viernes, 27 de junio de 2014

EL TIEMPO



Al tiempo se le han escritos odas,
himnos,
versos,
más de un millar de canciones,
curioso elemento es el tiempo.

Hay quienes juran haber viajado a través de él,
hay quienes lo inmortalizan en películas donde es la moneda de cambio,
hay quienes dicen "el tiempo es oro",
ironizándose a sí mismos después, despilfarrando el tiempo en actividades superfluas.

El tiempo se divide en presente, futuro y pasado, 
usted puede elegir el orden de acción que le parezca idóneo.
Recordamos el pasado, pero no el futuro
muchos viven en el pasado, vislumbrando un futuro más brillante,
pero no, amigo, esta elegía no es posible.

Lo que es verdad es que el tiempo escapa cual arena en nuestras manos,
el tiempo es relativo,
el tiempo se va y no regresa,
el tiempo, tiempo es. 
Cura para las heridas,
incansable caminar de las manecillas de un reloj torturado por el movimiento, a su vez, del engranaje.
¡Dénle cuerda a ese loco y maltrecho tiempo!

El tiempo es el único quien puede ser paciente, ansioso, acelerado, finito e infinito al mismo tiempo.
¿Huir de él? ¡Un completo absurdo! Pues el tiempo es un ente omnipresente, incansable, te persigue y te permite que te escondas mientras puedas. 
También te permite crear toda clase de recuerdos gota a gota, los que algunos llamamos MEMORIA.




jueves, 26 de junio de 2014

ABDICACIÓN - Fernando Pessoa


Abdicación

Tómame, oh noche eterna, en tus
brazos y llámame hijo.

Yo soy un rey que
voluntariamente abandoné mi
trono de ensueños y cansancios.

Mi espada, pesada en brazos
flojos, a manos viriles
y calmas entregué;
y mi cetro y corona yo los dejé
en la antecámara, hechos pedazos.

Mi cota de malla, tan inútil,
mis espuelas, de un tintineo tan fútil,
las dejé por la fría escalinata.

Desvestí la realeza, cuerpo y alma,
y regresé a la noche antigua y serena
como el paisaje al morir el día.

Fernando Pessoa





¿CÓMO ESTÁS?


