jueves, 30 de octubre de 2025

LOS PILARES DE LA FELICIDAD


Los Pilares de la Felicidad 


La felicidad no es un estado permanente ni un ideal inalcanzable, sino una práctica diaria basada en tres “pilares” esenciales, el disfrute, la satisfacción y el sentido.

Estos tres elementos forman el esqueleto de la felicidad humana, el aprender a cultivarlos conscientemente puede transformar la manera en que vivimos. Son las cosas en las que debemos fijarnos y mejorar. No se trata de ser feliz todo el tiempo, sino de entender qué alimenta nuestro bienestar y cómo equilibrar esos tres pilares en la vida cotidiana.


El disfrute, está vinculado con los placeres sencillos y con la  capacidad de aprender de lo que ya tenemos. No es el hedonismo sin límites, sino la apreciación consciente de lo que nos rodea como una conversación agradable, un paseo, un buen café o la risa con alguien querido. El disfrute no depende de la suerte, depende de prestar atención.


La satisfacción, por su parte, tiene que ver con la sensación de logro, con el impulso de avanzar y con la alegría que proviene de esforzarse y conseguir algo valioso. Sin embargo, hay que advertir que perseguir la satisfacción por sí sola puede ser engañoso ya que el placer de alcanzar una meta tiende a desvanecerse rápidamente si no se combina con propósito. La satisfacción se alcanza en los pequeños logros de cada día.


El tercer componente, el sentido, es quizás el más profundo. Se refiere a la conexión con algo que trasciende al propio yo como una relación, una vocación, una fe, una causa y que da coherencia a nuestras acciones. El sentido actúa como un hilo conductor que une los momentos de disfrute y satisfacción, dándoles dirección y valor.


Tengamos presente que nadie es excelente en estos tres aspectos de la vida, y eso es algo bueno. La felicidad perfecta, no solo es imposible, sino indeseable. Si no tuviéramos emociones y experiencias negativas, estaríamos muertos. La presencia de dificultades y emociones dolorosas es lo que da contraste a los momentos felices y nos permite valorarlos.


La felicidad perfecta no existe, pero la felicidad real sí, cuando uno busca de forma intencionada estas tres partes de la vida cada día. La clave está en la intención, en reconocer qué área necesita más atención y actuar en consecuencia.


@gantillano




TIENES EL PODER…




Tienes el poder cuando…


  1. No reaccionas, estudias: Observas en lugar de reaccionar, lo que incomoda a las personas porque no pueden predecir tu próximo movimiento.
  2. Puedes herir, pero eliges no hacerlo: Retienes el poder que sabes que tienes, lo que te hace más peligroso que quienes lo usan imprudentemente.
  3. Te has enfrentado a la oscuridad y no te has quebrado: Has sobrevivido a lo que aplastaría a otros, y esa fuerza silenciosa es lo que la gente más teme.
  4. Te sientes cómodo siendo desagradable: No buscas la aprobación, y eso te hace inmune a la manipulación.
  5. Hablas menos, significas más: Cada palabra tiene peso, así que cuando hablas, la gente escucha y lo siente.
  6. Interrumpes a la gente sin previo aviso: Cuando alguien cruza la línea, desapareces. Sin drama. Solo silencio. Esa imprevisibilidad es poder. 
  7. No presumes, cumples: Dejas que los resultados hablen, y esa confianza silenciosa hace ruido por sí sola.
  8. Lees a las personas al instante: Te das cuenta de lo que otros fallan: tono, postura, intención, y te ajustas antes de que se den cuenta.
  9. Eres implacable con los límites: Proteges tu paz como un arma, y cualquiera que la ponga a prueba es cortado rápidamente.
  10. Confías lentamente, observas siempre: No te engañan dos veces porque siempre estás observando bajo la superficie.
  11. Permaneces imperturbable durante el caos: Mientras otros entran en pánico, tú te mantienes concentrado; esa calma bajo presión es intimidante.
  12. No te das explicaciones: Tomas decisiones sin necesidad de validación, y esa certeza inquieta a las mentes débiles.
  13. Mantienes tu círculo cerrado: Permites entrar a muy pocos, y esa selectividad demuestra lo difícil que es ganarse tu confianza.
  14. Puedes permanecer en silencio durante meses: Desaparecer sin decir una palabra no es un castigo, es una estrategia. Regresas más fuerte.
  15. No toleras la falta de respeto, nunca: En el momento en que alguien cruza una línea, lo cierras con firmeza, rapidez y de manera definitiva.
  16. Estás listo para perder a las personas que no se alinean contigo: Prefieres estar solo que rodeado de impostores. Esa valentía es poco común.


@gantillano






martes, 28 de octubre de 2025

BUENOS CONSEJOS

 


QUIEN TE ENFADA TE DOMINA




“Quien te enfada, te domina”

-Buda



Cada vez que reaccionas con rabia, alguien más está al volante. No importa cuán inteligente seas, cuán fuerte, cuán despierto: si te arrastran con un insulto, si te sacan de tu centro con una mirada, entonces no eres libre. Eres marioneta. El que te enfada no necesita golpearte. Le basta con tocar el botón que tu no has aprendido a desactivar. Y tú, creyendo que respondes con fuerza, solo demuestras que no te perteneces. El enojo es el grito del ego que no soporta ser tocado. Y mientras sigas reaccion-ando, seguirás siendo propiedad de quien te pr-ovoca. El verdadero poder está en saber que nadie puede tocar lo que tú no entregas.


¿Qué hacer para evitar ser dominado por el enojo? 


