El árbol que mueve algunos a lágrimas de felicidad,
en la mirada de otros no es más que un objeto verde
que se interpone en el camino.
Algunas personas ven la naturaleza como algo ridículo y deforme,
pero para ellos no dirijo mi discurso;
y aun algunos pocos no ven en la naturaleza nada en especial.
Pero para los ojos de la persona de imaginación,
la Naturaleza es imaginación misma.
Así como un hombre es, ve.
Así como el ojo es formado, así es como sus potencias quedan
establecidas.
William Blake, Carta al Dr. Trustler (1799)
Para ver el mundo en un grano de arena,
Y el cielo en una flor silvestre,
Abarca el infinito en la palma de tu mano
Y la eternidad en una hora.
Aquel que se liga a una alegría
Hace esfumar el fluir de la vida;
Aquél quien besa la joya cuando esta cruza su camino
Vive en el amanecer de la eternidad.
William Blake, (1809)
Los profetas describen lo que vieron en Visiones... con sus
órganos imaginativos e inmortales. Un Espíritu y una visión no son, como supone
la filosofía moderna, un nuboso vapor, o una nada: se hallan organizados y
articulados meticulosamente, más allá de lo que pueda producir la naturaleza
mortal y perecedera. Quien no imagina rasgos más fuertes y mejores, y bajo una
luz más fuerte y mejor que la de su ojo perecedero, no imagina en absoluto.
William Blake, un catálogo descriptivo de cuadros (1809)
Si las puertas de la percepción se depurasen,
todo aparecería a los hombre como realmente es: infinito.
Pues el hombre se ha encerrado en sí mismo hasta ver
todas las cosas a través de las estrechas rendijas de su
caverna.
William Blake, Las bodas del cielo y el infierno (1793)
Ilustraciones de William Blake
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