José Antonio Marina
(Ficha resumen)
La finalidad del libro es intentar reducir la vulnerabilidad humana. Según afirma Marina la inteligencia es nuestra salvación, y la estupidez nuestra gran amenaza.
¿Cuándo fracasa la inteligencia?
El fracaso de la inteligencia se da cuando se es incapaz de ajustarse a la realidad. El gran objetivo de la inteligencia es la felicidad, por eso todos sus fracasos tienen que ver con la desdicha.
Marina hace una distinción entre la inteligencia fracasada y la inteligencia dañada. En ambos casos se llega a penosos resultados, por lo que es difícil distinguirlas. Marina es optimista y piensa que la inteligencia puede llegar a triunfar.
CAPÍTULO 1: LA INTELIGENCIA MALOGRADA
Una persona muy inteligente puede malograr su vida por un comportamiento estúpido. El éxito de la inteligencia está en saber dirigir bien nuestra conducta; tenemos que ser capaces de saber salir bien parados de las situaciones a las que nos enfrentamos.
La inteligencia fracasa cuando nos dejamos ir a la deriva. División en estratos de la inteligencia.
−1º Piso ! capacidad intelectual
−2º Piso ! uso que hacemos de la capacidad intelectual
Esto nos lleva a distinguir entre ser inteligente y comportarse inteligentemente.
Marina afirma que es fácil mentir. Lo complicado es mantener la mentira. Distingue entre:
−Inteligencia estructural: capacidad básica. Se mide con los test de inteligencia.
−Uso de la inteligencia: es la inteligencia en acción. No se mide mediante test.
_Inteligencia ejecutiva: su misión es iniciar, dirigir y controlar la inteligencia computacional.
¿Hay una inteligencia triunfante y una inteligencia fracasada?
Marina cree que sí. Para él es un claro fracaso de la inteligencia todo aquello que nos impide conseguir la felicidad. Descubre 3 posibles causas de la estupidez:
−intromisión de modelos mentales inadecuados
−ineficacia de la inteligencia ejecutiva
−equivocada jerarquía de los marcos referenciales (escala de valores)
CAPÍTULO 2: LOS FRACASOS COGNITIVOS
Error: grave fracaso de la inteligencia. Dice que reconocer la equivocación y aprovecharla es un alarde que ronda la genialidad. También es un fracaso de la inteligencia negar una evidencia.
Prejuicio, superstición, dogmatismo y fanatismo son claros fracasos de la inteligencia. Se deben a una selección de los datos que entiendo que se da diariamente, por ejemplo en el gesto de escoger el periódico, no el que sea más objetivo sino el que nos va a dar la razón. Para atender a otros argumentos se requiere valentía.
(Ejemplos: sabe a queso pero es jamón, ¿cómo me va a engañar una persona que habla con Dios?)
Prejuicio: es muy peligroso y lo define como estar absolutamente seguro de una cosa que no se sabe.
Superstición: la supervivencia de una creencia muerta, desbaratada, injustificable, pero que tratamos al menos de justificar.
Dogmatismo: mantenimiento de una creencia previa.
Fanatismo: síntesis de todo lo anterior (prejuicio + superstición + dogmatismo). El principio básico del fanatismo es una proposición difícilmente discutible. Es la superstición llevada a la práctica, somete a cautiverio a la gente.
Quistes mentales: manías. Lo realmente importante es que estas no se extiendan.
Creencias tóxicas: son aquellas conclusiones de gran firmeza que no cuentan con evidencias que las apoyen. Valoran una experiencia centrándose en un detalle específico o generalizando excesivamente. Marina dice que estas creencias deben ser erradicadas.
Credulidad: es otro fracaso de la inteligencia. Es la facilidad excesiva para creer las cosas. Las personas tenemos capacidad para cambiar las creencias. Distingue entre uso racional e irracional de la inteligencia: el uso racional consiste en buscar evidencias compartidas, ya que eso es imprescindible para convivir.
CAPÍTULO 3: LOS FRACASOS AFECTIVOS
Habla de las emociones, que las equipara a la pasión ciega, y señala que no son la principal causa de los fracasos de la inteligencia.