martes, 24 de junio de 2014

ME CAIGO Y ME LEVANTO - Julio Cortázar


Me caigo y me levanto

Nadie puede dudar de que las cosas recaen. Un señor se enferma, y de golpe un miércoles recae. Un lápiz en la mesa recae seguido. Las mujeres, cómo recaen. Teóricamente a nada o a nadie se le ocurría recaer pero lo mismo está sujeto, sobre todo porque recae sin conciencia, recae como si nunca antes. Un jazmín, para dar un ejemplo perfumado. A esa blancura, ¿de dónde le viene su penosa amistad con el amarillo? El mero permanecer ya es recaída: el jazmín, entonces. Y no hablamos de las palabras, esas recayentes deplorables, ni de los buñuelos fríos, que son la recaída clavada.
Contra lo que pasa se impone pacientemente la rehabilitación. En lo mas recaído hay siempre algo que pugna por rehabilitarse, en el hongo pisoteado, en el reloj sin cuerda, en los poemas de Pérez, en Pérez. Todo recayente tiene ya en si un rehabilitante pero el problema, para nosotros los que pensamos nuestra vida, es confuso y casi infinito. Un caracol segrega y una nube aspira; seguramente recaerán, pero una compensación ajena a ellos los rehabilita, los hace treparse poco a poco a lo mejor de sí mismos antes de la recaída inevitable. Pero nosotros, tía, ¿cómo haremos, cómo nos daremos cuenta de que hemos recaído si por la mañana estamos tan bien, tan café con leche, y no podemos medir hasta dónde hemos recaído en el sueño o en la ducha? Y si sospechamos lo recayente de nuestro estado, ¿cómo nos rehabilitaremos? Hay quienes recaen al llegar a la cima de una montaña, al terminar su obra maestra, al afeitarse sin un solo tajito; no toda recaída va de arriba a abajo, porque arriba y abajo no quieren decir gran cosa cuando ya no se sabe dónde se está. Probablemente Ícaro creía tocar el cielo cuando se hundió en el mar epónico, y Dios te libre de una zambullida tan mal preparada. Tía, como nos rehabilitaremos?
Hay quien ha sostenido que la rehabilitación sólo es posible alterándose, pero olvidó que toda recaída es una desalteración, una vuelta al barro de la culpa. En efecto somos lo más que somos porque nos alteramos, salimos del barro en busca de la felicidad y la conciencia y los pies limpios. Un recayente es entonces un desalterante, de donde se sigue que nadie se rehabilita sin alterarse. Pretender la rehabilitación alterándose es una triste redundancia: nuestra condición es la recaída y la desalteración, y a mi me parece que un recayente debería rehabilitarse de otra manera, que por lo demás ignoro. No solamente ignoro eso sino que jamás he sabido en qué momento mi tía o yo recaemos. ¿Cómo rehabilitarnos, entonces, si a lo mejor no hemos recaído todavía y la rehabilitación nos encuentra ya rehabilitados? Tía, ¿no será ésa la respuesta, ahora que lo pienso? Hagamos una cosa: usted se rehabilita y yo la observo.Varios días seguidos, digamos una rehabilitación continua, usted está todo el tiempo rehabilitándose y yo la observo. O al revés, si prefiere, pero a mi me gustaría que empezara usted, porque soy modesto y buen observador. De esa manera, si yo recaigo en los intervalos de mi rehabilitación, mientras que usted no le da tiempo a la recaída y se rehabilita como en un cine continuado, al cabo de poco nuestra diferencia será enorme, usted estará tan por encima que dará gusto. Entonces, yo sabré que el sistema ha funcionado y empezaré a rehabilitarme furiosamente, pondré el despertador a las tres de la mañana, suspenderé mi vida conyugal y las demás recaídas que conozco para que sólo queden las que no conozco, y a lo mejor poco a poco un día estaremos otra vez juntos, tía, y será tan hermoso decir: "Ahora nos vamos al centro y nos compramos un helado, el mío todo de frutilla y el de usted con chocolate y un bizcochito.


Julio Cortázar 





SIMPLE..


domingo, 22 de junio de 2014

ORACIÓN DE LA HUMILDAD


Señor

Ayúdame a decir la verdad delante de los fuertes
y a no decir mentiras para ganarme el aplauso de los débiles.

Si me das fortuna, no me quites la razón,

Si me das el éxito, no me quites la humildad,
Si me das humildad, no me quites la dignidad.

Ayúdame siempre a ver la otra cara de la medalla,
No me dejes inculpar de traición a los demás por no pensar igual que yo.

Enséñame a querer a la gente como a mi mismo

Y a no juzgarme como a los demás. No me dejes caer
En el orgullo si triunfo, ni en la desesperación si fracaso.

Más bien recuérdame que el fracaso es la experiencia
que precede al triunfo.

Enséñame que perdonar es un signo de grandeza

Y que la venganza es una señal de bajeza.
Si me quitas el éxito, déjame fuerzas para aprender del fracaso.

Si yo ofendiera a la gente, dame valor para disculparme y si

La gente me ofende, dame valor para perdonar.
¡Señor… si yo me olvido de ti, nunca te olvides de mí!


