"Vía
Crucis" latín de "Camino de la Cruz”. También conocido
como
"Estaciones de la Cruz" y "Vía Dolorosa". Se trata de un
camino de oración que busca adentrarnos en la meditación de la Pasión de
Nuestro Señor Jesucristo en su camino al Calvario. El camino se representa con
una serie de imágenes de la Pasión o "Estaciones" correspondientes a
incidentes particulares que Jesús sufrió por nuestra salvación.
Las imágenes pueden ser pinturas o esculturas. Algunas
representaciones son grandes obras de
arte inspiradas por Dios para suscitar mayor comprensión del amor de Jesucristo
y movernos a la conversión.
Las estaciones generalmente se colocan en intervalos en las
paredes de la iglesia o en lugares reservados para la oración. La finalidad de las
Estaciones es ayudarnos a unirnos a Nuestro Señor meditando sobre los momentos
mas señalados de su Pasión y muerte redentora.
HISTORIA
La costumbre de rezar las Estaciones de la Cruz posiblemente
comenzó en Jerusalén. Ciertos lugares de La Vía Dolorosa (aunque no se llamó
así antes del siglo XVI) fueron reverentemente marcados desde los primeros
siglos. Hacer allí las Estaciones de la Cruz se convirtió en la meta de muchos
peregrinos desde la época del emperador Constantino (Siglo cuarto).
Según la tradición, la Santísima Virgen visitaba diariamente
las Estaciones originales y San Jerónimo,
Padre de la Iglesia, escribió sobre la multitud de peregrinos de todos
los países que visitaban los lugares santos en su tiempo. Sin embargo, no
existe prueba de una forma fija para esta devoción en los primeros siglos.
Desde el siglo doce los peregrinos escriben sobre la "Vía Sacra", como una ruta por
la que pasaban recordando la Pasión. No sabemos cuando surgieron las Estaciones
según las conocemos hoy, ni cuando se les comenzó a conceder indulgencias pero
probablemente fueron los Franciscanos los primeros en establecer el Vía Crucis
ya que a ellos se les concedió en 1342 la custodia de los lugares mas preciados
de Tierra Santa. Tampoco está claro en que dirección se recorrían ya que, según
parece, hasta el siglo XV muchos lo hacían comenzando en el Monte Calvario y
retrocediendo hasta la casa de Pilato.
Muchos peregrinos no podían ir a Tierra Santa ya sea por la
distancia y difíciles comunicaciones, ya sea por las invasiones de los
musulmanes que por siglos dominaron esas tierras y perseguían a los cristianos.
Así creció la necesidad de representar la Tierra Santa en otros lugares más
asequibles e ir a ellos en peregrinación. En varios lugares de Europa se
construyeron representaciones de los más importantes santuarios de Jerusalén.
En los siglos XV y XVI se erigieron Estaciones en diferentes
partes de Europa. El Beato Alvarez (m.1420), que en su regreso de Tierra Santa,
construyó una serie de pequeñas capillas en el convento dominico de Córdoba en
las que se pintaron las principales escenas de la Pasión en forma de
estaciones. Por la misma época, la Beata
Eustochia, clarisa, construyó Estaciones similares en su convento en Messina.
Hay otros ejemplos. Sin embargo, la
primera vez que se conoce el uso de la palabra "Estaciones" siendo
utilizada en el sentido actual del Vía Crucis se encuentra en la narración del
peregrino inglés Guillermo Wey sobre sus visitas a la Tierra Santa en 1458 y en
1462. Wey ya menciona catorce
estaciones, pero solo cinco de ellas corresponden a que se usan hoy día,
mientras que siete solo remotamente se refieren a la Pasión.
Por la dificultad creciente de visitar la Tierra Santa bajo
dominio musulmán, las Estaciones de la Cruz y diferentes manuales para rezar en
ellas se difundieron por Europa. Las Estaciones tal como las conocemos hoy
fueron aparentemente influenciadas por el libro "Jerusalén sicut Christi
tempore floruit" escrito por un tal Adrichomius en 1584. En este libro el
Vía Crucis tiene doce estaciones y estas corresponden exactamente a nuestras
primeras doce. Parece entonces que Vía
Crucis, como lo conocemos hoy surge de las representaciones procedentes de
Europa.
Pocas de las Estaciones en los tiempos medievales mencionan
la segunda (Jesús carga con la cruz) ni la décima (Jesús es despojado de sus
vestiduras). Por otro lado algunas que hoy no aparecen eran antes más comunes.
Entre estas, el balcón desde donde Pilato pronunció Ecce Homo (he aquí al
hombre).
En el año 1837, la Sagrada Congregación para las
Indulgencias precisó que aunque no había obligación, es más apropiado que las
estaciones comiencen en el lado en que se proclama el Evangelio. Pero esto puede variar según la estructura de
la iglesia y la posición de las imágenes en las Estaciones. La procesión debe
seguir a Cristo más bien que encontrarse de frente con El.
Comprendiendo la dificultad de peregrinar a la Tierra Santa,
el papa Inocente XI en 1686 concedió a los franciscanos el derecho de erigir
Estaciones en sus iglesias y declaró que todas las indulgencias anteriormente
obtenidas por devotamente visitar los lugares de la Pasión del Señor en Tierra
Santa las podían en adelante ganar los franciscanos y otros afiliados a la
orden haciendo las Estaciones de la Cruz en sus propias iglesias según la forma
acostumbrada.
Inocente XII confirmó este privilegio en 1694 y Benedicto XIII en
1726 lo extendió a todos los fieles. En 1731 Clemente XII lo extendió aun mas
permitiendo las indulgencias en todas las iglesias siempre que las Estaciones
fueran erigidas por un padre franciscano con la sanción del ordinario (obispo
local). Al mismo tiempo definitivamente fijó en catorce el número de
Estaciones. Benedicto XIV en 1742 exhortó a todos los sacerdotes a enriquecer
sus iglesias con el rico tesoro de las Estaciones de la Cruz. En 1773 Clemente
XIV concedió la misma indulgencia, bajo ciertas circunstancias, a los
crucifijos bendecidos para el rezo de las Estaciones, para el uso de los
enfermos, los que están en el mar, en prisión u otros impedidos de hacer las
Estaciones en la iglesia. La condición es que sostengan el crucifijo en sus
manos mientras rezan Padre Nuestro, el Ave María y el Gloria un número
determinado de veces. Estos crucifijos especiales no pueden venderse, prestarse
ni regalarse sin perder las indulgencias ya que son propias para personas en
situaciones especiales. En 1857 los obispos de Inglaterra recibieron facultades
de la Santa Cede para erigir ellos mismos las Estaciones con indulgencias
cuando no hubiese franciscanos. En 1862 se quitó esta última restricción y los
obispos obtuvieron permiso para erigir las Estaciones ya sea personalmente o
por delegación siempre que fuese dentro de su diócesis.
ESTACIONES DE LA CRUZ
1. Jesús es condenado
a muerte.
2. Jesús carga con la
cruz.
3. Jesús cae por
primera vez.
4. Jesús encuentra a
su Santísima Madre.
5. Simón el Cirineo
le ayuda a llevar la cruz.
6. La Verónica limpia
el rostro de Jesús.
7. Jesús cae por
segunda vez.
8. Las mujeres de
Jerusalén lloran por Jesús.
9. Jesús cae por
tercera vez
10.Jesús es despojado de sus vestiduras.
11.Jesús es clavado en la cruz.
12.Jesús muere en la cruz.
13.El cuerpo de Jesús es bajado de la cruz.
14.El cuerpo de Jesús es colocado en el sepulcro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario