miércoles, 25 de junio de 2025

¿QUÉ ES EL RESPETO?



El respeto es reconocer el valor y la dignidad de los demás, así como el tuyo propio. Es aceptar las diferencias, entender que cada persona tiene derecho a pensar, sentir y vivir de manera única.

El respeto no se impone, se gana y se cultiva en cada acción, palabra y sílencio. Respetar es también saber cuándo retirarse, cuándo guardar silencio y cuándo poner limites. En definitiva, el respeto es tratar a otros como quíeres ser tratado tú, sin olvidar nunca tratarte con la misma consideración.


@gantillano





DIEZ DURAS VERDADES DE LA VIDA

 











viernes, 20 de junio de 2025

ME GUSTA…



"Me gusta la gente sana de corazón y bonita de alma. La que no necesita gritar para que la escuchen, porque su presencia habla por sí sola.

La que abraza sin prisa y mira con verdad. Me gusta la gente que no compite, que no finge, que no hiere por costumbre. Esa que te hace sentir paz, aunque el mundo afuera esté en guerra.

La que no presume lo que tiene, pero sí comparte lo que es. Me gusta la gente que no se vende, que no cambia su esencia por encajar, que te cuida incluso cuando no estás mirando. La gente que no siempre tiene respuestas, pero te acompaña en el silencio. La que deja huellas, no cicatrices. Esa que se queda sin prometerlo, porque sabe que el amor, cuando es real, no necesita condiciones."


@gantillano





LOS CUATRO ACUERDOS

 



Los cuatro acuerdos de Miguel Ruiz se ha convertido en un manual práctico para vivir de acuerdo a unos principios universales basados en ancestrales tradiciones toltecas. 


En esta entrada podéis leer un resumen de Los cuatro acuerdos.


La domesticación y el sueño del planeta

Lo que ves y escuchas ahora mismo no es más que un sueño… Sueñas con el cerebro despierto. Soñar es la función principal de la mente… Antes de que naciésemos, aquellos que nos precedieron crearon un enorme sueño externo que llamaremos el sueño de la sociedad. Este sueño incluye todas las reglas de la sociedad, sus creencias, sus leyes, sus religiones, sus diferentes culturas y maneras de ser, sus gobiernos, sus escuelas, sus acontecimientos sociales y sus celebraciones.  El sueño externo tiene tantas reglas que, cuando nace un niño, captamos su atención para introducir estas reglas en su mente. El sueño externo utiliza a mamá y papá, la escuela y la religión para enseñarnos a soñar… Los adultos que nos rodeaban captaron nuestra atención y, por medio de la repetición, introdujeron información en nuestra mente. Así es como aprendimos todo lo que sabemos. Una vez entendemos el código, nuestra atención queda atrapada y la energía se transfiere de una persona a otra…. La única forma de almacenar información es por acuerdo… Llamo a este proceso «la domesticación de los seres humanos»… Uno a uno, todos esos acuerdos forman el Libro de la Ley y dirigen nuestro sueño… El Juez interior utiliza lo que está en nuestro Libro de la Ley para juzgar todo lo que hacemos y dejamos de hacer… Hay otra parte en nosotros que recibe los juicios, y a esa parte la llamamos «la Víctima». La Víctima carga con la culpa, el reproche y la vergüenza… Cualquier cosa que vaya contra el Libro de la Ley hará que sintamos una extraña sensación en el plexo solar, una sensación que se llama miedo… Aunque el Libro de la Ley esté equivocado, hace que nos sintamos seguros… Nuestro mayor miedo es arriesgarnos a vivir: correr el riesgo de estar vivos y de expresar lo que realmente somos. Hemos aprendido a vivir intentando satisfacer las exigencias de otras personas… Durante el proceso de domesticación, nos formamos una imagen mental de la perfección… pero no encajamos en ella… Como no somos perfectos, nos rechazamos a nosotros mismos… Nadie, en toda tu vida, te ha maltratado más que tú mismo.


EL PRELUDIO DE UN NUEVO SUEÑO.