Mahatma Gandhi



MISERIA HUMANA


Miseria Humana
Lisandro Meza*

Una noche de misterio,

Estando el mundo dormido
Buscando un amor perdido,
Pase por el cementerio,
Desde el azul hemisferio,
La luna su luz ponía,
Sobre la muralla fría,
De la necrópolis santa.
En donde a los muertos canta,
El búho su triste elegía,
La luna y sus limpideces,
A las tumbas ofrecía,
Y pulsaba en la luz fría,
El arpa de los cipreses.
Con aquella logubreses,
De mi corazón hermana,
Y me inspiraron con gana,
Interrogar a la parca,
Entré a la glacial comarca,
De las miserias humanas...
Acompañado de incienso,
Los difuntos visité
Y en cada tumba dejé,
Una lágrima y un verso,
¿Estaba allí de perverso
Entre seres no ofensivos?
¿Fui a perturbar los cautivos
De los sepulcros desiertos?
¡No! Fui a buscar a los muertos
Por tener miedo a los vivos.
La noche estaba muy bella
Y el aire muy sonoro,
Y en una dalia de oro,
Semejaba cada estrella
Y la brisa sin querella,
Por ser voluble y ser vana
En esta mansión arcana,
Corría llena de embeleso
Dejando sus frescos besos,
En las miserias humanas...
La luna seguía brillando,
En el azul de los cielos
Y las nubes con su velo,
Sin miedo la iban tapando
Y en procesión pasando,
Por la inmensidad secreta
Iba la brisa inquieta
Y retozaba en el sauco
Que emperlaba con su luz
Diana la novia del poeta
La luna que diana es,
En aquella hermosa noche
Se abrió como el auro broche,
Como una flor de prendiez
Sentí temblaban mis pies,
En tan lobregüe mansión
Y como revoltociano
Temblaba mi corazón
Bajo de un ciprés sombrío,
Y verde cual la esperanza
Y con fúnebre sellanza,
Estaba un cráneo vacío
Yo sentí pavor y frío,
Al mirar la calavera
Pareciendo que en su esfera,
Como que se reía de mi
Y yo de ella me reí,
Viéndola en tal miseria
Dime humana calavera,
Qué se hizo la carne aquella
Que te dio hermosura bella,
Cual lirio de primavera
Que se hizo tu cabellera,
Tan frágil y tan liviana
Dorada cual la mañana,
De la aurora el nacimiento
Que se hizo tu pensamiento,
Responde miseria humana...
Calavera sin pasiones,
Di que se hicieron tus ojos
Con que mates de hinojo,
Alhélicos corazones
Que represos de ilusiones,
Te amaron con soberana
Pasión que no era villana,
En estas horas tranquilas
Di que hiciste tus pupilas,
Responde miseria humana...
Calavera qué infeliz,
Te beso en luna de plata
Y por qué te encuentra ñata,
Si era larga tu nariz,
Donde esta la masa gris,
De tu cerebro pensante
Donde está el bello semblante,
Y tus mejillas rosadas
Que a besos en noche helada,
Quiso comerse un amante
Yo soy el cráneo de aquella,
A quién le cantaste un día
Pues más que no merecía,
Porque no era así tan bella
Como la primera estrella,
Del oriente el tulipán
Donde las auroras dan,
El rocío que se deslíe
Aquí el que de mi se ríe,
De él mañana se reirán
Aquí está la gran verdad,
Que sobre el orgullo pesa
Aquí la gentil belleza,
Es igual a la fealdad
Aquí acaba la maldad,
Y la bondad tan preciada
Aquí la mujer casada,
Es igual a la soltera
Me decía la calavera,
Con una voz apagada
Yo escuchando aquellas cosas,
Tan llenas de horrible espanto
Salí de aquel campo santo,
Como fugaz mariposa
La luna llena y rabiosa,
Ver que en su lumbre fugaz
Y la calavera audaz,
Dijo al verme correr
Aquí tienes que volver,
Y calavera serás...



*compositor e interprete colombiano

sábado, 21 de junio de 2014

LA VIDA...

“La vida es una continua lucha entre la luz y la oscuridad” 
Tu decides de que lado te quieres ubicar, pero independientemente de tu decisión, siempre tendrás que asumir las consecuencias.

+Gustavo Antillano 

BUENAS NOCHES


No hay almohada más suave,
que una conciencia tranquila



viernes, 20 de junio de 2014

AMANECER


Amanecer

Siento llegar el día como un rumor de animales,
a la orilla del pantano, de la fiebre, del junco,
más allá, entre las colinas de viento oscuro,
donde la luz se levanta con desgarradas banderas,
como resplandor lejano de una montaña de cuarzo.
He aquí la sombra en torno a mi existencia, el búho,
el río que arrastra oro, la serpiente de coral,
el esqueleto del explorador, el fango de mis pies.
La noche ha quemado el maíz, ha apagado los metales,
ha dado reposo a la adormidera, ha refrescado la sangre,
ha libertado los reflejos azules de la selva, de la hoja.
Una resonancia, una resonancia oscura es mi corazón:
eco en el abismo, piedra que rueda por el monte,
brillo en la puerta de la cueva, fosforescencia del hueso.
En la infancia, al pie del arco iris o del relámpago,
junto al cabrito que saltaba en torno a la madre,
jugaba con un pequeño tigre de cálida voz ronca,
de suave pelambre estrellada, como un signo del zodíaco,
de rabia lenta y tensa, como el despertar de la furia.
Ahora siento en el aire límpido del bambú y el helecho,
surgir las formas de las doncellas, bajo la fronda,
en la selva de árboles aromáticos, coronadas de orquídeas
descendiendo al río, a la cascada de transparente curva,
que resuena en sus diamantes como una leyenda.
Formas de la gracia, sus perfiles abandonan sus melenas
a la brisa; formas de la vida y de la muerte,
sus senos tiemblan en las penumbras de los juncos;
formas del oscuro delirio, sus muslos se suavizan
como una fruta partida; formas del tiempo humano,
sus pies hacen temblar las flores silvestres.
Como el venado tras de su compañera en la colina,
persigo a una joven diosa desnuda, bajo el sol.
Viene el olor agrio de los árboles destrozados
por la ira de la noche; viene el olor de la sangre,
del animal devorado, el olor de los minerales,
el olor del río entre las raíces y las flexibles lianas.
El día derrama su transparente maravilla, como un vuelo,
como el color innumerable, como la crisálida
de herméticos destellos, como el insecto plateado,
como el hechizo en las formas relucientes,
como el vuelo de mariposas que salen de una gruta incendiada
y comienzan a temblar en el ardiente cristal.
Acerco mis labios al claro manantial de íntima música,
junto a la sardina y a la piedra limpia y pulida como una joya;
mientras la nube pasa y el ave sale de su nido,
y la serpiente muestra su lengua maldita, y se enrosca,
y espera o avanza por la espalda sudorosa del día.
Me hundo en las palpitaciones reverberantes, en las ondas,
en el temblor divino, donde se abre la rosa de montaña,
en los brillos fugaces, en la imagen insondable de Dios,
que ha creado los cielos y la tierra, con esta geografía de fuego,
y ha dado a mi corazón la forma del día y de la noche,
mientras oigo correr los animales, persiguiéndose, amándose,
devorándose, ensangrentando las yerbas, las flores y las peñas.
Soy el día, y el viento levanta sus ramajes en mi alma.

Vicente Gerbasi





jueves, 19 de junio de 2014

FRASES PARA PENSAR XXXI - LA ARROGANCIA


La arrogancia que es una actitud de la persona orgullosa y soberbia que se cree superior a los demás.


Cuando una persona es arrogante se siente superior a los demás. Piensa que siempre tiene la razón y los demás están equivocados.


La felicidad no es un estado que se alcanza, es un camino que se recorre...


La autoestima no tiene nada que ver con la arrogancia la autoestima es un proceso interno de sentirnos bien acerca de nosotros mismos.


Los arrogantes son inseguros y se manifiesta denigrando a los demás para poder sentirse bien acerca de ellos mismos.


Los arrogantes tienen su propio infierno interior donde en una habitación tienen bajo llave sus miedos.


La arrogancia no es delicada, es la complacencia de si mismo tomando ventaja de los demas".


Samuel Johnson
          

TODO ESTA PERDIDO..


miércoles, 18 de junio de 2014

EL SISTEMA


   


Los funcionarios no funcionan.

 Los políticos hablan pero no dicen.

 Los votantes votan pero no eligen.

 Los medios de información desinforman.

 Los centros de enseñanza enseñan a ignorar.

 Los jueces condenan a las víctimas.

 Los militares están en guerra contra sus compatriotas.

 Los policías no combaten los crímenes, porque están ocupados en cometerlos.

 Las bancarrotas se socializan, las ganancias se privatizan.

 Es más libre el dinero que la gente.

 La gente está al servicio de las cosas.


Eduardo Galeano




sábado, 14 de junio de 2014

Y EL DIABLO DIJO...


EL MAGNICIDIO EN VENEZUELA


El magnicidio en la historia de Venezuela
Simón Alberto Consalvi 

En 200 años de historia, sólo se consumó un caso en nuestro país
En 1950 fue asesinado el teniente coronel Carlos Delgado Chalbaud, presidente de la Junta Militar de Gobierno. Una oscura conspiración de palacio puso fin a la vida del militar que abogaba por la celebración de elecciones y por la vuelta a la constitucionalidad, contra el criterio de Pérez Jiménez que sostenía la tesis de no dejar el poder por ninguna circunstancia 

No ha sido Venezuela tierra de magnicidios, a diferencia de otros países como Estados Unidos, donde los presidentes asesinados, Lincoln (1865), Garfield (1881), McKinley (1901), Kennedy (1963), marcaron récord, y sus muertes significaron grandes cambios en la historia. En nuestro país, algunos grandes líderes murieron de manera misteriosa o, al menos, poco explicable, aun cuando andaban en guerra, como Ezequiel Zamora y Joaquín Crespo. En las guerras, la muerte es una carta echada al azar. Algunos guerreros fueron fusilados, el general Manuel Carlos Piar, por Simón Bolívar, y el general Matías Salazar, por Antonio Guzmán Blanco. Pero estos, obviamente, no califican dentro de lo que se considera, con propiedad, magnicidios. 

Fueron, sí, expresiones de la violencia o de la guerra por el poder. 

Tampoco en la literatura política proliferan los textos sobre el magnicidio. Hasta donde mis luces (escasas) me permiten recordar, sólo Juan Germán Roscio en El triunfo de la libertad sobre el despotismo, editado en 1817 en Filadelfia, sostuvo la tesis del regicidio. 

Veamos las ideas del gran pensador de la primera República: "Repeler la fuerza con la fuerza es un derecho natural y común a todos los vivientes. A una violencia inicua debe oponer el pueblo una violencia justa para repelerla...". 

De la rebelión, El triunfo de la libertad... pasa al regicidio, al tiranicidio, y encuentra soportes abundantes en las antiguas escrituras. "Moisés que dio a los hebreos el primer ejemplo de resistencia a la potestad tiránica, a la que él mismo se hallaba subordinado, fue también el primero en allanarles la práctica del regicidio, cuando los conducía a la tierra de promisión". Luego recuerda que Josué, más radical que Moisés, "quitó la vida a 31 monarcas, que en el concepto de nuestros cortesanos eran igualmente sagrados e inviolables". 

Por ese camino, Roscio apuntaba (filosóficamente) hacia el monarca que les negaba la libertad a los americanos. Cuando cayó la ingenua República, también llamada Patria Boba, el filósofo fue castigado severamente, confinado por los españoles a un lugar del norte de África, de donde huyó para venir a continuar sus batallas al lado de Simón Bolívar, en Angostura. Pienso que Roscio fue una excepción en la historia de las ideas. 

En cuanto a magnicidios, en 200 años la historia venezolana registra sólo uno: el del teniente coronel Carlos Delgado Chalbaud, presidente de la Junta Militar de Gobierno, el 13 de noviembre de 1950. 

Fue un crimen generado en la cúpula militar. Delgado Chalbaud sostenía la tesis de retornar al régimen constitucional, mediante nuevas elecciones. 

Pérez Jiménez sostenía la contraria: que una vez salidos de los cuarteles, los militares no debían regresar, sino quedarse en el poder por todo el tiempo posible. 

Esto fue lo que hizo Pérez Jiménez. Se quedó con el poder. 

