sábado, 30 de abril de 2011

MI POSICIÓN FRENTE A CUBA - ERNESTO SÁBATO

Como muchos intelectuales latinoamericanos, Ernesto Sábato rompió con la revolución y el totalitarismo, en aras de la libertad. Así lo escribió en El Comercio, 2 de Abril de 1989




Un número muy importante de escritores y artistas del mundo entero pidieron un referéndum en Cuba para que el pueblo decida si está o no está de acuerdo con el régimen imperante. Lo firmé a pesar de no compartir ciertas consideraciones que en esa carta se hacen, porque de no haberlo suscrito podría haber dado a entender que apruebo al gobierno cubano, y no lo apruebo.
Siempre estuve por la justicia social y por la liberación de los pueblos oprimidos, sistemáticamente he combatido toda clase de imperialismo, cualquiera fuera su signo. Pero también he sostenido que la justicia social debe estar unida a la libertad, desde que cuando muchacho abandoné el movimiento comunista a causa de las persecuciones stalinistas. Mi posición está ampliamente fundada en “Hombres y engranajes”, publicado en 1951, y en “Apologías y rechazos”, del año 1981. Ante cartas de personas que evidentemente no han leído esos ensayos, creo conveniente reiterar aquí lo esencial. Después de terribles experiencias a lo largo de este siglo, no se puede dudar: el fin no justifica los medios innobles.
Así, la primera condición para cualquier sociedad que se pretenda justiciera ha de ser el respeto de la persona, lo que supone en primer término la libertad. Nos dirán algunos que en las democracias solo existe para los explotadores, lo que es absolutamente falso en naciones como Suecia, Italia, Francia y tantos otros. Además, deberíamos recordar que fue en las universidades europeas donde surgieron las grandes doctrinas socialistas. Como afirma Camus, si hoy la libertad ha retrocedido en la mayor parte del mundo es porque jamás han estado mejor armadas ni han sido más sofísticas las iniciativas de esclavización. El gran acontecimiento del siglo XX fue el abandono de a libertad por los que querían el progreso material, desapareciendo desde entonces una esperanza más en el mundo. La libertad burguesa no era toda la libertad, o no lo era cabalmente; pero de la justa desconfianza por sus precariedades se llegó a desconfiar de la libertad misma, o se la difirió para siglos futuros. Ya sabemos adónde condujo este renunciamiento, y es hora que admitamos que la libertad total no es algo que un día recibiremos de golpe y en su máximo esplendor, sino que debe lograrse día a día, en una lucha incesante contra los que quieren arrebatar hasta sus migajas. Porque con esas pequeñas y hasta risibles libertades podremos proseguir el camino y perfeccionar nuestras sociedades, hasta alcanzar una que a la vez nos ofrezca también la justicia social.
Son muchos los hombres que quieren un mundo mejor y que han comprendido esta fundamental verdad, y entre ellos habría que citar al Partido Comunista italiano, al que nadie en su sano juicio puede acusar de apoyar los males de las sociedades capitalistas.
La prohibición del disentimiento, la instauración del Partido Único, la abolición de la justicia independiente y de la prensa libre, el reemplazo del Parlamento por una tragicomedia, son los rasgos esenciales de la sociedad totalitaria de cualquier signo y los recursos mediante los cuales el hombre es reducido a la condición de engranaje. Así se implanta la paz de los cementerios. Inglaterra, los Estados Unidos y, finalmente, Francia, se construyeron sobre los principios enunciados por pensadores que habían recogido toda la experiencia de la historia, la buena y la mala, para evitar que el hombre pudiera ser el lobo del hombre, al menos en la medida de lo posible. Con la inevitable corrupción que lo ideales sufren cuando descienden del cielo platónico para ser puestos en práctica, hay que reconocer que el gran principio del disentimiento se ha prolongado hasta nuestros días, como para permitir que el jefe del Estado más poderoso del planeta haya podido ser acusado por dos periodistas, luego por un modesto y desconocido juez y, finalmente, obligado a renunciar.
Los ideales se degradan en su ejercicio: la maldad y el egoísmo, la vanidad y la sed de riqueza, el insaciable hambre por el poder, ensucian y bastardean esos ideales. No ignoramos que la famosa Democracia baja a la democracia con minúscula y, por fin, a la que debe ser escrita entre comillas. Precisamente, la democracia parte de la idea que el hombre -como decía Hobbes- es el lobo del hombre, y, para colmo, un lobo corrompible y al final siempre corrupto. Sus principios están de tal manera ideados que tratan de evitar las peores atrocidades que se cometen cuando el engaño reemplaza a la verdad, la cárcel a la protesta. Esos famosos tres poderes y esa libertad de información son los instrumentos mejor concebidos para lograr que la más perversa de las criaturas vivientes haga el menor de los daños. En suma: la democracia es precaria y a menudo despreciable, pero hasta hoy no hemos encontrado nada mejor para alanzar las futuras comunidades a las que aspiramos.
Tal vez sea Emanuel Mounier quien mejor ha respondido a nuestras preocupaciones, desarrollando y sintetizando ideas de grandes pensadores socialistas. Su “personalismo” fue una respuesta a la presión totalitaria, una defensa del hombre contra la opresión de los aparatos. Para no correr el riesgo de alentar al viejo liberalismo, asoció la palabra “persona”, dialécticamente, a la palabra “comunidad”. Cuando después de la segunda guerra los antiguos conceptos de esa doctrina se derrumbaron en pedazos, se intentaron dos explicaciones: para ciertos marxistas, no era sino una crisis económica, y bastaba operar la economía para curar el mal; para los moralistas, en cambio, era una crisis del hombre y sus valores, y solo se curaría la sociedad si se estaba en condiciones de cambiar al hombre. Para Mounier, la crisis era a la vez una crisis del hombre y de las estructuras sociales. Constituía el mejor exorcismo contra el demonio de la pureza, esa pureza abstracta que presupone un bien sin un hombre que lo sustente; era la inserción concreta en un mundo de situaciones objetivas. El hombre no es un yo pensante y abstracto, está materializado en un cuerpo que pertenece a una familia, a una nación y a una época. Este compromiso en nuestro equilibrio, neutraliza ese egocentrismo que incesantemente nos arrastraba hacia Narciso. No somos “locos de la libertad”, como afirmaban algunos surrealistas, pero tampoco estamos condenados a los trabajos forzados de una historia sin apelación, lo que coincide en buena medida con la concepción del mejor Marx.
Esta dualidad es la que nos hace responsables. Existencialismo, personalismo y cierto marxismo se congregan así en este nuevo hombre del siglo XX, este ser alienado al que debemos devolverle su destino. Si no somos destruidos por la hecatombe atómica, será necesario ir buscando la síntesis de una realidad que los Tiempos Modernos escindieron en opuestos: el individuo y la colectividad, lo subjetivo y lo objetivo. Así podremos estructurar comunidades auténticas, no esas maquinarias sociales a las que nos hemos tristemente acostumbrado.
Quizá haya sido desafortunado que aquel individuum con que Cicerón tradujo el átomo de los naturalistas griegos excediese el dominio de la física para alcanzar el de los hombres. Así, ciertos filósofos del viejo liberalismo consideraron a la sociedad como una yuxtaposición de individuos. Y es probable que esa doctrina, basada en un yo independiente y egoísta, haya sido el correlato de la ferocidad libre – empresaria que aquellos mercaderes de la Revolución Industrial lanzaron sobre las desvalidas aldeas del África y la Polinesia para inyectar sus trapos y cachibaches al precio de la destrucción de arcaicas y sabias culturas. A esa mentalidad se acomodaba muy bien la acre frase de Hobbes, que veía en el egoísmo el fundamento de toda convivencia. Lo que es ominosamente pero no totalmente cierto, al menos cuando el individuo accede a la categoría de persona. El heresiarca Fedor Dostoievsky afirmaba que Dios y el Demonio se disputan el alma del hombre, y el territorio de combate es el propio corazón de esta criatura trágicamente dual. Y en esa lucha no siempre triunfa el demonio, pues si el ser humano es capaz de las peores abominaciones, también es capaz de alcanzar las cumbres del altruismo, como en un Albert Schweitzer. Asimismo, habría que advertirle a Hobbes que “il est dangereux de trop faire voir a l’homme combien il est égal aux betes, sans lui montrer sa grandeur”. Hermoso aforismo en que lo único equivocado es atribuir a los nobles leones las perversidades de las que solo es capaz este extraño animal que es el hombre.
Esta dualidad inherente a su condición misma obliga a poner las trabas societarias que limiten su propensión al mal, desde los mandamientos de las religiones hasta las leyes de las comunidades organizadas. Una ley aceptada por la comunidad y una justicia para aplicarla -independiente de los que detentan el poder físico- es lo único que puede asegurar una existencia digna. El concepto de “bien común”, definido por los más lúcidos pensadores, es la piedra angular de cualquier sociedad que se proponga evitar tanto el egoísmo individual como los males del super-Estado; pues el bien común no es la simple sumatoria de los egoísmos individuales, ni ese aciago “bien del Estado” que los despotismos ponen por encima de la persona, y ante el cual solo cabe ponerse a temblar: es el supremo bien de una comunidad de seres a la vez libres y solidarios. Asegurar este equilibrio es arduo, pero no imposible, como tantas veces lo ha mostrado la historia, desde aquellas antiguas congregaciones que la arrogancia europea de nuestros Tiempos Modernos llamó “primitivas”, hasta algunas democracias que han logrado establecer la justicia distributiva sin echar a un lado la libertad.

