La libertad humana se puede definir como la
"autodeterminación de los valores positivos". Esto significa que una
persona libre se convierte, por ese mismo hecho, en el verdadero autor de su
conducta, pues él mismo la determina en función de los valores que previamente
ha asimilado. Cuando no se da la libertad, o se da en forma disminuida,
entonces el sujeto actúa impedido por otros factores, circunstancias y
personas, de modo que ya no puede decirse que es el verdadero autor de su
propia conducta. De acuerdo con esto se dice que la condición previa de la
libertad en un individuo es la captación y asimilación de los valores. En la
medida en que un individuo amplía su horizonte moral, podrá ampliar
paralelamente el campo de su propia libertad. Y en la medida en que una persona
permanezca ciega a ciertos valores, se puede decir que posee una limitación en
su libertad.
Obstáculos contra la libertad existen varios, aquí señalamos algunos:
Consiste en la ausencia de conocimientos, es un obstáculo ya
que para elegir algo, es preciso conocerlo. El mejor consejo para obtener la
libertad es abrir horizontes, ilustrar acerca de nuevas posibilidades. Muchos
fracasos se deben a una elección incorrecta por ignorar otras opciones que
estarían más de acuerdo con las necesidades del individuo y la sociedad.
Consiste en la perturbación emocional producida por la
amenaza de un peligro inminente y es un obstáculo ya que en casos extremos
(pavor), puede producir una ofuscación completa de las facultades superiores, y
todo lo que se ejecuta en esos momentos pierde el carácter de acto humano, pues
el sujeto no puede responder de ello.
La cólera, también llamada ira, enojo o coraje, al igual que
otras emociones y pasiones producen una fuerte limitación en nuestra capacidad
de elegir libremente. Las emociones como el odio, la tristeza, la alegría, los
celos, la envidia y el enamoramiento, son respuestas orgánicas (de adecuación o
de inadecuación, de aceptación o de rechazo) por parte del sujeto cuando
percibe un objeto afín o discordante. La emoción llevada a los extremos recibe
el nombre de pasión. La palabra "sentimiento" expresa casi siempre lo
mismo que la palabra emoción, cuando se trata de un fenómeno persistente.
Es una fuerza externa, física o psíquica, ante la cual es
difícil o imposible resistirse. Ésta puede debilitar la libertad del sujeto
hasta el grado de suprimir toda responsabilidad en lo que se refiere a la
conducta realizada en esos momentos.
Los desajustes psíquicos, entre los cuales sobresale la
neurosis, debilitan la libertad debido a que la persona se siente atada a
ciertos patrones de conducta, a mecanismos de defensa, a lo que le dicta la
Autopercepción, el Superego o las emociones exageradas, como la ansiedad y la
angustia.
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