Ilegalizó los partidos, persiguió, desterró, asesinó, abrió cárceles masivas. Entre los asesinados estuvo Leonardo Ruiz Pineda, y, condenado a muerte en una prisión, rindió su vida Alberto Carnevali. No fueron magnicidios porque no exhibían la "dignidad del más alto cargo de la República". Su dignidad era otra: la dignidad ciudadana. No la dignidad adjetiva. 

El 24 de junio de 1960, cuando el Presidente de la República Rómulo Betancourt se dirigía a Los Próceres para celebrar el Día del Ejército, en compañía del jefe de la Casa Militar, coronel Ramón Armas Pérez, y del ministro de Defensa, López Henríquez, y su esposa, tuvo lugar el más espantoso de los atentados. Aun cuando lo ejecutaron cómplices venezolanos, el frustrado magnicidio fue planeado y financiado por el dictador dominicano Rafael Leónidas Trujillo, el protagonista de La fiesta del Chivo. Un sátrapa sin paralelo. 

Veamos cómo describe el episodio Juan Bautista Fuenmayor, en Historia de la Venezue la política contemporánea: "En aquel día, el Presidente se dirigía hacia Los Próceres, entrando por Santa Mónica, y enfiló desde la avenida Los Ilustres hacia el lugar donde lo estaban esperando las autoridades militares para cele brar el Día del Ejército. Su automóvil apenas había recorrido unos 100 metros, lugar en el cual se encontraba estacionado el vehículo donde se hallaba oculta la carga de dinamita, que allí había sido colo cada por los conspiradores terroristas de extrema derecha, cuando, de inmediato, se produjo una terrible explosión que lanzó a una altura de 80 metros la parte trasera del automóvil estacionado... 

El Cadillac en que viajaba el Pre sidente se incendió rápidamente, y fue destruido por las llamas. Los vigilantes de tránsito apostados en la esquina acudieron con rapidez al lugar de los hechos y comenzaron a sacar a los heridos. Más tarde, relataron cómo Betancourt había salido del automóvil siniestrado, por sus propios medios, completamente aturdido por la explo sión, aunque también con heridas en la cabeza y en los brazos y que maduras de relativa importancia, aunque no mortales. En cambio, el coronel Armas Pérez tenía el rostro completamente desfigurado y el cuerpo totalmente quemado. El Presidente fue conducido de inmediato al hospital de la Ciudad Universitaria para aplicarle las debidas curas. 

(...) Allí también fueron llevados el ministro de la Defensa y su esposa, los cuales recibieron heridas, aunque de menor importancia". Con el rostro quemado y las manos envueltas en gasas blancas, Rómulo Betancourt se dirigió a los venezolanos con estas palabras: "El atentado de hoy es una revelación más de que los enemigos nacionales e internacionales de la democracia venezolana no se detienen en medios y procedimientos para establecer el despotismo en este país" (...) "Nunca he ignorado los riesgos que comporta una actitud tan decidida e indeclinable como la mía, de contribuir a que en nuestro país se estabilice la democracia representativa, respetuosa de los derechos humanos; se forje una economía propia, vigorosa, y que la justicia social y la cultura alcancen a todos los venezolanos" (...) "Lo que ha sucedido no me arredrará, y seguiré siendo leal al man dato que recibiera del pueblo de Venezuela en libres elecciones". 

Betancourt reaccionó con extraordinario coraje. Su temple fue reconocido por adversarios políticos y por amigos, dentro y fuera de Venezuela. Citaré otro párrafo de Fuenmayor, uno de sus adversarios más consistentes desde los años del posgomecismo: "Realmente, la actitud de Betancourt fue de un gran coraje y lucidez mental en aquel momento terrible de su existencia, al ser agredido en forma artera por los enemigos internos y externos del sistema democrático". ¡Qué bueno para un país cuando los adversarios, como en el caso de Fuenmayor y Betancourt, anteponen la nobleza humana a las discordias y diferencias políticas! ¡Qué malo para un país cuando lo que predomina es la miseria humana del odio, del desquite y del rencor! Betancourt fue atacado en varias ocasiones en el exilio, sabía que su vida corría peligro por lo que significaba, pero nadie lo oyó andar gritando: "¡Me van a matar, me van a matar, me van a matar!". 