CHARLES CHAPLIN - EL GRAN DICTADOR 1940


El Gran Dictador, genial y formidable alegato antibélico de Chaplin (discurso final subtitulado).


El odio de los hombres pasara, los  dictadores morirán  y el poder que estos tomaron del pueblo, regrese al pueblo y aunque los hombres mueren la libertad nunca morirá.


HE ANDADO MUCHOS CAMINOS - ANTONIO MACHADO

 

HE ANDADO MUCHOS CAMINOS

He andado muchos caminos,
he abierto muchas veredas,
he navegado en cien mares
y atracado en cien riberas.

En todas partes he visto
caravanas de tristeza,
soberbios y melancòlicos
borrachos de sombra negra,

y pedantones al paño
que miran, callan y piensan
que saben, porque no beben
el vino de las tabernas.

Mala gente que camina
y va apestando la tierra...

Y en todas partes he visto
gentes que danzan o juegan
cuando pueden, y laboran
sus cuatro palmos de tierra.

Nunca, si llegan a un sitio,
preguntan adònde llegan.
Cuando caminan, cabalgan
a lomos de mula vieja,

y no conocen la prisa
ni aun en los días de fiesta.
Donde hay vino, beben vino;
donde no hay vino, agua fresca

Son buenas gentes que viven,
laboran, pasan y sueñan,
y en un día como tantos
descansan bajo la tierra.

viernes, 29 de abril de 2011

ALFRED HITCHCOCK A 31 AÑOS DE SU MUERTE

El 29 de abril de 1980 fallece Alfred Hitchcock 

Criado en una familia humilde. Sus padres, William (1862 - 1914) y Emma (1863 - 1942), eran tenderos de una estricta educación católica y sus hermanos (William y Eileen) eran mayores que él. Su educación católica, unido a su aspecto algo grueso, hizo que el pequeño Alfred fuera un niño tímido y apocado, elementos de su personalidad que le acompañarían durante toda su vida.

