiantes dañen sus espacios. Necesitamos concienciar a nuestros ciudadanos para ser mejores. Y para llegar alto hay que comenzar por fijarse en los pequeños detalles. No se trata de sentirme derrotado para el año que viene, pero hasta cuándo vamos a seguir con la cantaleta de siempre, de estar pendientes sólo de futuros eventos electorales. Todo no pueden ser elecciones y críticas a los que mandan. También los de abajo tenemos que cambiar. Esa es la idea. Pocos se preocupan por eso. Un ex alcalde de Nueva York cambió la ciudad partiendo de pequeñas modificaciones de conducta de los transeúntes. Es verdad que tenemos grandes e importantes metas, pero soslayar lo menudo es grave a la larga. A Dios rogando y con el mazo dando.
Transformación profunda
Los líderes del futuro no están en las gobernaciones, ni en las alcaldías. Hoy más que nunca siento que los líderes del mañana están es en las aulas de clases de nuestras universidades. Me refiero a las verdaderas universidades: las plurales y tolerantes, en las cuales tienen cabida y se enseñan todas las corrientes del pensamiento. Allí se encuentra el contingente que estoy seguro recuperará nuestro país. Por esa razón Chávez ahoga vía presupuestaria las casas de estudios superiores. Para Chávez el problema no es el trabajador universitario, que aunque lo desprecie asignándole salarios de hambre, su verdadera incomodidad está con los estudiantes porque constituyen el futuro. Él no quiere un país preparado, por eso asfixia las universidades donde germina el antídoto contra toda forma de represión y autoritarismo. Es falso el discurso del gobierno cuando dice que quiere democratizar las universidades y además quiere que rindan cuentas. Por Dios: ¿cuándo el Presidente se ha interesado por la rendición de cuentas y por la democracia? La finalidad de Chávez con las universidades y como política de Estado, es destruir su verdadero proyecto de universalidad para abortar e impedir que se formen los líderes del mañana.
Pablo Aure
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