En suma, un solo magnicidio en 200 años de historia turbulenta. Un magnicidio tramado dentro del poder y por el poder, entre tenientes coroneles. 

Nunca, jamás, los demócratas venezolanos apelaron a estos métodos. Así está escrito. 

SIMÓN ALBERTO CONSALVI 
El Nacional 30 de septiembre de 2008



Fuente: Venezuela Real


UNA ANÉCDOTA DE 1837


Según una anécdota de la época, en una pequeña obra humorística del catalán José Francisco Robreño titulada “Excelentísimo Señor”, se satirizaba  la figura del entonces vicepresidente encargado de la presidencia de la República, Carlos Soublette.

Enterado éste del asunto, mandó a llamar a Robreño y le hizo leer el libreto frente a él. Luego de escuchar todo el texto Soublette se dirigió a Robreño y le señaló:


"Efectivamente, veo que usted se burla un poco de mí, pero no está mal; yo esperaba algo peor. Venezuela no se ha perdido, ni se perderá nunca, porque un ciudadano se burle del presidente. Venezuela se perderá cuando el presidente se burle de los ciudadanos..."







viernes, 13 de junio de 2014

EL QUE NO SABE...


El que no sabe lo que busca,
no entiende lo que encuentra
Claude Bernard

PARA ALGUNOS LA VIDA ES...


Para algunos la vida es 
una cuadricula en blanco y negro,
yo prefiero verla como Soto o Cruz Diez,
colorida y en movimiento.


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PLENOS PODERES - Pablo Neruda





PLENOS PODERES

A puro sol escribo, a plena calle,
a pleno mar, en donde puedo canto,
sólo la noche errante me detiene
pero en su interrupción recojo espacio,
recojo sombra para mucho tiempo.

El trigo negro de la noche crece
mientras mis ojos miden la pradera
y así de sol a sol hago la llaves:
busco en la oscuridad las cerraduras
y voy abriendo al mar las puertas rotas
hasta llenar armarios con espuma.

Y no me canso de ir y de volver,
no me para la muerte con su piedra,
no me canso de ser y de no ser.

A veces me pregunto si de dónde,
si de padre o de madre o cordillera
heredé los deberes minerales,

los hilos de un océano encendido
y sé que sigo y sigo porque sigo
y canto porque canto y porque canto.

No tiene explicación lo que acontece
cuando cierro los ojos y circulo
como entre dos canales submarinos,
uno a morir me lleva en su ramaje
y el otro canta para que yo cante.

Así pues de no ser estoy compuesto
y como el mar asalta el arrecife
con cápsulas saladas de blancura
y retrata la piedra con la ola,
así lo que en la muerte me rodea
abre en mí la ventana de la vida
y en pleno paroxismo estoy durmiendo.
A plena luz camino por la sombra.








jueves, 12 de junio de 2014

PARA SUPERAR UN PROBLEMA


GENTE CREATIVA


          1. Difícilmente se aburre
        2. Toma Riesgos
        3. Colorea fuera de las lineas
        4. Piensa con la cabeza
        5. Comete muchos errores
        6. Odia las reglas
        7. Trabaja independientemente
        8. Cambia de opinión frecuentemente
        9. Tiene la reputación de ser excéntrico
      10.- Piensa en grande

THE WORLD IS A BALLOON


It's time for football, 
it's time to escape

miércoles, 11 de junio de 2014

SOBREVIVIENDO...


CABEZA DE ÑAME



CABEZA DE ÑAME

Cabeza de ñame
me deben llamar
porque mi conciencia
no puedo cambiar.

Cabeza de ñame
eso es lo que soy
por estar de rebelde
sin servir al Dios.

Cabeza de ñame
por no escuchar
y estar codiciando
lo material.

Cabeza de ñame,
cabeza de ñame
es lo que soy.

Cabeza de ñame
por no entender
que si no cambio
me voy a joder.

Cabeza de ñame
y terco a la vez
por ser un tarado
me cuesta aprender.