Hitchcock fue enviado al Saint Ignatius College pero, debido a la muerte de su padre, tuvo que abandonar el colegio en 1915 para comenzar a trabajar como ingeniero en la Compañía telegráfica Hanley. Hitchcock siempre fue un ávido admirador de Charles Dickens y Edgar Allan Poe y un amante del cine, especialmente tras haber visto "El nacimiento de una nación" de David Wark Griffith.

Entrada en el mundo del cine


En 1920 se dedica a hacer los rótulos de varias películas de cine mudo en la Famous Players Lasky. Este trabajo ocasional provocó que poco a poco, el joven Hitchcock se comenzara a apasionar por el mundo del cine y asi es como empezó a participar como montador, director artístico y guionista en películas de directores como Donald Crisp y Hugh Ford.

En esta compañía conoció a Alma Reville que trabajaba como montajista, con quien se casaría en 1926. Alma fue ayudante de dirección y guionista de varias películas de su marido. El 7 de julio de 1928 nace su hija Patricia, que participaría como actriz en Extraños en un tren.

En el lado profesional, Hitchcock estuvo tres años trabajando como ayudante de dirección de Graham Cutts. En 1923, se le encargaría el rodaje del corto Number 13 aunque la producción se detendría y la película quedaría inacabada. De todas maneras, la posibilidad de acabar un largo aparecería poco después ya que dirige en Múnich en 1925 su primera película completamente acabada: "El jardín de la alegría", una coproducción germano-británica que se haría muy popular.

Poco después, el realizador londienense dirigió la primera película de cine sonoro de Inglaterra: "La muchacha de Londres", en 1929. Durante el rodaje, recibió la visita sorpresa de Doña Isabel, Duquesa de York, la que sería la madre de la actual monarca.

Con pocos trabajos, Hitchcock se convirtió en el icono genial de una industria bastante discreta como era la británica. Películas como Murder! (Asesinato) (1930), The Man Who Knew Too Much (El hombre que sabía demasiado) (1934) y especialmente, The 39 Steps (39 escalones) (1935) lo convierten en un todo un emblema internacional del nuevo cine británico. Anecdóticamente era famoso por su costumbre de gastar bromas pesadas, especialmente con los actores.

Hollywood llama a Hitchcock


Pero era evidente que los grandes trabajos de la etapa británica de Hitchcock serían el reclamo para la industria de Hollywood. Y así fue. El 22 de agosto de 1937 visita con su familia Nueva York para entrevistarse con David Oliver Selznick, productor de "Lo que el viento se llevó", el cual le contrató el 14 de julio de 1938. Las condiciones del productor convencen a Hitchcock y se traslada junto a su familia a Estados Unidos en 1939.

El primer trabajo que Selznick encargaa Hitchcock es la adaptación de la novela de Daphne du Maurier"Rebeca" (1940). Este melodrama gótico explora los miedos de una ilusionada y joven esposa Joan Fontaine, que se traslada a Gran Bretaña y debe luchar con un marido distante Sir Laurence Olivier, una ama de llaves demasiado posesiva (Judith Anderson) y la memoria de la primera esposa fallecida de su marido: la bella y misteriosa Rebeca. El film obtuvo once nominaciones a los Oscar.

Pero John Ford se llevaría ese año el relativo al mejor director por su Las uvas de la ira, arrebatándoselo al británico, que jamás ganaría una estatuilla, salvo el premio Irving Thalberg, de carácter honorífico. Aparte de esto, empezaron a surgir los primeros problemas entre Selznick y Hitchcock; Selznick. Y es que el director británico no podía soportar las restricciones fílmicas y artísticas del productor.

La segunda película americana de Hitchcock volvería a estar centrada en Europa. Enviado especial (Foreign Correspondent) también fue nominada a mejor película. El film fue rodado en el primer año de la segunda Guerra Mundial y estaba inspirada en los rápidos cambios que experimentaba en aquellos momentos Europa, y descritos por el corresponsal de un diario norteamericano Joel McCrea. El film mezcló decorados construidos en Hollywood con escenas de la Europa real y, curiosamente, el censor del Hollywood's Production Code, fueron eliminadas las escenas que hacían referencia a Alemania y a los alemanes.

A partir de este momento y durante las tres décadas siguientes, dirigió películas en Hollywood a razón de una por año, reservándose en todas ellas una breve aparición (cameo), siempre sin diálogo. Posteriormente llegaría "Sospecha" (1941), protagonizada por Cary Grant, con quien mantuvo una gran amistad. Alfred siempre procuraba escoger para sus películas actores y actrices ya conocidos por alguna faceta, ya fuera la de la sensualidad, la simpatía o la seducción, pensando que así el papel quedaba más fácilmente definido desde el principio. Otro de sus grandes actores fetiche sería James Stewart con el que coincidiría por primera vez en La soga (The rope) en 1946.

El 26 de septiembre de 1942 muere en Londres su madre a la edad de 79 años. Además, al año siguiente, muere también su hermano William. Preocupado por su obesidad mórbida (pesaba 135 kilos), llega a perder 40 kilos en pocos meses.

En 1944 crea su propia productora junto con Sidney Berstein: la Transatlantic Pictures. Ese mismo año, comienza a trabajar con Ingrid Bergman, la primera rubia "hitchcockiana" por la que sentía fascinación. Rueda "Encadenados" (1946) protagonizada con Cary Grant. Según el propio Hitchcock, refirió en una entrevista que prefería protagonistas rubias porque las consideraba más misteriosas. Junto con Ingrid Bergman y Gregory Peck rueda Recuerda, una película sobre el psicoanálisis, cuyo detalle más importante es la colaboración de Salvador Dalí, que diseñó y elaboró los decorados de la escena del sueño.

