domingo, 27 de mayo de 2012

QUIEN NO HA AFRONTADO LA ADVERSIDAD.....


QUIEN NO HA AFRONTADO LA ADVERSIDAD,
no conoce su propia fuerza.

TODAS LAS MUJERES…



“La colección “Todas las mujeres…” no es nada más ni nada menos, que el intento de reflejar lo más positivamente posible la mirada del ser humano. Así, la bondad, la honestidad, la fuerza, la personalidad, la belleza, la inteligencia, la libertad, el poder y el amor en la mirada de estas mujeres… me invitan a soñar, a tener esperanza en nosotros mismos aunque sólo sea por unos instantes.” dice la artista. “¿Porqué mujeres? Mi familia está llena de mujeres con fuerte personalidad, además he compartido algunos los mejores momentos de mi vida con mujeres, así que siento un fuerte lazo con ellas. me gusta retratar mujeres que me conmuevan, me emocionen y me inspiren y me gusta que la gente las mire y las admire.

El título de la Colección, aunque parezca de lo más obvio, parte de una especie de broma… cuando me preguntaban constantemente porqué no pintaba hombres y yo contestaba que no había ningún hombre que me motivara lo suficiente como para pasarme horas y horas delante de su cara… Finalmente, pinté al único ídolo de adolescente que me inspiraba.. Alejandro Sanz; y decidí llamar a la Colección: “Bendito tú eres, entre todas las mujeres” pero, por desgracia, en primera exposición quedó descartado así que finalmente se quedó en “Todas las mujeres…” ¡y punto!”

Montse Martín.













































Montse Martin: es una joven artista española, nacida en Lleida en el seno de una familia vinculada al arte y al deporte. Estudia diseño gráfico en la Escuela IDEP de Barcelona. Durante 5 años ejerce de diseñadora gráfica en la Agencia de Publicidad “Ados comunicación”. Más tarde, se adentra en el mundo de la fotografía a través de su pareja, el fotógrafo y actor Mark Schardan, que le enseña con sus retratos el valor de “la mirada”. Actualmente, ejerce de diseñadora e ilustradora freelance en diversos proyectos que alterna con trabajos como bailarina y actriz.
Montse Martin es una artista novel en el terreno de la pintura, pero queda claro que, tras la calidoscópica e inquietante personalidad de esta mujer, se ha acumulado un bagaje vital y artístico sumamente interesante y esperanzador para su carrera.



LA FELICIDAD ES EL CAMINO



Cuando los problemas nos agobian solemos pensar  que nuestra vida siempre mejorara  en el futuro. Nos convencemos de que la vida será mejor después de cumplir los 18 años, después de tener pareja, de mudarnos, después de conseguir un mejor empleo, después de…. Pero a pesar de conseguir estos logros  nos sentimos frustrados, los problemas persisten  y el deseo de cambiar nuestra realidad permanece, entonces pensamos; ciertamente nos sentiremos más felices cuando salgan de esa etapa. Nos decimos que nuestra vida será completa  y seremos realmente felices cuando suceda tal o cual cosa, pero la verdad es que no hay mejor momento para ser feliz que el presente.  Si no es ahora, ¿cuando?

Por largo tiempo sentí que la vida estaba a punto de comenzar, la vida de verdad. Pero siempre había un obstáculo en el camino, algo que resolver primero, algún asunto sin terminar, tiempo por pasar, una deuda que pagar; entonces la vida comenzaría. Hasta que me di cuenta de que estos obstáculos eran mi vida.
Si la vida es una carrera de obstáculos y la felicidad es un camino, entonces hay que asumir los obstáculos como retos en donde la felicidad reside en experimentarlos  intensamente y sacarles todo el aprendizaje que  nos brindan, por amorosos o dolorosos que sean.

Esta perspectiva nos ha ayudado a ver que no hay camino a la felicidad: la felicidad es el camino. Debemos atesorar cada momento, mucho más cuando lo compartimos con personas especiales y recordar que el tiempo no espera a nadie. No esperes para aprender que no hay mejor momento que este para ser feliz. La felicidad es un trayecto, no un destino.

