Soy
arquitecto
porque
cuando surgí en la superficie de la Vida,
quise asumir
la maternidad de las ventanas.
Capturar ese
aire sin rostro, libre, informe, ilimitado.
Convertirlo
en un destino, descifrarlo.
Hacerlo
mortal en el espacio,
y a su vez
darle un pedestal en la memoria.
Capturar ese
aire sin rostro.
Enmendarle
las aristas.
Proponerle
puertas, metrajes, laberintos
y prepararle
un cóctel de cementos y argamasas.
Soy
arquitecto para licuarme en las cuevas y hacerlas palacios.
Soy
arquitecto.
Soy
arquitectura.
Sólo para
capturar ese aire sin rostro.
Cristina
Bergoglio
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