1.- El trabajo con
objetivos: Toda actividad humana tiene como razón el logro de algún
objetivo, los trabajadores quieren ver un propósito en lo que hacen. El trabajo
sin sentido no genera compromisos individuales ni institucionales.
2.- Desarrollar la
responsabilidad. Todos en el equipo son importantes en igualdad de
condiciones, cada quien desarrolla su trabajo y nadie es más importante que
otro, por lo cual todos son responsables de los éxitos y de los fracasos. Cada
trabajador debe sentirse orgulloso de los logros del equipo y asumir sus
responsabilidades en los fracasos.
3.- Los trabajadores
necesitan saber que se les tiene en cuenta. Es necesario Involucrarlos en
las actividades, enriquecer su trabajo. Todo aporte individual es importante
para el logro del objetivo colectivo.
4.-Dar
reconocimiento, estímulo y aprobación. Reconocer y recompensar los éxitos
individuales y colectivos es una acción fundamental
en la motivación del equipo. El reconocimiento es una necesidad humana. Tratar
a las personas como personas crea un ambiente de trabajo sano.
5.- Evitar la
deslealtad. El espíritu de equipo debe prevalecer, estimular el sentido de
la corresponsabilidad y fomentar el apoyo mutuo.
6.- Promover la sana
competencia. Los retos personales de superación son importantes y bien
encausados se constituyen en éxitos del equipo.
7.- Ser accesible.
Es fundamental fomentar y concretar canales de comunicación entre todos los
integrantes del equipo de trabajo. Las barreras en la comunicación crean
malentendidos.
8.- El reconocimiento
público y la corrección en privado. Dejar que la gente cometa errores y
enséñeles lo que es correcto es parte del aprendizaje y la formación. El
establecimiento de reglas claras de
comportamiento entre el equipo y el líder fortalecen las relaciones de trabajo
en equipo.
9. Practicar la
“escucha activa” con el equipo. Organizar reuniones, promover la convivencia,
la solidaridad interna, como mecanismos para fortalecer la unidad de equipo.
Considere siempre las razones internas.
10. Delegar es
confiar. Dar oportunidades al delegar en su equipo. Un Líder con autoestima
alta fomenta la seguridad del equipo. Ayudar a los demás a sentirse bien
comienza cundo te sientes bien.
Después de trabajar durante algunos años en la empresa privada
y pública, en diferentes niveles de responsabilidad y de conocer muchísimas
personas, he aprendido que aunque a veces creamos tener logros propios, nada es
posible sin la intervención de por lo menos otra persona, y por lo general de
muchas personas. El trabajo en equipo es algo intrínseco al ser humano, no podrá
haber logros personales sin un trabajo colectivo.
Los que aquí les dejo son solo
algunos de los principios básicos que he descubierto por medio de lecturas, estudios,
lecciones, observación y curiosidad, pero sobre todo a través de mi propia
experiencia.
La vida y la capacidad de observación han sido mis grandes
aliados.
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