De Ingrid Bergman a Grace Kelly


En 1948, Bergman deja de actuar con él para trabajar con el también director Roberto Rossellini. Eso fue un gran golpe para Hitchcock, pero no tardó en recobrar su confianza conociendo a la que convertiría en su nueva musa, Grace Kelly, con la cual dirigiría "La ventana indiscreta" (1954) protagonizada con James Stewart, "Crimen perfecto" (1954) protagonizada con Ray Milland y "Atrapa a un ladrón" (1955) protagonizada con Cary Grant.

Según el director, la película de su cosecha que más apreciaba era "Falso culpable" (1957) protagonizada por Henry Fonda y Vera Miles entre otros.

Un nuevo proyecto surge de la mano de la pequeña pantalla. Alfred Hitchcock Presents, una serie en la cual presentaba él mismo unas historias cortas en la línea de sus películas. No obstante, la boda de su "musa" con el Príncipe Rainiero III de Mónaco y su retirada del cine, hacen que su salud empeore momentáneamente.

Hitchcock, el mago del suspense en el cine y la televisión

En 1958 recibe varios premios: el Globo de Oro a la mejor serie de televisión y la Concha de Plata en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián por "Vértigo (De entre los muertos)" (1958) protagonizada por James Stewart y Kim Novak. Por desgracia, ese mismo año le diagnostican un cáncer a su mujer, lo que le afectará profundamente.

En 1959 rueda una de sus mejores películas Con la muerte en los talones protagonizada por Cary Grant y Eva Marie Saint entre otros su imagen de Cary Grant huyendo de una avioneta por los campas es ya una imagen inolvidable por los cinéfilos.

En 1960 rueda "Psicosis" protagonizada por Anthony Perkins y Janet Leigh entre otros, uno de los mayores éxitos de su carrera, la cual contenía una de las escenas más impactantes de la historia del séptimo arte: el asesinato de su protagonista, Janet Leigh, en la ducha a mitad de la película.

En 1963 dirige "Los pájaros" protagonizada por Tippi Hedren y Rod Taylor, su protagonista se convierte en la nueva musa rubia, con la que mantuvo una actitud muy posesiva y junto con la que más tarde rodaría "Marnie, la ladrona" (1964 protagonizada junto a Sean Connery.

Entre 1966 y 1969 las críticas se volvieron en su contra. "Cortina rasgada" con Paul Newman y Julie Andrews y "Topaz" con Frederick Stafford y Claude Jade no tuvieron apenas éxito. Se decía que se esperaba un cambio de estilo. El propio Hitchcock lo buscaba, como prueban las imágenes encontradas en "Frenesí" (1972) protagonizada por Jon Finch, donde encontramos técnicas cinematográficas, desnudos y secuencias de una actualidad sorprendente. Pero el proyecto resultaba tan revolucionario como arriesgado y eso podía suponer la caída definitiva de Hitchcock como director. Así que los estudios Universal Pictures le denegaron el proyecto.

En 1968 recibe un Oscar Honorífico, el Premio en Memoria de Irving Thalberg a toda su carrera, en la ceremonia de los Premios de la Academia. Aunque nunca recibió un Óscar competitivo, siempre se le ha considerado como el maestro del suspense.

En 1972 confiesa a Luis Buñuel, en una cena que celebra George Cukor en su casa en honor a él por haber recibido un Oscar por su película El discreto encanto de la burguesía, ser un gran admirador suyo, recibiéndole con los brazos extendidos y diciendo "el mejor y más modesto de todos nosotros".

Recibe un homenaje en Nueva York por la Sociedad Cinematográfica del Lincoln Center, acudiendo con Grace Kelly a la ceremonia. Cuatro años más tarde, J. Russel Taylor publica la primera biografía autorizada de Alfred Hitchcock.

En 1976 rueda La trama protagonizada por Karen Black y Bruce Dern entre otros. En 1979, el American Film Institute le otorga el premio a la labor de toda una vida. Ese mismo año, la reina Isabel II del Reino Unido le otorga el título de Sir.

Un año más tarde, el 29 de abril 1980, fallece en su casa de Los Ángeles a los 80 años de edad. En la actualidad son muchos los directores que reconocen la influencia que ha ejercido sobre sus obras el legado de Alfred Hitchcock.

 

LA VIDA ES SUEÑO - CALDERÓN DE LA BARCA

Soliloquio de Segismundo en La vida es sueño


Sueña el rey que es rey, y vive
con este engaño mandando,
disponiendo y gobernando;
y este aplauso, que recibe
prestado, en el viento escribe,
y en cenizas le convierte
la muerte, ¡desdicha fuerte!
¿Que hay quien intente reinar,
viendo que ha de despertar
en el sueño de la muerte?

Sueña el rico en su riqueza,
que más cuidados le ofrece;
sueña el pobre que padece
su miseria y su pobreza;
sueña el que a medrar empieza,

sueña el que afana y pretende,
sueña el que agravia y ofende,
y en el mundo, en conclusión,
todos sueñan lo que son,
aunque ninguno lo entiende.

