Nuestro país
se ha convertido, todo él, en una cárcel en la cual toda incomodidad tiene su
asiento. Esta madre e’ desastre en el que se ha convertido nuestro destino
ostenta la inflación más alta del mundo. Y aun así hay quien tiene el descaro
de hablar del éxito de nuestra economía.
Este domingo
se "celebra" el Día de las Madres. Y como la madre es lo más grande
que hay, se usa también en nuestra tierra la palabra como superlativo que
acompaña a algunos sustantivos.
Así los
venezolanos solemos decir: madre e’ lío, madre e’ tranca, o madre `e desastre,
como en este caso, para referirnos a la situación que vive Venezuela. Nuestro
país se ha convertido, todo él, en una cárcel en la cual (como la que Cervantes
refiere en su famoso prólogo) toda incomodidad tiene su asiento.
En
Venezuela, además de las escasez que según las encuestas se ha convertido en
el primer problema ciudadano, desplazando incluso a la inseguridad, en la que
ocupamos el segundo lugar del ranking mundial tenemos también la inflación más
alta del planeta tierra (que cuenta con 198 países), las líneas aéreas ya no
nos quieren en sus rutas, cosa que dificulta la estampida que esta calamidad
genera.
Esta madre
e’ desastre en el que se ha convertido nuestro destino ostenta la inflación más
alta del mundo. Y aun así hay quien tiene el descaro de hablar del éxito de
nuestra economía.
Nosotros,
que somos una delgada capa de tierra flotando sobre un mar de petróleo, estamos
teniendo dificultades con el combustible y hasta gente del gobierno que
justifica un golpe contra Carlos Andrés Pérez por su neoliberal aumento del
precio de la gasolina, señalan la conveniencia, ahora sí, de un ajuste del
combustible (es lo que llamaba CAP introspección retrospectiva).
A este
desbarajuste se suma ahora el hecho de que no hay ni siguiera agua. Suponemos
que por culpa de Leopoldo López, que desde Ramo Verde está librando una guerra
hidrológica.
Este domingo
es el Día de las Madres y no se nos escapa que muchas madres de Venezuela no
tienen nada que celebrar. Sus hijos están encerrados por su manera de pensar,
por creer que un país diferente, de justicia, paz y progreso, es posible.
Muchas
madres este domingo estarán en centros de reclusión y cárceles, algunas en los
cementerios visitando hijos que se fueron a destiempo, sin haber visto el país
que merecían, que merecemos. A esa madre venezolana le decimos, con el Ave
María: bendito sea el fruto de tu vientre que hoy en las calles enaltece tu
maternidad. Madre buena tienes que haber sido para que esos hijos te quedaran
tan hermosos y justos, tan soñadores y libres.
LAUREANO
MÁRQUEZ
Humor en
Serio | 09/05/2014
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