“Si siembras para el Espíritu,
cosecharás el fruto
del Espíritu”
(5:22,23)
cosecharás el fruto
del Espíritu”
(5:22,23)
“Si siembras para tu carne,
cosecharás los frutos
de la carne"
(5:19-21a)
cosecharás los frutos
de la carne"
(5:19-21a)
La tercera ley de Newton o ley de acción y reacción dice: Por cada fuerza que actúa sobre un cuerpo, éste realiza una fuerza igual pero de sentido opuesto sobre el cuerpo que la produjo. Dicho de otra forma: Las fuerzas siempre se presentan en pares de igual magnitud y sentido opuesto.
Esta ley, aunque fue formulada para describir el comportamiento de cuerpos físicos, pone de manifiesto un principio universal que todo el mundo conoce como la ley del bumerang, este principio se refiere al hecho de que cuando una persona emite una idea (pensamiento) acertada o errada, esta fuerza o energía emitida regresa al emisor trayendo consigo una carga adicional a la emitida, es decir, si yo lanzo al universo un pensamiento negativo, este se me devuelve la mayoría de las veces con el doble de intensidad.
Lo que tu colocas en tus pensamientos, sentimientos, palabras y obras, entra a tu propio ser primero y luego sale hacia la persona, lugar o condición a donde la diriges; pero desde el momento en que tú eres el Hogar de esa Vida y Energía, cuando haya alcanzado su destino, comienza su regreso a casa trayéndote de regalo todo lo que pueda de vibraciones y cualidades similares a aquello con que fue originalmente cargada. Por lo tanto, recibes de nuevo en tu mundo aquello que tú mandaste, ampliado, así fuera constructivo o destructivo.
Si criticas serás criticado, si eres injusto se te devolverá injusticia, si maltratas serás maltratado. Estas causas que tú has sembrado tienen que ser balanceadas y ajustadas antes de que puedas ser libre de sus efectos. Cuando siembras maíz, cosechas maíz, cuando siembras flores, cosechas flores, cuando siembras amor, cosechas amor.
Cuando tu vida maltrata a otra por medio de tu sentimiento, pensamiento, palabra u obras, contraes una deuda de energía que algún día tendrá que ser saldada. Muchas veces el individuo a quien tu dañaste (o el que te daño a ti) muere o sale de su cuerpo antes de que la deuda sea saldada y entonces se hace necesaria una futura oportunidad en la cual ambos individuos puedan encontrarse de nuevo y por circunstancias aparentemente naturales tengan oportunidad de armonizar aquella deuda por medio de un servicio o una asistencia dada al que fue lastimado. Estos ajustes solo pueden hacerse a través de futuras encarnaciones. La Vida los trae de nuevo, juntándolos hasta que aprendan a trabajar armoniosamente.
Esto es precisamente lo que está sucediendo en Venezuela, es tanto el odio que lanzado que ahora este se les está revirtiendo y con fuerza superlativa, estos pseudo-dirigentes, que arrían a la multitud que los sigue por un camino de rencor, manipulación, mentiras, odio, violencia y amargura están cosechando lo que sembraron.
@gantillano
“Siembra un pensamiento, cosecha una acción. Siembra una acción, cosecha un hábito. Siembra un hábito, cosecha un carácter. Siembra un carácter, cosecha una vida.”
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