Seneca  decía que se es feliz cuando no se necesita la felicidad  y que cuando surge el anhelo de la felicidad comienza el sufrimiento.  Este sufrimiento tiene que ver con la resistencia a ser lo que somos. Hay que empezar por aceptar quienes somos.  La aceptación es el primer paso para fortalecer nuestra autoestima, esto nos abre una gama de posibilidades al conectarnos con nuestros sentimientos.  Mientras rechacemos lo que somos no abriremos  la conexión al corazón y nos quedamos empantanados en el ruido mental.

Aquí les dejo un ejemplo práctico;

¿Cual es la diferencia entre una persona que sabe nadar y una que no sabe nadar?

La que sabe nadar tiene la certeza de que no se va ahogar,  mientras que la que no sabe nadar, tiene incertidumbre. Y el pánico que va unido a esta incertidumbre, detona la desesperación que ocasionara que la persona se ahogue.

Internamente es la misma situación. Cuando tengo la certeza de que pase lo que pase, mi paz interior es inmutable ... A la hora de que me caigo en un mar de emociones negativas, esa paz interior me llevara fluir, que seria simbólicamente “flotar”, eso es ver la felicidad como camino ... De lo contrario si yo no tengo fe, me siento vulnerable, a la hora que caigo en ese mar de emociones, empiezo a resistirme , y ese manoteo es lo que ocasionara el sufrimiento que representa el “ahogarme” desconectándome de la felicidad.

Hoy tenemos una tarea pendiente, reconectarnos  con nuestras emociones, ponernos el salvavidas de la fe y la más importantes,  ser felices.




SIN PALABRAS IX PENSAMIENTO FASCISTA


DE LA ADVERSIDAD A LA ESPERANZA




La inmediatez de las dificultades que nos suceden y que pueden ocupar un amplio espectro de conflictos y sufrimientos exigen nuestro esfuerzo cotidiano, y a menudo, ocupan la mayor parte de nuestras energías y nuestro tiempo quitándonos la posibilidad de vislumbrar nuestra perspectiva de vida.

"El hombre tiene la peculiaridad de que no puede vivir si no mira al futuro" y esto reviste toda una filosofía que requiere de nosotros la mayor predisposición para afrontar el presente sin perder de vista nuestros grandes objetivos y anhelos. Que el árbol no nos impida la visión del bosque implica mantener la perspectiva que facilita el rumbo.

Decía Nietzche: "Quien tiene algo por qué vivir, es capaz de soportar cualquier cómo".

Mirar el futuro a partir de nuestros proyectos, aspiraciones, anhelos o simplemente a partir de quienes nos necesitan a su lado implica infundirnos de la energía que revitaliza nuestro físico y reconforta nuestro espíritu.

El pesimismo, la falta de esperanza y la sensación que nos invade cuando no hallamos las salidas a nuestras dificultades tienen su punto de partida en la actitud que cada uno asuma frente a la adversidad, actitud que puede darnos la oportunidad de tomar el control de la situación y no a la inversa, asumiendo con dignidad y responsabilidad el desafío que la vida nos impone, aun cuando no haya alternativas.

"La emoción, que constituye sufrimiento, deja de serlo tan pronto como nos formamos una idea clara y precisa del mismo", decía Spinoza en su "Ética".

La vida constituye una verdadera escuela para el espíritu y cada una de sus existencias tiene por lo tanto un significado trascendente, no sólo a partir de nuestras realizaciones sino también de nuestras privaciones, luchas y sufrimientos.

Todo ellos nos ejercitan  en el desarrollo de aptitudes y capacidades para nuestro desenvolvimiento, compensando nuestras carencias materiales y espirituales.

No existen dos vidas iguales. Cada vida es distinta porque cada espíritu la ha forjado a partir de una historia diferente. La unicidad es lo que diferencia cada situación y cada desafío. Nadie puede ocupar nuestro lugar y somos nosotros quienes debemos encontrar el sentido a nuestro esfuerzo y a nuestra lucha. La llave está en nuestra actitud frente a la adversidad siendo los únicos responsables de nuestros actos, de nuestras obras, de lo que decimos y hacemos y también de lo que dejamos de hacer.

La humildad de nuestro proceder, la confianza en nuestros valores para concretar nuestros anhelos y el amor de los seres queridos son algunas de las herramientas con las que podemos contar para capitalizar nuestra experiencia de vida.