1.- Gestiona tus emociones: Aprende a controlar tus emociones en lugar de dejarlas que te controlen a ti. 
2.- Alejarse y tomar distancia: Cuando sientas que el enojo te domina, aléjate de la situación para poder ganar perspectiva. 
3.- Respira y reflexiona: Tómate un momento para respirar profundamente y reflexionar antes de hablar o actuar. 
4.- No te rebajes al nivel del otro: Si alguien te insulta o difama, no le des el gusto de verte afectado. No permitas que personas tóxicas te quiten tu energía. 


@gantillano





viernes, 24 de octubre de 2025

LA FRUSTRACIÓN ES TU PEOR ENEMIGO

 



Cuando la frustración se convierte en un problema 


La frustración se convierte en un problema cuando no se gestiona adecuadamente, afectando negativamente la salud mental y física, las relaciones interpersonales y la capacidad para alcanzar objetivos. Las consecuencias incluyen estrés, ansiedad, baja autoestima, problemas para dormir, e incluso la posibilidad de desarrollar síntomas como la procrastinación, el abuso de sustancias o la depresión. La clave está en desarrollar habilidades de afrontamiento saludables para superar los obstáculos y mantener un bienestar emocional. 


Impacto en la salud mental y física


  • Estrés y ansiedad: La frustración persistente alimenta el estrés y puede desencadenar síntomas de ansiedad. 
  • Baja autoestima: Puede llevar a una percepción negativa de uno mismo y a dudar de las propias capacidades. 
  • Problemas físicos: La frustración puede manifestarse a través de dolores de cabeza, problemas digestivos, tensión muscular y alteraciones del sueño.
  • Depresión y aislamiento: Si no se maneja, puede conducir a la pérdida de interés, sentimientos de desesperanza y aislamiento social. 

Impacto en las relaciones y la vida diaria


  • Conflictos interpersonales: La irritabilidad puede dañar las relaciones con otras personas. 
  • Pérdida de motivación y procrastinación:Sentir que no se puede avanzar puede generar desmotivación y el deseo de evitar problemas, como la procrastinación. 
  • Dificultades en el afrontamiento: Una baja tolerancia a la frustración puede paralizar a las personas y hacer que abandonen sus objetivos ante la menor dificultad. 

Cómo se relaciona con las expectativas


  • Desajuste entre expectativas y realidad: La frustración surge cuando la realidad no coincide con las ideas o expectativas que tenemos. 
  • Rigidez en las expectativas: Las expectativas rígidas, especialmente en temas sensibles, intensifican el malestar cuando no se cumplen. 

Cómo superar la frustración


  • Desarrollar habilidades de afrontamiento:Aprender a gestionar el estrés, manejar las expectativas y ser más flexible es fundamental. 
  • Buscar apoyo profesional: Un terapeuta puede ofrecer herramientas y técnicas específicas para abordar y superar la frustración. 
  • Aterrizar las expectativas: Es importante ajustar las expectativas a la realidad y manifestar claramente las expectativas a otras personas. 


Estrategias para superar la frustración 


Para manejar la frustración de manera efectiva, es clave entender que es una emoción normal y luego aplicar estrategias para gestionarla en el momento y a largo plazo. 


Estrategias inmediatas para manejar la frustración


Si sientes que la frustración te desborda, estas técnicas te ayudarán a calmarte rápidamente:


  • Haz una pausa. Cuando te sientas abrumado, aléjate de la situación por unos minutos. Contar hasta diez o dar un pequeño paseo puede darte la perspectiva que necesitas.
  • Respira profundamente. La respiración profunda activa el sistema nervioso parasimpático, lo que relaja el cuerpo. Inhala lentamente por la nariz y exhala por la boca. Puedes repetir una frase tranquilizadora mientras lo haces, como "tómatelo con calma".
  • Utiliza la visualización. Cierra los ojos e imagina una escena o lugar que te transmita paz.
  • Descarga la energía reprimida. El ejercicio físico es una excelente manera de liberar la tensión acumulada. Puedes salir a caminar, bailar, correr o hacer yoga. 


Estrategias a largo plazo para manejar la frustración


Estas tácticas te ayudarán a construir una mayor tolerancia a la frustración con el tiempo:


  • Analiza la situación. Acepta que la frustración es una señal de que la realidad no coincide con tus expectativas. Identifica la causa de tu frustración y evalúa si está en tu control o no.
  • Cuestiona tus pensamientos. A menudo, la frustración se intensifica por una forma de pensar exagerada. En lugar de pensar "todo está arruinado", sustitúyelo por una afirmación más racional como: "Es frustrante, pero no es el fin del mundo".
  • Ajusta tus expectativas. Asegúrate de que tus metas sean realistas. Ten en cuenta los posibles obstáculos y acepta que el fracaso y los errores son parte del proceso.
  • Mejora tus habilidades para resolver problemas. Si la frustración surge por un obstáculo que sí puedes controlar, dedícale tiempo a encontrar una solución. Puedes escribir las opciones o pedir la opinión de otra persona.
  • Prioriza el bienestar general. Dormir lo suficiente, ejercitarte con regularidad y comer bien son fundamentales para manejar el estrés. Si estás descansado, será más fácil abordar situaciones frustrantes.
  • Busca apoyo. Hablar de lo que te frustra con un amigo, familiar o terapeuta puede aliviar la carga. Expresar tus sentimientos abiertamente puede ayudarte a procesarlos mejor. 


¿Cuándo buscar ayuda profesional?


Si sientes que tu frustración está fuera de control, te lleva a actuar de forma que luego lamentas o interfiere con tu vida, considera buscar la ayuda de un profesional. Un psicólogo o terapeuta puede enseñarte herramientas y técnicas para manejar la frustración y la ira de forma más efectiva. 


@gantillano