Yo sueño que estoy aquí
destas prisiones cargado,
y soñé que en otro estado
más lisonjero me vi.
¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño:
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.

miércoles, 27 de abril de 2011

27 DE ABRIL DÍA MUNDIAL DEL DISEÑO


Para celebrar la creatividad, el humor y el ingenio, aquí  les dejo  estas maravillosas fotos

SI APPLE DISEÑARA ……




















sábado, 23 de abril de 2011

"EL CREDO" DE AQUILES NAZOA

Creo en Pablo Picasso,Todopoderoso,Creador del Cielo de la Tierra;
creo en Charlie Chaplin, hijo de las violetas y de los ratones,
que fué crucificado, muerto y sepultado por el tiempo ,
pero que cada día resucita en el corazón de los hombres,
creo en el amor y en el arte como vías hacia el disfrute de la vida perdurable,
creo en el amolador que vive de fabricar estrellas de oro con su rueda maravillosa,
creo en la cualidad aérea del ser humano,
configurada en el recuerdo de Isadora Duncan abatíendose
como una purísima paloma herida bajo el cielo del mediterráneo;
creo en las monedas de chocolate que atesoro secretamente
debajo de la almohada de mi niñez;
creo en la fábula de Orfeo, creo en el sortilegio de la música,
yo que en las horas de mi angustia ví al conjuro de la Pavana de Fauré,
salir liberada y radiante de la dulce Eurídice del infierno de mi alma,
creo en Rainer María Rilken héroe de la lucha del hombre por la belleza,
que sacrificó su vida por el acto de cortar una rosa para una mujer,
creo en las flores que brotaron del cadáver adolescente de Ofelia,
creo en el llanto silencioso de Aquiles frente al mar;
creo en un barco esbelto y distantísimo
que salió hace un siglo al encuentro de la aurora;
su capitán Lord Byron, al cinto la espada de los arcángeles,
junto a sus sienes un resplandor de estrellas,
creo en el perro de Ulises,
en el gato risueño de Alicia en el país de las maravillas,
en el loro de Robinson Crusoe,
creo en los ratoncitos que tiraron del coche de la Cenicienta,
en beralfiro el caballo de Rolando,
y en las abejas que laboran en su colmena dentro del corazón de Martín Tinajero,
creo en la amistad como el invento más bello del hombre,
creo en los poderes creadores del pueblo,
creo en la poesía y en fín,
creo en mí mismo, puesto que sé que alguien me ama.

DE REGRESO A CARACAS

“Caracas es una ciudad hermosa de la que sus habitantes reniegan por culpa del calor, de las plagas sociales, del tráfico y del caos. Cada vez que paseo por ella tarde, de noche, y la veo así, tan solitaria, se me olvida lo fastidiosa que es la ciudad donde nací y me pregunto qué pasaría si tomásemos, no por necesidad, sus calles, si ejerciéramos nuestros verdaderos derechos sobre este valle que nos pertenece porque, a pesar de ser un infierno, Caracas es nuestro hogar”

http://www.analitica.com/bitblio/echeto/caracas.asp
Las Caracas Verdaderas
Roberto Echeto


La ciudad que hemos construido es un eterno regreso al futuro.

José Ignacio Cabrujas

miércoles, 20 de abril de 2011

LA GENTE QUE ME GUSTA - MARIO BENEDETTI

Me gusta la gente que vibra, que no hay que empujarla, que no hay que decirle que haga las cosas, sino que sabe lo que hay que hacer y que lo hace. La gente que cultiva sus sueños hasta que esos sueños se apoderan de su propia realidad. Me gusta la gente con capacidad para asumir las consecuencias de sus acciones, la gente que arriesga lo cierto por lo incierto para ir detrás de un sueño, quien se permite huir de los consejos sensatos dejando las soluciones en manos de nuestro padre Dios.

Me gusta la gente que es justa con su gente y consigo misma, la gente que agradece el nuevo día, las cosas buenas que existen en su vida, que vive cada hora con buen ánimo dando lo mejor de sí, agradecido de estar vivo, de poder regalar sonrisas, de ofrecer sus manos y ayudar generosamente sin esperar nada a cambio.

Me gusta la gente capaz de criticarme constructivamente y de frente, pero sin lastimarme ni herirme. La gente que tiene tacto.

Me gusta la gente que posee sentido de la justicia.

A estos los llamo mis amigos.

Me gusta la gente que sabe la importancia de la alegría y la predica. La gente que mediante bromas nos enseña a concebir la vida con humor. La gente que nunca deja de ser aniñada.

Me gusta la gente que con su energía, contagia.

Me gusta la gente sincera y franca, capaz de oponerse con argumentos razonables a las decisiones de cualquiera.

Me gusta la gente fiel y persistente, que no desfallece cuando de alcanzar objetivos e ideas se trata.

Me gusta la gente de criterio, la que no se avergüenza en reconocer que se equivocó o que no sabe algo. La gente que, al aceptar sus errores, se esfuerza genuinamente por no volver a cometerlos.

La gente que lucha contra adversidades.

Me gusta la gente que busca soluciones.

Me gusta la gente que piensa y medita internamente. La gente que valora a sus semejantes no por un estereotipo social ni cómo lucen. La gente que no juzga ni deja que otros juzguen.

Me gusta la gente que tiene personalidad.

Me gusta la gente capaz de entender que el mayor error del ser humano, es intentar sacarse de la cabeza aquello que no sale del corazón.

La sensibilidad, el coraje, la solidaridad, la bondad, el respeto, la tranquilidad, los valores, la alegría, la humildad, la fe, la felicidad, el tacto, la confianza, la esperanza, el agradecimiento, la sabiduría, los sueños, el arrepentimiento y el amor para los demás y propio son cosas fundamentales para llamarse GENTE.

Con gente como ésa, me comprometo para lo que sea por el resto de mi vida, ya que por tenerlos junto a mí, me doy por bien retribuido.

sábado, 16 de abril de 2011

LOS DIEZ MANDAMIENTOS DEL MPPEU





             
Los diez mandamientos que deben cumplir quienes trabajan en el Ministerio del Poder Popular para la Educación universitaria.


1.- Odiaras a la OPSU sobre todas las cosas
2.- Negaras la existencia de OPSU hasta el final de los tiempos.
3.- Menospreciaras a la OPSU.
4.- Plagiaras el trabajo de la OPSU.
5.- Usaras a “esa gente” de la OPSU.
6.- Mentiras sobre el trabajo de la OPSU.
7.- Asfixiaras a la OPSU hasta su muerte.
8.- Desearas secretamente trabajar en la OPSU
9.- Sabotearas las gestiones de la OPSU
10.-Ocultaras tus fracasos, hablando mal de la OPSU.





GESTIÓN ESTRATEGIDA DE LA “V”

Estas son solo 10 de las más relevantes líneas estratégicas para el desarrollo de una “Gestión Ministerial” de  quinta categoría:
1.-Asumir la improvisación como norma gerencial.
2.-Valorar sobre todas las cosas la lealtad y la adulación.
3.-Avalar la corrupción como premio a la ciega sumisión.
4.-Fomentar la mentira como estrategia comunicacional.
5.-Considerar la mediocridad como valor agregado.
6.-Hablar, hablar y hablar y no decir nada nuevo.
7.-Proponer mesas de dialogo unipersonales.
8.-Sobrevalorar las charreteras académicas.
9.-Establecer compromisos difusos.
10.-Enseñar los colmillos con arrogancia

viernes, 15 de abril de 2011

VIVIENDAS Y DIRECCIÓN POLÍTICA - OSCAR TENREIRO

Viviendas y dirección política

Hoy escribo de nuevo sobre un tema que no es específicamente venezolano pero que en nuestro país se ha convertido en crónico desde hace décadas: la desprofesionalización típica de la visión populista de la política.
Las decisiones se toman sólo y exclusivamente en función de ganar un apoyo popular que se supone siempre vinculado al “asistencialismo” del Estado. ¿Quién conoce la dirección que tomará ese apoyo? La Dirección Política, por supuesto. A cargo de cúpulas dirigentes cuya principal preocupación es retener el Poder a toda costa y sostener una reputación benefactora que se deberá apoyar en decisiones que halaguen el “sentir” de las mayorías. Mayorías manipuladas políticamente, generalmente asediadas por la ignorancia. La consecuencia es clara: las decisiones poco tienen que ver con el respeto de límites y determinantes técnicas, se improvisan, se llevan adelante bajo urgencias que mediatizan procesos y terminan en resultados siempre incompletos. Y lo peor es que en una situación como la venezolana ya no son cúpulas políticas las que impulsan esas decisiones improvisadas, sino los impulsos incoherentes de un personaje que se ha apropiado de la totalidad del Poder.
Para los arquitectos el asunto puede ser trágico porque convierte una profesión que siempre está en el borde de ser innecesaria en aún más prescindible y aleja, a veces de modo permanente, la posibilidad de incidencia en ciertos temas que son sin embargo temas típicos de nuestra profesión. Es el caso de la vivienda que, por ejemplo en Venezuela, tiene casi cincuenta años dominado por la improvisación y toda clase de criterios expeditivos. La dimensión de los errores que se cometen es asombrosa, la pasividad general también, hasta el punto de que uno llega a creer que, como he dicho otras veces adoptando la frase del poeta cubano Heberto Padilla (1932-2000), a quien me he referido en muchas otras ocasiones, estamos Fuera del Juego.

Viviendas y dirección política

Como la carencia de viviendas es un problema evidente en una sociedad como la nuestra, el tema de su construcción tiene aquí un contenido político excepcional.
Para los arquitectos debería ser un tema clave. Lo que llamamos “la modernidad” de comienzos del siglo veinte, hizo de la vivienda su consigna y se adelantaron innumerables experiencias, interrumpidas por las dos grandes guerras, pero de mucha importancia. El emblema de la renovación de objetivos para esa “nueva arquitectura”, el más notorio y en cierto modo el más atacado, fue la famosa Unidad de Marsella (1952) de Le Corbusier, la “Unité”, un prototipo semi-experimental que todavía es fuente de reflexión y de debate. Esos “prototipos” dejaron enseñanzas de mucho interés.
Y en Venezuela, durante el período más luminoso de nuestra arquitectura pública, que habría que ubicarlo en la época que arranca con Medina (1941) y termina con Pérez Jiménez (1958) se hicieron algunos de particular interés. Pero llegó el populismo con sus simplificaciones y nos cayeron encima los prejuicios marxistas por adhesión o rechazo (con frecuencia actuamos en sintonía con lo que rechazamos), se dejó de construir prototipos y hoy lamentamos su ausencia. Hasta llegó a verse mal tocar el tema, lo digo por experiencia.
El número se impuso. Y el número sigue reinando cincuenta años después: es lo único que maneja nuestro periodismo y lo único que discuten los medios políticos.
Apenas se roza lo que no es ninguna nimiedad: la ciudad se hace con la vivienda y sus servicios. La última finalidad, la más importante en términos colectivos, de la vivienda, es hacer ciudad. Es fundamental que nuestra obsoleta cultura política entienda que no puede haber planes de vivienda que no consideren la formación de ciudad. En otras palabras: que todo plan de vivienda debe  estar asociado a un plan de mejoramiento para la ciudad donde se inserta.

Espacio público

El proyecto de vivienda es también un proyecto de espacio publico, el generado por sus servicios y la propuesta de diseño urbano donde se ubica la unidad. Que debe estar Asociado a un Proyecto Urbano para la ciudad. Estas cosas ya son parte inseparable de la visión  europea. Francia, por ejemplo, creó hace treinta años el PAN (Programme pour une Architecture Nouvelle) para financiar los prototipos y hace continuos esfuerzos para mejorar las miserias de los “Grandes Conjuntos” de la posguerra, tal como lo hacen hoy los países de la antigua órbita soviética. Y lo irónico es que la billetera del Caudillo paga por los “sistemas constructivos” bielorusos, que son desechos de esa concepción. La amenaza de la monotonía inducida por los sistemas constructivos que se imponen a la arquitectura, y no a la inversa, ajenos a la continuidad urbana, concebidos como sumatoria de unidades que se “atapusan” en un terreno cualquiera, se pasa por alto. Son sistemas cuyos vendedores pululan por el mundo de los países segundones (en los primeros no tienen mercado), ofreciendo maquinaria y cobrando en dólares. Están aquí y ahora, tal como en tiempos de anteriores festines petroleros (CAP Uno por ejemplo), cual zamuros, dándole vueltas al dinero.
Eso lo saben quienes dirigen los planes de vivienda del régimen  Pero dirán en términos ideológicos que se vive una transición “revolucionaria”. Es la transición desde la mediocridad hasta mayor mediocridad.
Y mientras tanto, la oposición nada discute para saltar por encima de estos vicios hacia una dirección política más lúcida que debería surgir (?) luego de la experiencia que hemos vivido. La verdadera revolución venezolana sería, en este tema, cambiar las perspectivas de cincuenta años de tradición populista.

