Soy libre cuando creo en un Dios que todo lo ha creado con libertad.
Soy libre cuando mi libertad vale más que el dinero.
Soy libre cuando logro ser persona.
Soy libre cuando logro descubrir la parte de bondad que existe en todo ser creado.
Soy libre cuando no existe un precio a mi libertad.
Soy libre si mi única ley es el amor.
Soy libre cuando sé darme a otros sin exigir el poseerlos.
Soy libre cuando desde la cárcel sigo gritando el derecho a mi libertad.
Soy libre cada vez que defiendo con convicción y con riesgo la libertad de los otros.
Soy libre si soy capaz de dar la vida por un hombre antes que una idea.
Soy libre cuando no existen ídolos en mi vida y cuando percibo en todo y en todos la presencia de un ser único, personal, libre e inmortal.
Soy libre cuando, ante cada elección, escojo no lo que más me agrada sino lo que más me hace persona.
Soy libre cuando no creo en el destino sino en el designio que el Creador me ha encomendado en la historia.
Soy libre cuando logro que florezca la libertad a mi alrededor.
Soy libre cuando amo el bien de mi prójimo más que mi misma libertad.
Soy libre cuando logro convencer a los demás de mi verdad sin vencerlos ni humillarlos.
Soy libre cuando estoy persuadido de que no soy vaso lleno sino que sigo necesitando siempre de los demás.
Soy libre cuando no he perdido la esperanza de poder enriquecer a los otros.
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