La causa de los fracasos afectivos es la dificultad en reconocer lo que sentimos.
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Sentimientos: mensajes cifrados.
Furia: locura breve.
Amor: locura breve.
Hipocondría: fondo de la irracionalidad enquistado en una personalidad normal.
Ataque de nervios: cortocircuitos.
Distingue entre sentimientos inteligentes y sentimientos estúpidos. Las emociones se vuelven irracionales cuando se adueñan de toda la mente humana. Las diferentes experiencias afectivas se organizan en:
Impulsos: deseos, necesidades, tendencias.
Sentimientos: alegría, calma, miedo, furia, tristeza, decepción, frustración, desesperación...
Apegos: relaciones psicológicas que enlazan profundamente al sujeto con otra persona. No tienen que ver con el amor ni con la felicidad.
Confusión de los afectos: es otro gran fracaso de la inteligencia. Recordar el caso del invitado indeseable, que tenemos muchísimas ganas de que se vaya, pero cuando lo hace lo echamos de menos.
Más fracasos de la inteligencia:
Envidia: estilo afectivo intrigante, manifestación de carencia.
Celos: muy relacionados con la envidia. Una persona es celosa por amor propio.
Resentimiento: negarse a olvidar un daño.
Marina pretende ayudarnos a conseguir una personalidad inteligente para que podamos ser felices. Un problema de la gente joven es creer que es necesario gustar a todo el mundo, cuando eso es imposible e innecesario. Hace una distinción:
Personalidad recibida: está genéticamente condicionada. Nos hace propensos a la felicidad o a la desdicha.
Personalidad Recibida = Inteligencia Básica + Temperamento + Sexo
Personalidad aprendida: carácter
Personalidad elegida: modo como una persona concreta en una situación concreta se enfrenta o acepta su carácter.
Personalidad elegida = Carácter + Planes de Vida + Comportamiento
CAPÍTULO 4: LOS LENGUAJES FRACASADOS
Vivimos con y entre palabras, por eso necesitamos purificar el intercambio de palabras. En este capítulo Marina nos hace reflexionar sobre:
Impedir que el lenguaje se convierta en un arma letal de destrucción doméstica. El 80% de las mujeres españolas se quejan de que sus maridos no hablan lo suficiente, y es que hombres y mujeres hablan y escuchan de diferentes formas. Esto es ejemplo del lenguaje fracasado que da lugar a muchos malentendidos y que envenena la vida de muchas personas (diferente configuración del cerebro masculino y femenino).
Muchas personas tienen dificultades para reconocer y expresar sus sentimientos: si no nos detenemos a analizar nuestros sentimientos, no podremos analizar nuestra vida consciente. Pero no hay que pecar ni por exceso ni por defecto en lo que se refiere a nuestro análisis introspectivo. Hay que evitar el estar analizándose continuamente.
Marina hace un inventario de nuestros fracasos en las relaciones íntimas:
−Nuestra habla interior fracasa cuando no es capaz de dirigir la conducta.
−Somos comentaristas de nosotros mismos, y estos comentarios a veces nos destruyen y a veces nos animan. Muchas veces son un incordio vital.
−Las incomunicaciones más dolorosas se dan sobre todo en las situaciones amorosas, debido a 3 factores:
Silencio: das cosas por obvias, no te apetece hablar.
Sumisión: aceptar cosas por no armar jaleo.
Malentendidos: no siempre interpretamos lo que oímos porque influyen factores como el contexto, la intención y el retintín.
John Gottman es un experto que estudia los fracasos matrimoniales y distingue 4 etapas en el deterioro de la comunicación conyugal: − críticas − desprecio− actitud defensiva− actitud evasiva
A veces las conversaciones se nos van de las manos y adquieren unas consecuencias que no deseábamos.
Otro fracaso en el lenguaje es producido por las distintas expectativas respecto a la conversación, lo que suele producir desajustes graves en la pareja. Para evitarlo hay que ser experto en el empleo de la palabra. Una vez más la inteligencia fracasa cuando:
· Adquiere sentimientos tóxicos (inteligencia computacional)
· La inteligencia ejecutiva adopta malos criterios (comprender a otra persona)
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