¿Sol, qué quieres de mí?

Y a este panorama sumamos el desinterés por el clima. Se construyen madrigueras con cáscaras de concreto que encierran un calor insoportable. Pruebe usted tocar por debajo, al mediodía, una losa de techo de concreto de 10 cm. de espesor: es una parrilla de calor radiante (al calor radiante no lo neutraliza la ventilación). Y la hecha con los famosos “tabelones” es peor. Hay aislamiento térmico disponible pero no se piensa en ello. En las “petrocasas”, un sistema ineficiente que usa paneles que el sol devora lentamente, se han gastado nada menos que mil millones de dólares. Pruebe usted entrar en una de esas casas y resistir allí media hora, en el Tuy, a las dos de la tarde.
Y no hay instituciones del Estado o privadas que velen por las condiciones de habitabilidad de las viviendas. No sé si lo ha hecho nuestro IDEC de la UCV, pero me consta que lo hacía hace décadas el CSTB francés: exigía mínimos térmicos y acústicos. Aquí no, estamos en el lejano oeste.
Y para completar, está la plaga de los “sistemas túnel”, vaciados masivos de concreto. Preferido por muchos por “barato” y rápido. Promotores privados nuestros lo usan bastante sin importar sus pobrísimos resultados térmicos y acústicos, que lo llevaron al olvido en Europa. Y ahora el régimen lo acepta en los contratos iraníes (Maracaibo), bielorusos (Maracay) y chinos (Barinas). Con ellos el asunto es “llave en mano”, pronto pago y se les perdona todo porque son “revolucionarios”, según nos dice Aló Presidente.
Todo lo anterior muestra la locura  venezolana: por una parte el Caudillo que olvidó su inicial interés en mejores viviendas y quiere ahora, atropellando, llegar a los números sin importar cómo, es un buen militar. Junto a él profesionales que una vez se ocuparon de hacer las cosas bien y ahora vendieron su alma al diablo. Por otro lado, en la oposición, también se usa el número, pero para atacar. Se sigue la tradición política de hace cincuenta años. Y lo que he dicho no son exquisiteces de arquitecto, es señalar un grave problema cultural. Y político.

jueves, 14 de abril de 2011

50 RAZONES PARA SER FELIZ



Por lo general olvidamos que las cosas sencillas son las que más felicidad nos dan.


50 Razones para ser feliz


50. El canto de los pájaros en la mañana.
49. El olor del café al despertar descansado y relajado.
48. La risa de tu hijo.
47. Respirar profundamente después de haber corrido.
46. Un vaso de agua cuando se tiene calor o sed.
45. La sonrisa de un extraño.
44. Un día de poco tráfico.
43. Llegar a tiempo para ver el siguiente capítulo de tu serie favorita.
42. El sabor dulce de tu fruta favorita.
41. La confianza de un amigo.
40. Descubrir algo interesante y útil.
39. El sonido de las hojas de árbol cuando las pisas.
38. El olor a pasto recién cortado.
37. La satisfacción de haber logrado algo que te propusiste.
36. Caminar en las zonas que te gustan, tranquilo.
35. El cariño de tu mascota.
34. La posibilidad de salir a la calle cuando quieres.
33. Oír la lluvia en tu ventana.
32. Recibir un halago auténtico de alguien a quien quieres o admiras.
31. Escuchar un buen consejo.
30. Recordar que muy buenos momentos están por venir.
29. Lograr cocinar bien un platillo por primera vez.
28. Planear un viaje corto.
27. Llorar de la risa.
26. Hablar por horas con tu mejor amigo.
25. Ganarle un partido a quien siempre te gana.
24. Como se ve la vida después de meditar.
23. Las vacaciones (aunque no salgas a ningún lado)
22. La voz de la persona que amas.
21. Que te retweteen.
20. Dar.
19. Una caricia linda de la persona que amas.
18. Una buena y reparadora siesta.
17. Cuando te concentras en tu trabajo y se te desdibuja el mundo.
16. Que te escuchen con atención e interés.
15. Alcanzar una meta que nunca habías logrado.
14. Vencer un viejo miedo.
13. Cuando empiezas algo por lo que has esperado mucho tiempo.
12. Levantarte antes de que suene el reloj.
11. Disfrutar una buena parodia.
10. Recibir dinero de manera inesperada.
9. Alegrarte de los logros de otros.
8. Resolver un problema (el momento ¡Eureka!)
7. Recordar tu primer beso.
6. Un merecido descanso.
5. Ver un atardecer.
4. El olor a limpio en la ropa.
3. Los comentarios en tu blog.
2. Las palabras de ánimo de quien te quiere.
1. Una buena canción.




miércoles, 13 de abril de 2011

MILICIANOS Y MIEMBROS DE LA FAN VIOLARON LA CONSTITUCIÓN




Foto: Oscar Arnal

(Oscar Arnal).- En abierta violación a la Constitución de 1999, miembros de la FAN y de las milicias realizaron manifestaciones de proselitismo político, que comprometen además la razón de ser de la institución.