Has establecido millares de acuerdos contigo mismo, con otras personas, con el sueño que es tu vida, con Dios, con la sociedad, con tus padres, con tu pareja, con tus hijos; pero los acuerdos más importantes son los que has hecho contigo mismo. En esos acuerdos dices: «Esto es lo que soy. Esto es lo que creo. Soy capaz de hacer ciertas cosas y hay otras que no puedo hacer…» … Un solo acuerdo no sería un gran problema, pero tenemos muchos acuerdos que nos hacen sufrir… Si quieres vivir con alegría y satisfacción, debes hallar la valentía necesaria para romper esos acuerdos que se basan en el miedo y reclamar tu poder personal… Si los adoptas, estos cuatro acuerdos crearán el poder personal necesario para que cambies todo tu antiguo sistema de acuerdos… Se necesita una gran voluntad para adoptarlos.


EL PRIMER ACUERDO: Sé impecable con tus palabras


El primer acuerdo es el más importante y también el más difícil de cumplir… consiste en ser impecable con tus palabras. ¿Por qué tus palabras? Porque constituyen el poder que tienes para crear… Tú plantas una semilla, un pensamiento, y éste crece. Las palabras son como semillas… Durante nuestra domesticación, nuestros padres y hermanos expresaban sus opiniones sobre nosotros sin pensar. Nosotros nos creíamos lo que nos decían y vivíamos con el miedo que nos provocaban sus opiniones, como la de que no servíamos para nadar, para los deportes o para escribir… ¿Qué significa la palabra «impecabilidad»?. Significa «sin pecado». … Un pecado es cualquier cosa que haces que va contra ti… Vas contra ti cuando te juzgas y te culpas por cualquier cosa… Ser impecable es no ir contra ti mismo. Cuando eres impecable, asumes la responsabilidad de tus actos, pero sin juzgarte ni culparte… Ser impecable con tus palabras es no utilizarlas contra ti mismo… significa utilizar tu energía correctamente, en la dirección de la verdad y del amor por ti mismo… No somos impecables con nuestras palabras… Por lo general, empleamos las palabras para propagar nuestro veneno personal: para expresar rabia, celos, envidia y odio…y así es como creamos y perpetuamos el sueño del infierno. 

Si adoptamos el Primer Acuerdo y somos impecables con nuestras palabras, cualquier veneno emocional acabará por desaparecer de nuestra mente y dejaremos de transmitirlo en nuestras relaciones personales… La impecabilidad de tus palabras también te proporcionará inmunidad… Puedes medir la impecabilidad de tus palabras a partir de tu nivel de autoestima… La impecabilidad de tus palabras te llevará a la libertad personal, al éxito y a la abundancia; hará que el miedo desaparezca y lo transformará en amor y alegría.


IEL SEGUNDO ACUERDO: No te tomes nada personalmente


El Segundo Acuerdo consiste en no tomarte nada personalmente. Te lo tomas personalmente porque estás de acuerdo con cualquier cosa que se diga. Y tan pronto como estás de acuerdo, el veneno te recorre y te encuentras atrapado … en lo que llamamos «la importancia personal»… Durante el período de nuestra domesticación, aprendimos a tomarnos todas las cosas de forma personal… Pero nada de lo que los demás hacen es por ti. Lo hacen por ellos mismos. Todos vivimos en nuestro propio sueño, en nuestra propia mente… Tomarse las cosas personalmente te convierte en una presa fácil para los depredadores… Pero si no te lo tomas personalmente, serás inmune a todo veneno.

Es posible que incluso me digas: «Miguel, lo que dices me duele». Pero lo que te duele no es lo que yo digo, sino las heridas que tienes y que yo he rozado con lo que he dicho. Eres tú mismo quien se hace daño.Si alguien te dice que eres maravilloso, no lo dice por ti. Tú sabes que eres maravilloso. No es necesario que otras personas te lo digan para creerlo… No te tomes nada personalmente porque, si lo haces, te expones a sufrir por nada… Bastará con practicar el Segundo Acuerdo para que empieces a romper docenas de pequeños acuerdos que te hacen sufrir. Y si practicas además el Primer Acuerdo, romperás el 75 por ciento de estos pequeños acuerdos que te mantienen atrapado.