Cabeza de ñame
por no aceptar 
que no hay que rendirse 
a su voluntad

Cabeza de ñame,
cabeza de ñame.

Cabeza de ñame
es lo que soy

Un Cabeza de Ñame



GRANDES VERDADES XXVIII


martes, 10 de junio de 2014

CANTO DE LOS HIJOS EN MARCHA


Canto de los hijos en marcha

Madre, si me matan,
que no venga el hombre de las sillas negras;
que no vengan todos a pasar la noche
rumiando pesares, mientras tú me lloras;
que no esté la sala con los cuatro cirios
y yo en una urna, mirando hacia arriba;
que no estén las mesas llenas de remedios,
que no esté el pañuelo cubriéndome el rostro,
que no venga el mozo con la tarjetera,
ni cuelguen las flores de los candelabros
ni estén mis hermanas llorando en la sala,
ni estés tú sentada, con tu ropa nueva.
Madre, si me matan,
que no venga el hombre de las sillas negras.

Lléname la casa de hombres y mujeres
que cuenten el último amor de su vida;
que ardan en la sala flores impetuosas,
que en dos grandes copas quemen melaleuca,
que toquen violines el sueño de Schuman;
los frascos rebosen de vino y perfumes;
que me miren todos, que se digan todos
que tengo una cara de soldado muerto.

Lléname la casa
de flores regaladas, como en una selva.
Déjame en tu cuarto, cerca de tu cama;
con mis cuatro hermanas, hagamos consejo;
tenme de la mano, tenme de los labios,
como aquella noche de mi padre muerto,
y al cabo, dormidos iremos quedando,
uno con su muerte y otro con su sueño.

Madre, si me matan,
que no venga el coche para los entierros,
con sus dos caballos gordos y pesados,
como de levita, como del Gobierno.

Que si traen caballos, traigan dos potrillos
finos de cabeza, delgados de remos,
que vayan saltando con claros relinchos,
como si apostaran cuál llega primero.
Que parezca, madre,
que voy a salirme de la caja negra
y a saltar al lomo del mejor caballo
y a volver al fuego.
Madre, si me matan,
que no venga el coche para los entierros.

Madres, si me matan,
y muero en los bosques o en mitad del llano,
pide a los soldados que te den tu muerto;
que los labradores y las labradoras
y tú y mis hermanas, derramando flores,
hasta un pueblo manso se lleven mi cuerpo;
que con unos juncos hagan angarillas,
que pongan mastranto y hojas y cayenas
y que así me lleven hasta un cementerio
con cerca de alambres y enredaderas.
Y cuando pasen los años
tráeme a mi pedazo, junto al padre muerto
y allí, que me pongan donde a ti te pongan,
en tu misma fosa y a tu lado izquierdo.
Madre, si me matan,
pide a los soldados que te den tu muerto.

Madre, si me matan, no me entierres todo,
de la herida abierta sácame una gota,
de la honda melena sácame una trenza;
cuando tengas frío, quémate en mi brasa;
cuando no respires, suelta mi tormenta.
Madre, si me matan, no me entierres todo.

Madre, si me matan,
ábreme la herida, ciérrame los ojos
y tráeme un pobre hombre de algún pobre pueblo
y esa pobre mano por la que me matan,
pónmela en la herida por la que me muero.

Llora en un pañuelo que no tenga encajes;
ponme tu pañuelo
bajo la cabeza, triste todavía
por las despedida del último sueño,
bajo la cabeza como casa sola,
densa de un perfume de inquilino muerto.

Si vienen mujeres, diles, sin sollozos:
-¡Si hablara, qué lindas cosas te diría!
Ábreme la herida, ciérrame los ojos...

Y una palabra: JUSTICIA
escriban sobre la tumba
Y un domingo, con sol afuera,
vengan la Madre y las Hermanas
y sonrían a la hermosa tumba
con nardos, violetas y helechos de agua
y hombres y mujeres del pueblo cercano
que digan mi nombre como de su casa
y alcen a los cielos cantos de victoria,
Madre, si me matan.

Andrés Eloy Blanco