No sólo participaron en la marcha, sino que levantaron banderas y corearon consignas a favor del actual mandatario. Las Fuerzas Armadas Nacionales y su nuevo componente deben estar, tal como establece el artículo 328 de la Carta Magna, “al servicio exclusivo de la Nación y en ningún caso al de persona o parcialidad política alguna”.
Lo que los venezolanos observamos en cadena nacional, constituye un acto que violenta por completo el carácter profesional del militar venezolano, que debe estar en función del Estado y garantizar la soberanía y la integridad del espacio geográfico.




lunes, 11 de abril de 2011

SER HUMILDE NO ES SER DÉBIL (Autor Anónimo)



Debo ser fuerte sin ser rudo
ser amable sin ser débil
aprender con orgullo sin arrogancia
aprender a ser gentil sin ser suave
ser humilde sin ser tímido
ser valioso sin ser agresivo
ser agradecido sin ser servil
meditar sin ser flojo
por eso señor te pido
dame grandeza para entender
capacidad para retener
método y facultad para aprender
sutileza para interpretar
gracia y abundancia para hablar
dame acierto al empezar
dirección al progresar
y perfección al acabar.


PENSAMIENTO CRÍTICO





El pensamiento crítico es una actitud intelectual que se propone analizar o evaluar la estructura y consistencia de los razonamientos, particularmente las opiniones o afirmaciones que la gente acepta como verdaderas en el contexto de la vida cotidiana. Tal evaluación puede basarse en la observación, en la experiencia, en el razonamiento o en el método científico.


El pensamiento crítico se basa en valores intelectuales que tratan de ir más allá de las impresiones y opiniones particulares, por lo que requiere claridad, exactitud, precisión, evidencia y equidad. Tiene por tanto una vertiente analítica y otra evaluativa. Aunque emplea la lógica, intenta superar el aspecto formal de esta para poder entender y evaluar los argumentos en su contexto y dotar de herramientas intelectuales para distinguir lo razonable de lo no razonable, lo verdadero de lo falso.


UNIVERSIDAD: TRES VECES NO - RIGOBERTO LANZ



No a la simplicidad de pensar la transformación universitaria como una disputa politiquera de unos chavistas contra unos escuálidos. Esa es justamente la lógica que está agazapada detrás de los balances cuantitativos: hemos hechos más de esto, más de aquello. Como si una revolución fuera el “mejoramiento” de lo que hace mal la contrarrevolución. En estas disputas electoreras el fondo queda intacto. Cuando alguien dice: “queremos que todos voten para elegir a las autoridades”, por ejemplo, lo que está por detrás es la candidez de pensar la universidad con autoridades, como una fatalidad. ¿Qué es eso de “autoridades”? ¿Quién dijo que la universidad debe tener “autoridades” a juro?. Pero es peor que eso: en tal razonamiento lo que está prefijado es la figura del “rector”, del “vicerrector” y tonterías parecidas. Este esquema empobrecido se repite en todos los ámbitos. La gente no ha pensado a fondo la crisis del modelo de universidad que ha colapsado no puede, así nomás, visualizar otros caminos. Es por eso que vemos con tanta ingenuidad a la gente que parece muy radical agotada en las simplezas presupuestarias o en los “logros” de esta o aquella autoridad.

No a la perversión de una educación para pobres. Es cierto que puede colarse una importante distorsión elitista en la discusión del tema de la calidad. Pero llegado a un cierto punto no queda otra que afrontar la realidad que está en todas partes: cualquiera sea el criterio de calidad con que nos manejemos, tenemos universidades de primera, de segunda y de tercera, es decir, hay un gran diferencial en la calidad de procesos que termina marcando la distinción. Ese no es un dato menor a la hora de valorar que tipo de formación estamos procurando para el conjunto de la sociedad. Es obvio que la precisión  por el acceso –que es una reivindicación fundamental- ejerce un importante impacto en las condiciones de gestión de la formación universitaria. Si esto se deja por su cuenta, terminara en los hechos deteriorando los niveles de calidad de todos los procesos allí involucrados. Al final, se reproduce una lógica perversa en la que los derechos de los excluidos de siempre no pasan de la caricatura del “acceso”: a trasporte para pobres, a medicina para pobres, a alimentos para pobres, a trabajos para pobres.

No al estatismo que se esconde detrás de ciertos enunciados de políticas públicas donde el funcionariado controla todo. En el campo especifico de la formación universitaria es vital expandir la esfera de la autogestión responsable, es decir, plena asunción de todos los asuntos concernidos en la gestión académica. Ello incluye una idea de la autonomía que no tiene que estar condicionada (“autonomía sí, pero….”) a ninguna consideración gubernamental (del gobierno que sea). Todo estatismo es sospechoso. Todo afán de control burocrático debe ser rebatido. Toda tentativa de alinear el mundo académico a presuntos “planes de la nación” termina siendo una coartada para funcionalizar el pensamiento. La universidad no es una fábrica de cabillas sino un ambiente intelectual de complejísimas relaciones humanas: heterogenias, conflictivas, incluso antagónicas. Allí no se enlatan sardinas sino que se construyen sensibilidades, maneras diferentes de relacionarse, modos de pensar alternativos, olfato crítico para tomar distancia. Querer comandar estos procesos desde los aparatos del estado es lamentable. Empeñarse en “controlar” lo que allí acontece es demasiado ruin. Inquietarse porque la gente se rebela es una miseria del espíritu.


La transformación de la universidad incluida la formulación de una apropiada ley de educación universitaria, pasa hoy por recuperar con seriedad el papel de la política y, sobremanera, por rebelarse frente a creencias ingenuas, dogmas y desvaríos.



Rigoberto Lanz