EL TERCER ACUERDO: No hagas suposiciones


El tercer acuerdo consiste en no hacer suposiciones. Tendemos a hacer suposiciones sobre todo. El problema es que, al hacerlo, creemos que lo que suponemos es cierto… Hacemos una suposición, comprendemos las cosas mal, nos lo tomamos personalmente y acabamos haciendo un gran drama de nada… Siempre es mejor preguntar que hacer una suposición, porque las suposiciones crean sufrimiento… Cuando ya no hagas suposiciones, tus palabras se volverán impecables.


EL CUARTO ACUERDO: Haz siempre lo máximo que puedas


Sólo hay un acuerdo más, pero es el que permite que los otros tres se conviertan en hábitos profundamente arraigados. Es este: Haz siempre lo máximo que puedas… en ocasiones, lo máximoque podrás hacer tendrá una gran calidad, y en otras no será tan bueno. Independientemente del resultado, sigue haciendo siempre lo máximo que puedas, ni más ni menos… Si haces lo máximo que puedas, vivirás con gran intensidad. 

Expresar lo que eres es emprender la acción. Puede que tengas grandes ideas en la cabeza, pero lo que importa es la acción… No necesitamos saber ni probar nada. Ser, arriesgarnos a vivir y disfrutar de nuestra vida, es lo único que importa. 

Los Cuatro Acuerdos son un resumen de la maestría de la transformación, una de las maestrías de los toltecas. Transformas el infierno en cielo… Para mantenerlos, necesitas una voluntad fuerte porque vayamos donde vayamos descubrimos que nuestro camino está lleno de obstáculos… Por esta razón es necesario que seas un gran cazador, un gran guerrero capaz de defender los Cuatro Acuerdos con tu vida. Tu felicidad, tu libertad, toda tu manera de vivir dependen de ello. El objetivo del guerrero es trascender este mundo, escapar de este infierno y no regresar jamás a él… Tal como nos enseñan los toltecas, la recompensa consiste en trascender la experiencia humana del sufrimiento, y convertirse en la encarnación de Dios… 


EL CAMINO HACIA LA LIBERTAD: Romper viejos acuerdos


Todos hablan de libertad. Distintas personas, diferentes razas y distintos países luchan por la libertad en todo el mundo. La verdadera libertad está relacionada con el espíritu humano: es la libertad de ser quienes realmente somos. ¿Quién nos impide ser libres? Nosotros mismos.  Si vemos a un niño de dos o tres años, o quizá de cuatro, descubrimos un ser humano libre. Hace lo que quiere hacer… ¿Qué le ha pasado al ser humano adulto? … el Libro de la Ley, el gran Juez, la Víctima y el sistema de creencias dirigen su vida, y ya no es libre porque no le permiten ser quien realmente es… Ya es hora de que te liberes de la tiranía del Juez y de que cambies los fundamentos de tus propios acuerdos. Ya es hora de que te liberes del papel de Víctima.

Existen tres maestrías que llevan a la gente a convertirse en toltecas. La primera es la Maestría de la Conciencia: ser conscientes de quiénes somos realmente, con todas nuestras posibilidades. La segunda es la Maestría de la Transformación: cómo cambiar, cómo liberarnos de la domesticación. La tercera es la Maestría del Intento: el Intento es esa parte de la vida que hace que la transformación de la energía sea posible; es el ser viviente que envuelve toda energía; Es la vida misma; es el amor incondicional. 

Los toltecas comparan al Juez, a la Víctima y el sistema de Creencias con un parásito que invade la mente humana… todos los seres humanos domesticados están enfermos. Lo están porque un parásito controla su mente y su cerebro, un parásito que se alimenta de las emociones negativas que provoca el miedo. El parásito ‐ el juez, la Víctima y el sistema de creencias ‐ controla nuestra mente y nuestro sueño personal. El parásito sueña en nuestra mente y vive en nuestro cuerpo. Se alimenta de las emociones que surgen del miedo, y le encantan el drama y el sufrimiento… 

Quienes siguen las tradiciones chamánicas de América, desde Canadá hasta Argentina, se llaman a sí mismos guerreros. ¿Quién es un guerrero? Es el que se rebela contra la invasión del parásito. En el mejor de los casos, ser un guerrero nos da la oportunidad de trascender el sueño del planeta y cambiar nuestro sueño personal por otro al que llamamos cielo