DÍA DEL ÁRBOL

QUIEN A BUEN ÁRBOL SE ARRIMA,
buena sombra le cobija.

LA ADVERSIDAD



La adversidad es uno de los elementos que merman la capacidad de ser feliz del ser humano. No tanto en sí misma, sino por la huella que deja en la psicología. La incapacidad de lucha frente a hechos indignos o injustos, en los que a veces queda impune el malhechor, puede mermar la capacidad de adaptación del hombre al medio. Y esta incapacidad se torna en complejo de inferioridad y de desvinculación social, que hace alejarse al individuo del entorno y de sí mismo, desprendiéndose, igualmente, de la estabilidad emocional y racional que requiere la búsqueda de la felicidad.

Así, la única actitud a seguir es la de la lucha hasta el final de las consecuencias. Hay que enfrentarse a los miedos que la adversidad conlleva. Hay que luchar aún a expensas de no tener una resolución positiva. Hay que luchar hasta el último aliento. La adversidad es un síndrome que destruye grandes logros del pensamiento positivo. Pero el término lucha no tiene que ir unido al de temeridad. Lucha no significa ni violencia ni agresividad, sino perseverancia y constancia en el peligro. La adversidad es un enemigo de la felicidad y por ello hay que enfrentarse a sus secuelas, sin renunciar a nada. No podemos pretender que todas las cosas nos salgan bien ni que estén a nuestro gusto, pero si podemos intentar adaptarlas o destruirlas si se puede.

El problema principal de la adversidad es que empequeñece el espíritu luchador del cerebro, que prefiere dejar pasar o poner la otra mejilla, o la resignación, porque requiere menos esfuerzo mental. La adversidad es un buen baremo para analizar nuestras debilidades psicológicas, y de aprender a mejorarlas.

Sin embargo, estas palabras son difíciles de compaginar con la realidad, que casi siempre supera a todo lo imaginable.

La suerte, la fortuna, el sino son hijas legítimas de la adversidad, por la que siempre estaremos marcados. Desde la antigüedad los hombres supieron comprender que el hombre no puede controlar ciertas circunstancias y casualidades y creó a los Dioses para consolarse. Y aún en el siglo XXI seguimos igual. Pero la consolación es una admisión de la pérdida y una negación de la lucha en favor de poder malvivir emocionalmente. Mejor es terminar dignamente un día que vivir cientos humillados y acobardados por la adversidad.

La felicidad requiere una alerta constante para con sus enemigos.




lunes, 21 de mayo de 2012

PAREDES QUE HABLAN X








GRANDES VERDADES XX



SONRÍE!!!!


SONRÍE!!!
es gratis


PARA EL CHAVISTA QUE VIVE EN TI...




Cuesta abajo 

Si arrastré por este mundo
la vergüenza de haber sido
y el dolor de ya no ser.

Bajo el ala del sombrero
cuantas veces, embozada,
una lágrima asomada
yo no pude contener.

Si crucé por los caminos
como un paria que el destino
se empeña en deshacer.

Si fui flojo, si fui ciego,
sólo quiero que comprendas
el valor que representa
el coraje de querer.

Era para mí la vida entera
como un sol de primavera
mi esperanza y mi pasión.

Sabí­a que en el mundo no cabí­a
toda mi humilde alegría
de mi pobre corazón.

Ahora, cuesta abajo en mi rodada
las ilusiones pasadas
no me las puedo arrancar.

Sueño con el pasado que añoro,
el tiempo viejo que lloro
y que nunca volverá.

Por seguir tras de su huella
yo bebí incansablemente
en mi copa de dolor.

Pero nadie comprendía
que si todo yo lo daba
en cada vuelta dejaba
pedazos de corazón.

Ahora, triste en la pendiente,
solitario y ya vencido,
yo me quiero confesar.

Si aquella boca mentía
el amor que me ofrecía,
por aquellos ojos brujos
yo habría dado siempre más.

Era para mí­ la vida entera
como un sol de primavera
mi esperanza y mi pasión.

Sabía que en el mundo no cabí­a
toda mi humilde alegría
de mi pobre corazón.

Ahora, cuesta abajo en mi rodada
las ilusiones pasadas
no me las puedo arrancar.