Si queremos ser libres, tenemos que destruir el parásito. 1.Una solución es atacar sus cabezas una a una, es decir, enfrentarnos a nuestros miedos uno a uno. 2.Una segunda solución sería dejar de alimentar al parásito. Para hacerlo debemos abstenernos de alimentar las emociones que surgen del miedo. 3.Una tercera solución es la que se denomina la iniciación a la muerte. Esta iniciación se encuentra en muchas tradiciones y escuelas de todo el mundo… Es una muerte simbólica que mata al parásito sin dañar nuestro cuerpo…




miércoles, 18 de junio de 2025

LA GENTE QUE ME GUSTA

 


Me gusta la gente que vibra, que no hay que empujarla, que no hay que decirle que haga las cosas, sino que sabe lo que hay que hacer y que lo hace. La gente que cultiva sus sueños hasta que esos sueños se apoderan de su propia realidad. Me gusta la gente con capacidad para asumir las consecuencias de sus acciones, la gente que arriesga lo cierto por lo incierto para ir detrás de un sueño, quien se permite huir de los consejos sensatos dejando las soluciones en manos de nuestro padre Dios.


Me gusta la gente que es justa con su gente y consigo misma, la gente que agradece el nuevo día, las cosas buenas que existen en su vida, que vive cada hora con buen ánimo dando lo mejor de sí, agradecido de estar vivo, de poder regalar sonrisas, de ofrecer sus manos y ayudar generosamente sin esperar nada a cambio.


Me gusta la gente capaz de criticarme constructivamente y de frente, pero sin lastimarme ni herirme. La gente que tiene tacto.


Me gusta la gente que posee sentido de la justicia.


A estos los llamo mis amigos.


Me gusta la gente que sabe la importancia de la alegría y la predica. La gente que mediante bromas nos enseña a concebir la vida con humor. La gente que nunca deja de ser aniñada.


Me gusta la gente que con su energía, contagia.


Me gusta la gente sincera y franca, capaz de oponerse con argumentos razonables a las decisiones de cualquiera.


Me gusta la gente fiel y persistente, que no desfallece cuando de alcanzar objetivos e ideas se trata.


Me gusta la gente de criterio, la que no se avergüenza en reconocer que se equivocó o que no sabe algo. La gente que, al aceptar sus errores, se esfuerza genuinamente por no volver a cometerlos.


La gente que lucha contra adversidades.


Me gusta la gente que busca soluciones.


Me gusta la gente que piensa y medita internamente. La gente que valora a sus semejantes no por un estereotipo social ni cómo lucen. La gente que no juzga ni deja que otros juzguen.


Me gusta la gente que tiene personalidad.


Me gusta la gente capaz de entender que el mayor error del ser humano, es intentar sacarse de la cabeza aquello que no sale del corazón.


La sensibilidad, el coraje, la solidaridad, la bondad, el respeto, la tranquilidad, los valores, la alegría, la humildad, la fe, la felicidad, el tacto, la confianza, la esperanza, el agradecimiento, la sabiduría, los sueños, el arrepentimiento y el amor para los demás y propio son cosas fundamentales para llamarse GENTE.


Con gente como ésa, me comprometo para lo que sea por el resto de mi vida, ya que por tenerlos junto a mí, me doy por bien retribuido.


Mario Benedetti 




lunes, 16 de junio de 2025

EL ESTOICISMO Y LA AUTODISCIPLINA



En la búsqueda de una vida plena y significativa, la autodisciplina emerge como uno de los pilares fundamentales. Los principios estoicos, provenientes de la filosofía antigua, ofrecen una base sólida para desarrollar esta virtud crucial.

En este artículo, exploraremos “10 principios estoicos para desarrollar la autodisciplina”, un viaje de reflexión y acción inspirado en las enseñanzas de filósofos como Séneca, Epicteto y, especialmente, Marco Aurelio.


La autodisciplina estoica va más allá de la mera fuerza de voluntad; se basa en una comprensión profunda de nuestros deseos, emociones y valores.

Cada principio descrito aquí nos guiará en el viaje hacia dominar nuestros impulsos, administrar nuestro tiempo de manera efectiva y cultivar una mentalidad resiliente.

Al internalizar estas enseñanzas, podemos fortalecer nuestra capacidad para enfrentar desafíos, alcanzar metas y, lo más importante, forjar una vida arraigada en la virtud y la autenticidad, digna de los ideales estoicos.


10 principios estoicos para desarrollar la autodisciplina


1.- Ten un propósito

Tener un propósito claro es fundamental para la autodisciplina estoica. Los estoicos nos enseñan a definir nuestros valores y objetivos más profundos.

Cuando sabemos por qué hacemos lo que hacemos, es más probable que nos mantengamos enfocados y evitemos las distracciones. El propósito nos guía, brindándonos una motivación intrínseca para actuar según nuestros principios, incluso ante los desafíos.


2.- Confía en ti mismo

La confianza en uno mismo es fundamental para la autodisciplina. Los estoicos nos animan a reconocer nuestras capacidades y a creer en nuestra capacidad para superar las dificultades.

Esta confianza se cultiva mediante el autoconocimiento y la práctica constante de la virtud. Cuando confiamos en nuestra capacidad para tomar decisiones acertadas y actuar con integridad, la autodisciplina se convierte en una cualidad natural en nuestro camino.


3.- Aparecer todos los días

Los estoicos valoran la constancia y la disciplina diaria. Estar presentes cada día significa afrontar retos, incluso cuando no nos sentimos motivados.

Esto implica cumplir con nuestros compromisos, mantener rutinas productivas y, lo más importante, practicar la autodisciplina independientemente de las circunstancias.

Este compromiso constante fortalece nuestra resiliencia y nos ayuda a desarrollar la autodisciplina a lo largo del tiempo, convirtiéndola en una parte esencial de nuestra personalidad.


4.- Practica la adversidad voluntaria

Este antiguo movimiento filosófico cree que enfrentar los desafíos voluntariamente fortalece la autodisciplina.

Buscar deliberadamente situaciones incómodas o desafiantes nos prepara para afrontar mejor la adversidad inesperada.

Al aceptar la adversidad voluntaria, desarrollamos resiliencia, autocontrol y la capacidad de mantenernos enfocados en nuestros objetivos sin importar las dificultades.


5.- Practique la dicotomía del control

La dicotomía del control es un principio estoico fundamental que nos enseña a distinguir entre lo que está bajo nuestro control y lo que no.

Después de todo, centrar nuestros esfuerzos y energía sólo en las cosas que podemos controlar, como nuestras elecciones y acciones, promueve la autodisciplina, ya que nos ayuda a evitar preocupaciones improductivas y a mantener la serenidad frente a lo incontrolable.


6.- Nunca te hagas la víctima

Marco Aurelio y Séneca nos recuerdan que la autodisciplina implica asumir la responsabilidad de nuestra vida. En lugar de culpar a los demás o a las circunstancias, debemos reconocer nuestra capacidad de elegir y actuar.

Asumir el papel de víctima debilita la autodisciplina, mientras que aceptar la responsabilidad fortalece nuestro control sobre nuestras vidas y acciones.


7.- Practique la gratificación retrasada

Marco Aurelio también enfatiza la importancia de posponer la gratificación, priorizando el placer a largo plazo sobre el inmediato. Esto requiere autodisciplina para resistir los impulsos momentáneos en favor de objetivos más ambiciosos.

La capacidad de esperar recompensas futuras demuestra autocontrol y paciencia, cualidades que son fundamentales para la autodisciplina.


8.- Ignora a los que odian

Para mantener la autodisciplina es fundamental no dejarse influenciar por las críticas o la negatividad externa.

Los estoicos nos aconsejan que nos centremos en nuestros principios y objetivos, ignorando a quienes intentan socavar nuestra determinación.


9.- Encuentra personas sabias para emular

Nos resulta más fácil rodearnos de mentores y modelos a seguir de conducta virtuosa. Los estoicos nos animan a buscar la guía de personas sabias cuyas acciones y valores respetamos.

Aprender de sus ejemplos nos ayuda a desarrollar la autodisciplina al incorporar las cualidades que admiramos a nuestras propias vidas.


10.-Vive según tus principios

La esencia de la autodisciplina estoica reside en vivir conforme a nuestros principios y valores, independientemente de las circunstancias. Esto requiere un autoexamen constante y un compromiso con la virtud.

Cuando alineamos nuestras acciones con nuestros principios más profundos, fortalecemos la autodisciplina y vivimos una vida auténtica centrada en la búsqueda de la sabiduría y la excelencia moral.