Sueño con el pasado que añoro,
el tiempo viejo que lloro
y que nunca volverá.



Alfredo Le Pera
Letra


Carlos Gardel
Música






PLEITO DE AMAR Y QUERER



Me muero por preguntarte

si es igual o es diferente

querer y amar, y si es cierto
que yo te amo y tú me quieres.

-Amar y querer se igualan
cuando se ponen parejos
el que quiere y el que ama.

-Pero es que no da lo mismo.
Dicen que el querer se acaba
y el amar es infinito;
amar es hasta la muerte,
y querer, hasta el olvido.

-Dile al que te cuente historias
que el mundo es para querer,
y amar es la misma cosa.

-Querer no es amar. Amando
hay tiempo de amarlo todo:
a Dios, al esposo, al mundo;

tocar el borde y el fondo
y amar al hijo del pueblo
como al hijo del esposo.

-¿Querer es ser para uno
y amar es ser para todos?

-No; amar es amar, y amar
es como amar de dos modos:
a unos como hijos de Dios,
y como a Dios, a uno solo.

-¿Amar y querer? Parece
que amar es lo que abotona
y querer lo que florece.

Dicen que amar no hace daño
donde querer deja huella.
Si querer es con la uña
donde amar es con la yema...

-Querer es lo del deseo
y amar es lo del servicio;
querer puebla los rincones,
amar puebla los caminos;
queriendo se tiene un gozo
y amando se tiene un hijo.

-Amar es con luz prendida;
querer, con la luz apagada;
en amar hay más desfile,
y en querer hay más batalla.

-Luego querer no es amar;
querer es guerra con guerra
y amar es guerra con paz..

-Querer no es lo que tú sientes,
querer no es lo que tú piensas;
tu querer de agua tranquila
ni bulle ni arrastra piedras.

Querer no es esa apacible
ternura que no hace huella.
Querer es querer mil veces
en cada vez que se quiera.

Querer es tener la vida
repartida por igual
entre el amor que sentimos
y la plenitud de amar.

Es no dormir por las noches,
es no ver de día el sol,
es amar sin dejar sitio
ni para el amor de Dios.

Es tener el corazón
entre las manos guardado,
y si ella pasa, sentir
que se nos abren las manos;

Es tener un niño preso
y envejecido en la cuna;
querer es brasa que vive
de la propia quemadura;

es no reír, porque hay algo
de lágrima en la sonrisa;
es no comer, porque sabe
a corazón la comida.

Es haber amanecido
sin habernos explicado
cómo sin haber dormido
pudimos haber soñado.

-Todo esto es querer y amar,
y amar es más todavía,
porque amar es la alegría
De crearse y crear.

Es algo como una idea
que inventa lo que se quiere,
porque al quererlo lo crea.

No hay un hombre que supere
a la versión que de ese hombre
da la mujer que lo quiere;

ni existe mujer tan bella,
ni existe mujer tan pura
como la que se figura
el hombre que piensa en ella.

Por eso, al estarte amando,
si con un amor te quiero,
con otro te estoy creando,

y tú, en el amor que sientas,
si con un querer me quieres,
con otro querer me inventas.

Pero allí no se detiene
la creación del amor
e inventa un mundo mejor
para el que ni mundo tiene.

Y el amor se vuelve afán
de gritarle al pordiosero:
-"Quiero, y porque quiero, quiero
que nadie te quite el pan"

Que nadie te quite el vino,
que no te duela en los pies
la limosna del camino;

que te alces, alzado y frío
el puño de tu derecho,
prestado en rabia a tu pecho
el amor que hay en el mío.

Del obrero y sus quereres
todo el rescoldo se vea
cuando haga la chimenea
suspirar a los talleres,

Y en la voz del campesino
vaya un poco de mi amor,
como de savia en la flor,
como de agua en el molino.

Y así el amor es caricia
que se nos va de las manos
para servicios humanos
en comisión de justicia.

Amar es querer mejor,
y si le pones medida,
te resulta que el amor
es más ancho que la vida.

Amar es amar de suerte
que al ponerle medidor
te encuentras con que el amor
es más largo que la muerte.

Y en el querer lo estupendo,
y en el amar lo profundo,
es que algo le toque al mundo
de lo que estamos queriendo.


Andrés Eloy Blanco